Capítulo Uno.

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¿Amor...?

¿Realmente existe el amor...?

Mi madre solía contar que el amor no se regala, sino que se te prestaba a esa persona solo durante un momento. Lo que venia después no importaba.

Mientras, mi abuela relataba sobre algún hilo rojo que unía a dos personas durante toda la eternidad. Ella se veía melancolíca mientras sostenia la foto de mis difunto abuelo.

Por otro lado, mi tío decía que el amor no existe. Qué uno se puede valer por sí mismo no importa cuando o porque. Aquella chica que conoció si le lastimo el corazón.

¿Y yo? Bueno...

Toda mi vida he buscado a mi "Alma gemela", aquella persona con la que se supone que pasaría el resto de mi vida.

Lo busque cuentos de veces. Cientos de chicas, cientos de besos pero jamás sentía nada.

Hasta que lo conocí...

Foxy Thomas.

Mi perdición...

Pero hay que contar esta historia desde cero. El día en el que todo comenzó... O más bien, acabó.

29 de marzo.

Caminaba sin rumbo alguno, la maestra no había asistido a pesar de su enorme disciplina, así que podía tomarme la molestia que ir a la cafetería por algún aperitivo. Hasta que alguien interrumpió mi camino.

—Debiste pensarlo dos veces antes de meterte con mi hermana, cabron.— Cierta albina que correspondía con el nombre de "Puppet", me acorraló contra la pared, amenazante.

—Puppet, déjalo en paz. El no tiene la culpa de que tu hermana sea toda una fácil.— La antes mencionada, giro con el señorito fruncido

—No te metas, Foxy. Esto es entre el y yo.—

—Solo déjalo, ¿No tienes mejores mamadas que hacer?— La chica se ruborizó.

—Esto no se quedará así...— Segundo de esto ya se había ido.

Gire mi cabeza para encontrarme con aquel sujeto pero cuando me voltee, sorpresivamente ya no estaba.

No le tome suficiente importancia y seguí mi camino. Ya sabré yo como arreglarmelas con Puppet.

Los siguientes días fueron aburridos. Cómo cualquier otro, una chica por acá y otra allá. Pero ninguna me atraía.

Ninguna me intrigaba.

Ninguna como aquel sujeto.

Su voz tan profunda intrigaba. ¿Cómo callabas a la chica más terca del universo?

Dejé mis pensamientos y de cuestionarme mi orientación sexual de lado, cuando escuché un "psst."

—Hey, ¡Bon!— Mi amiga albina me llamaba.—¿Te encuentras bien? Has estado muy callado últimamente. Ya no tocas la guitarra con emoción...—

Había entrado a una banda con mi mejor amiga hace unos meses. Ella era la vocalista, otra chica era la pianista y yo el guitarrista.

Había encontrado una gran pasión en la música. Se que, muchos dicen eso pero yo realmente me sentía bien y tocando. Dejaba que las cuerdas de la guitarra se enredaran en mis dedos y fluyeran suaves melodías.

Pero... Hace poco deje de sentir lo mismo.

Verán, ya les conté que habían dos chicas ¿Cierto? Bueno, ahora solo somos Meg y yo. La otra chica era muy agradable, rubia, ojos azules y realmente tenía una chispa que te hacía querer darle los buenos días a todos y hacer una buena acción.

Lamentablemente, se suicidó hace unos meses. La presión de su ruptura, sus padres y la escuela la llevaron a la muerte.

Pero no dejo de pensar en ella... No dejo de pensar en, ¿Que habría pasado si yo hubiera estado ahí con ella?

—¡Bon! ¿Seguro que estás bien?— Me repetía la albina —Mira, si es por lo de Joy... Lo entiendo. También era mi amiga y realmente la extraño pero esto era lo último que ella quería...— Deje de escucharla.

Me sentía presionado. La voz de mi acompañante se había vuelvo menos ruidosa. Quería salir de ahí cuanto antes. El tema de Joy me ponía muy delicado.

No sé en qué momento empece a correr. Mi mente se concentraba en el camino aunque no sabía muy bien a donde iba.

"—¡Bon!¡Bon!—" Oía a mi amiga gritar detrás de mí.

Mi mejor idea de dónde esconderme fue el baño de hombres. Bastante Original, lo se.

Al llegar, revise que no haya nadie y entocnes me desplomé. Comencé a llorar a mares pensando en todos aquellos momentos de felicidad y tristeza que había vivido.

Mi madre había fallecido y mi padre se volvió un alcohólico. Mí ex-novio me engañó. Mi mejor amiga está muerta y ahora no puedo tocar bien la guitarra.

No quería decepcionar a nadie, enserio. Pero ya no siento la misma felicidad tocando...

Seguía sollozando cuando el sonido de la puerta abrirse me interrumpió. Le di poca importancia "debe ser Meg..." Pensé. Esas ideas se fueron cuando oí una voz hablar.

—Vaya mierda...— La misma voz ronca de hace unos días volvió a hacerse presente — ¿Qué te pasó? ¿Puppet otra vez?—

—N-no— Respondí nervioso, quitándome las lágrimas de mis mejillas —Algo más profundo...—

—Y el baño fue tu mejor opción ¿Eh?— Me gire para ver al desconocido.

Sentí una presión en mi pecho, se trataba de un chico muy alto, pelirrojo con pecas y una perforación en la oreja. En pocas palabras, un ángel.

—B-bueno yo...— El me interrumpió.

—Acompañame.—

—¿A-a donde?— Pregunté tratando de no perderme demasiado en sus ojos ámbar.

—No lo se. Hay que huir.—

—¿Q-Que?— Pregunté nervioso ante la propuesta.

—Huyamos. — Sus ojos ámbar se clavaron en los míos. —Nuestra vida es una mierda, huyamos.—

—P-pero mi padre...—

—Deja a ese imbécil. El jamás te entenderá ¿O si?— Sus palabras se clavaron en mi pecho, ¿Cómo sabía eso?

—No...— Dije con la mirada baja.

—¡Perfecto! Huyamos.— Tomo mi muñeca, saliendo del baño.

Y como el idiota que soy, mi cara se volvió roja al tacto. Justo en el peor momento.

—Umm... Bien, solo déjame agarrar ropa y...— Se giró para verme.

—¡No! Huyamos ahora. Traje mi auto asi que no hay problema.— Dijo saliendo de la escuela.

El sonido de mi celular se hizo presente. El pelirrojo lo tomo y contesto ignorando mis regaños.

— ¡Hey! ¡Hijo de puta!— Dijo dirigiéndose si respeto alguno. —Usted apesta, me llevaré a su hijo y nunca lo volvera a ver— y Colgó.

—¡O-Oye!— intente detenerlo, pero volvió a jalarme esta vez, hacia su carro.

Todo pasó demasiado rápido, mis ojos solo lograban captar a algunos maestros saliendo de la institución, algo confundidos, a el de pecas subiéndose al auto para seguidamente arrancar esté.

No sabía a donde iba o que me esperaba, pero no tenía miedo. El más alto me transmitía seguridad y confianza, aunque no tengamos ni un centavo, me sentía seguro a su lado.

—Me llamo Bon.— Dije ya a largo camino.

—Foxy.—

Run Away. [Fon Fnafic]Tahanan ng mga kuwento. Tumuklas ngayon