Principes De Verde

1. Instituto y Casa nueva

Salian de su limucina, todos los veían y murmuraban.

—Serán nuevos ¿no? —preguntarón algunos.

—Son muy hermosos. —comentaron las chicas.

Si era un grupo de cinco chicos, muy hermosos, vestidos con atuendos con un poco de toque de verde, todos muy formales y atractivos.

Entraron a tal instituto y antes de llegar a su destino que era la oficina del director o mejor dicho su abuelo se toparon con la hermosa secretaria a la cual saludaron y procedieron a entrar.

—Buenos días, abuelo. —dijo el mas joven del grupo. El director fruncido el seño ante aquel saludo.

—¿Para que nos llamaste?—  indagó malhumorado uno de los chicos.

—Primero, tienen que llamarme Kim y ya, segundo, los demás podrían al menos saludar y tercero, la razón por la que están aquí es por sus padres. —sin decir nada mas, optó por tomar un poco de su café; el cual estaba al lado derecho.

—Estabamos bien en inglaterra— comentó otro de los chicos.

—Si por bien se refieren a que casi queman el colegio de alla, pues si, si estaban bien. —hizo una pausa al ver que no decían nada y solo tenían cara de fastidio. —Creanlo que para mi también son un fastidio tenerlos a ustedes aquí, pero no es que yo lo quiera aquí —odos lo miraron frunciendo el ceño.

—¿Sabe que? nos quedaremos aquí y le demostraremos que no somos ningún fastidio, al contrario, agradecerá que estemos aquí —afirmo uno de ellos molesto.

—Ya lo veremos, Joong. —sonrio el abuelo y siguió. —Donde viviran será la pequeña casa donde yo vivía cuando ustedes apenas eran unos niños.

—Gracias. —dijeron al unisono y se retiraron. Todos conocían la dirección, ya que ellos siempren iban a jugar a ese lugar de pequeños

—Tengo hambre. —comentó un de ellos.

—Callate, Saeng, tu siempre tienes hambre. —comento joong
rodó lo ojos.

Salieron del instituto y se subieron a su automovil y llegaron a la casa.

—Así que esta es la casa del abuelo— entraron todos uno por uno inspeccionando el lugar. Estaba polvoriento, la madera rechinaba y no era muy cómodo.

—Esto es muy pequeño, más grande es el baño de mí casa. —comentó quejumbroso el apuesto chico con sombrero.

—Si, tienes razón Jung Min— le dio la razón Saeng.

—Pero es muy acogedor. —Jun trató de sacar el lado bueno de algo, como siempre.

—Tu siempre viéndole lo positivo a las cosas, ai loff iu. —dijo Jung Min abrazándolo. Con un ingles mal pronunciado.

—Tu inglés es una mierda, Min. —comento Joong y los demás se rieron.

—Bueno es como una casa, con tres camas, un televisor en cada habitación y uno en la sala, dos baño y una cocina. Una casa promedio.— Informó Saeng quien ya había recorrido el lugar.

—Lo bueno de esto es que podemos hacer lo que queramos. —otravez Jun y su positivismo.

—Supongo. —dijieron los cuatro al unisono en tono desanimado.

—Es decepcionante ¿Verdad? Parecía mas grande cuado eramos unos niños. —comentó al ver sus reacciones.

—Si... —volvieron a decirlo al unisono.

Jun soltó un suspiro.

—Tengo hambre. —repitió saeng.

—Mierda Saeng tu solo tienes ham...— el hambre tambien se hizo presente en el estómago de Joong. Saeng sonrió victorioso. —Okey todos nos vamos a comer— dijo Joong con algo de rubor. Todos asintieron.

Subieron a el auto donde el chofer los esperaba.

—Llevanos un buen restaurante— ordenó Jung Min.

—A la orden señores— encendió aquel vehículo y partió.

Llegarón y ordenarón el menú del día. Ya todos satisfechos prosiguierón a pagar. La cajera muy amablemente los atendió.

Pagarón, se fueron a la casa y durmieron. Si, se fueron a dormir a las 3:30 de la tarde. Había que aceptar que ellos no eran muy trabajadores que digamos.

Jun y Min durmieron en una cama, Saeng y Joong en otra y por ultimo Kyu durmió en otra solo, puesto que ganó al piedra, papel y tijera.

¿Infantiles? por supuesto que no.

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