Principes De Verde

7. Humillados

Ya había amanecido, el sol los golpeó brutalmente haciendo que despertacen.

—¡Ah! Pinche sol bastardo, la naturaleza debería pensar un poco mas en la humanidad. —Se quejó Joong sin nadie que lo escuchase.

Por otro lado.

—¡Ahg!— se quejó Saeng y tapó su rostro con las sabanas, evitando el sol.

—Ya despierta. —Kyu le quitó las sabanas de encima con rudeza.

Fastidiado se levantó y empezó a arreglarse para irse a el colegio o como ellos preferían llamarle "la prisión que enseña".

Con mucha hambre los 5 niños de verde se fueron a el colegio sin desayunar, corriendo y cansados. ¿Por que? gracias a Joong que no se despertaba, ninguno habia desayunado y para colmó, el chofer se encontraba enfermó y se tomó el día para descansar. No eso no ¿Por que corren si tienen auto? El abuelo se los quitó para que hagan ejercicio ya que son jovenes.

Llegaron a el colegio, nadie sabe como, pero llegaron, encontrándose con la bella secretaria del director, todos pararon de correr, la respiración de los chicos era realmente agitada, trataron de normalizarla respirando ondo y pasaron cerca de ella tratando de coquetearle, pero para decepción de ellos, no miró a ninguno.

Pasaron de nuevo decepcionados, mirando el suelo, para irse a sus salones.

—Chicos. —la secretaria los llamó.

—Diga. —respondieron al unísono.

—¿Donde están los chicos del consejo? —les preguntó la secretaria con bellísimas curvas.

Recordaron lo habían hecho ayer, se miraron cómplices y sonrieron burlones.

—No se, pero cuado me desperte ya estaban saliendo de la casa. —Kyu se encargó de ocultarle la verdad a la secretaria.

—¡Oh! Bueno, gracias chicos. —la secretaria les sonrio para luego voltear, esperándolos con desesperación.

No pudieron evitar ver sus perfectas curvas que resaltan mejor que esa falda apretada. Al perderla de vista prosiguieron a sus salones, pero los profesores no estaban, decidieron ir a la cafetería, para tomar un capuchino.

Todos empezaron a tomarlo, cuando la vieron entrar a la presidenta con su rostro pintado. Votaron en capuchino por la boca.

Todos los estudiantes estaba conteniendo su risa.

La secretaria apareció tras ella llamado su atención, cuando ella miró su ristro no pudo contener su risa y explotó de risa junto con los estudiantes de la cafetería, unos llegaron a derramar los líquidos servidos en la mesa o contenidos en la boca.

—Ti-Tie. —la secretaria no podía hablar a causa de la carjada. —Ti-Tie-nes.— terminó con una palabra con dificultad y empezó a carcajearse aun mas fuerte que antes, terminando como una risa de bruja. Lo cual asustó un poco.

Se trató de calmar respirando de una forma exageradamente onda, hasta que lo consiguió, y luego prosiguió y hablo. —Tienen que ir a la reunión, va ha empezar en dos minutos. —Informó. —tu cara es muy graciosa asi pintada. —opinó luego volvió a reírse haciendo que su estómago doliese mucho.

La presidenta los mató con la mirada amenazandolos, pero nadie podía tomarse en serio una amenaza con esa cara de payaso que llevaba y volvieron a reír aun mas fuerte, cuando entraron en escena los que faltaban.

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