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•Sospechas.

Momoi había estado más atenta con su amigo Aomine, ahora, casi no lo veía. Y si lo hacía estaba acompañado de una chica rubia de ojos rojizos y piel pálida, nunca antes había escuchado de ella. Ni siquiera estaban en la misma clase como para tener algún contacto. De un día para otro ambos empezaron a juntarse, y a pesar de eso, la chica misteriosa no parecía llevarse muy bien con él los primeros días, Momoi podía afirmar que la rubia odiaba a su amigo. Así que le era imposible entender como se han soportado estas últimas semanas, hasta el punto de hacerse más cercanos.

Los rumores de que ella era la novia de Aomine era lo que todos comentaban en Tōō. Muchas chicas se le acercaban a Momoi para preguntarle si era cierto, y ella no sabía que responder, porque tampoco lo tenía claro. Aunque lo supiera, tampoco comentaría acerca de la vida privada de su amigo con personas desconocidas.

Volviendo al caso de la chica misteriosa y Aomine, la peli-rosa descartaba la posibilidad de que fuesen pareja, pues él seguía coqueteando y saliendo con diferentes chicas. Además, la chica misteriosa no se veía muy entusiasmada ante los rumores que surgieron en la academia, con esos dos factores Momoi descartó la relación inventada por los demás alumnos. Aparte ella sabría si son novios, la chica misteriosa –como la llamaba Momoi– sería la primera en durar más de una semana con Aomine. Y eso es un paso importante para la vida de él, su amiga no podía quedar fuera de esa experiencia. Y de la boda.

Momoi se asomó un poco de la pared donde se había escondido, el día anterior averiguó el salón de la chica misteriosa –siguiéndola–, y hoy le hablaría directamente. Sacaría toda la información que Aomine le ocultaba. Lamentablemente la perdió de vista, «mou~ y me salté mi clase para esto», pensó desanimada e inflando sus mejillas, no le gustaba perder sus clases a comparación de su amigo. Volteo lentamente para retirarse, pero se sobresaltó con una presencia.

La chica misteriosa la descubrió, observaba a Momoi con una de sus cejas levantadas y una sonrisa ladeada le adornaba el rostro. La peli-rosa se sonrojó levemente por la vergüenza.

—¿Tu eres la amiga de Aomine ?— se detuvo dudosa por lo que iba a decir—. Momoi Satsuki, ¿cierto?

—¡Si!—respondió exaltada—. Etto, lo siento, ¿y tú eres?

—No te preocupes, yo soy Koizumi Yuzuki. Un placer conocerte.

Le ofreció su mano para que la estrechara, Momoi la aceptó dudosa. No esperaba que la situación se desenvolviera tan fácilmente. Aunque era mejor esta a comparación de las que había planeado internamente.

—Aomine te ha mencionado en algunas ocasiones— le sonrió amable—. Tenía muchísimas ganas de conocerte.

—Ojalá pudiera decir lo mismo— dijo Momoi por lo bajo, haciendo un puchero.

Koizumi rió ante lo dicho por la pelirosa, era de esperar que Aomine no dijera nada de ella.

—Tranquila, tú lo conoces bien— se encogió los hombres—. Se cree la gran cosa, pero aparte del baloncesto y leer revistas pervertidas, en todo lo demás es un fracasado.

Momoi abrió los ojos sorprendida por cómo se refirió a su amigo. También, porque Aomine apareció por detrás de
Koizumi y le agarró la cabeza con una mano, y su cara le adornaba una expresión claramente molesta.

—¿Qué están haciendo?— apretó la cabeza de la rubia—. Te estuve esperando Koizumi.

—Perdón— alzó su mirada como pudo—. Estaba hablando cosas lindas de ti con Momoi, ¿cierto?

—Si—respondió dudosa—.  Bueno, al menos, eso creo.

—Koizumi, es hora de irnos.

La nombrada seguía intentando apartar la mano de Aomine de su cabello, sin mucho éxito. Mientras que, Momoi observaba todo, ya sintiéndose fuera de la conversación, y estos dos seguían discutiendo. Era de esperar que sus gritos llamaran la atención de los demás alumnos, y que estos comenzaran a murmurar entre ellos, escuchándose palabras como: "novios", "salir" o el que más se escuchó "ella no es lo suficiente para Aomine". Con el ruido de los susurros cada vez más evidente, tanto como Koizumi y Aomine detuvieran su mini discusión.

—Suficiente, nosotros nos vamos— tomó la muñeca de la rubia y la guió hacia la salida de su instituto.

Para suerte de Koizumi había alcanzado agarrar la mano de Momoi antes de ser arrastrada por el basquetbolista. Así que la escena de los tres, fue bastante graciosa para los estudiantes de Tōō.

Aomine se detuvo al estar un poco más alejado de Tōō, soltó a Koizumi y comenzó a caminar como si nada hubiese pasado. Mientras, ambas chicas recuperaban el aliento, aunque, su descanso finalizó cuando Momoi vio que él se había alejado lo suficiente.

—¡Dai-chan!— lo llamo molesta—. ¡¿A dónde crees que vas?!, ¡Ahora tienes entrenamiento y ya faltaste toda la semana anterior.

—Tengo cosas que hacer— dijo sin mucho interés—. Vamos Koizumi.

—¡Hey!— exclamó molesta la rubia—. No deberías ser tan malo con Momoi, un día algún equipo te podrá ganar si no sigues practicando. Y eso será un golpe directo a tu orgullo.

La peli-rosa agradeció mentalmente a la chica por su apoyo, pero fue en vano, ya que Aomine hizo oídos sordos y siguió alejándose de Tōō. Koizumi suspiró frustrada, se despidió de Momoi con una señal, la cual fue respondida de manera insegura.

Ella miro como se alejaban los dos, y solo podía pensar en una cosa: aún no tenía idea de qué clase de relación tenían ellos.

Llámalo como quieras || KUROKO NO BASKET ||Donde viven las historias. Descúbrelo ahora