11. ¡Min cocina bien!

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—¡Bajen a desayunar! —grito Jung Min desde el comedor.

Después de casi 20 minuto gritándoles se dignaron a bajar estaban todos en pijamas.

Todos se sentaron en la mesa sin saber lo que encontrarian.

Jung Min puso en la mesa lo que se supone era comida.

—¿Qué es esto? ¿Una roca? —pregunto Joong tocando a eso que le decían desayuno.

Miraron el desayuno asqueados.

—Como no nos mato ayer lo hara hoy, seguro. —menciono Kyu burlon tragando saliva difícilmente.

—Tengo miedo. —susurro Saeng en voz baja.

—Solo quiero decirles que aun los odio por el dia que le pusieron tierra a mi cafe. —confesó Jun con miedo.

—Solo son unas tostadas y unos batidos de plátano con un poco de zanahoria. —Jung Min rodo los ojos con fastidio.

—Cada vez que veo tu comida me dan ganas de suicidarme. —mencionó Saeng.

—¡Que odioso eres, nutria apestosa! —exclamó Jung Min molesto de su comentario.

—¡Callate tu caballo idiota! —exclamó saeng esta vez.

—¡Callaos ambos! —grito joong logrando callarlos a ambos, pero al rato ellos siguiero.

—Pues yo creo que las tostadas estan super ricas, al igual que el batido de platanos con zanahorias. —dijo Jun quien ya había acabado y se fue de la mesa.

¡Se ha vuelto un hombre! —pensaron Saeng, Kyu y Joong.

—En serio hay alguien tan valiente. —susurro kyu.

—Gracias Jun. —Jung Min sonrió con satisfacción.

Los otros comieron la tostada en pedazos pequeños y el batido en pequeños sorbos ¿Enserio alguien le tira zabahorias a un batido de platanos? Si, Jung Min. 

Al terminar los tres restantes subieron con Jun mientras Min recogía los platos.

—¡Ahg! ¡Duele! ¡Morire! Diganle a mi madre que la amo. —grito Jun retorciéndose en la cama de la habitación.

—Y a Jung Min también. —susurro uno de ellos.

—Si mueres podremos salir de esta isla con esa excusa. —se burló Joong de forma muy cruel.

—Que malo eres. —se quejó jun con el estómago adolorido.

—Tu te fuiste el que se tomó rapido el veneno. —destacó Saeng.

—Es que Jung Min se esforzó mucho para hacernos de comer y ayer vi como se ponía benditas en los dedos, por que se habia cortado con el cuchillo. —Dijo algo triste.

—¿Eso es a lo que le llaman morir por amor, verdad? ¿No? —comento Kyu.

—Si, eso parecé. —dijieron Saeng y Joong al unísono.

—¡Esto no es amor! —exclamó con las pocas fuerzas que le quedaban.

—Como tu digas. —dijieron al unisono sin creerselo.

—Te ayudare con las tareas que te tocan, tu descansa, si haces algo mas podrias morir. —propuso Saeng con preocupación.

A veces parecen familia...

—No queremos vernos involucrados en un asesinato, asi que vive de momento. —continuo Saeng con su crueldad.

Olvidenlo.

Faltaban tres horas para el almuerzo y Jun le dio un libro a Jung Min.

La hora del almuerzo se acerco y el miedo en ellos aumentaba con cada minuto.

—¡Es hora de comer! —Aviso jung min desde la cocina.

Un escalofrio recorrio la espalda de los otros cuatro jóvenes. Nunca nadie había sentido tanto miedo a la hora de comer, no hasta el día que Jung Min se metio en la cocina.

Todos bajaron lentamente las escaleras para llegar a el comedor.

—¡AH! —gritaron todos al llegar.

—¡Por que gritan! —reprochó Jung min molestó.

—Es que me adelante a los hechos y pensé que habías cocinado porquería como siempre. —dijo hyun joong tragando saliva.

—Hay destinos peores que la muerte como la comida del caballo. —dijo Saeng.

—Ustedes son idiotas. —exclamó molesto Jun defendiendo a Min

—Ojala fuera eso. —murmuro kyu.

—Ya que, ustedes no me inportan, ya no. Solo Jun. —mencionó Jung Min de forma fria. —Coman si quieren. —sirvio sopa de ramen, galletas y jugó. Todo se veía ¿normal?

—Esto se ve normal, sospechosamente normal. —mencionó el mayor con desconfianza y entre-cerrando los ojos

Todos comieron, estaba rico, sentían ganas de repetir.

—¡Que bueno esta! —exclamaron los cuatro por impulsó.

—Hace unos segundos quería suicidarme pero ya no. —dijo saeng probablemente ¿felicitandolo?

—Te pasaste, esto esta muy bueno. —comentó Joong.

—Esta muy rico. —hablo kyu.

Jung Min sonrio orgulloso de si mismo sin que ellos lo notaran y se sento otra vez en la mesa actuando de forma fria y distante otra vez.

—Jung Min ¿Estas molesto? —pregunto Jun.

—No para nada.

—Perdon Min por lo de antes, y te aseguro que tu comida esta muy buena. —comento Joong algo arrepentido. Los otros igual.

Jung Min sonrio.

—Los perdonó.

***

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