Triste realidad

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Me había sumergido en un pozo de pensamientos y sentimientos encontrados, primero por el hecho de que deje escapar la posibilidad de que ella tenga novio, segundo me había encariñado con aquella chica que se encontraba en mi mente e irremediablemente, en mi corazón, dándome cuenta de la triste realidad en la que me encontraba.

Conforme más me contaba sobre el más lo odiaba, lo odiaba por que al parecer el no sabía que tenía de novia a una mujer sorprendente y preciosa, tanto física como intelectualmente.
Lo extraño de todo es que sentía que ella no era feliz y que de alguna u otra forma, yo quería cambiar eso.

Una tarde mientras hablábamos me animé a llamarla y al contestarme, me quedé sin habla, su voz, Jesús!, tenía una hermosa voz, el tono ronco de esta hacía que mi corazón se estuviese, deje mis locas bobadas de adolescente enamorada y me puse a conversar con ella.

Y todo marchaba bien en aquel diálogo en el que nos vimos envueltas, hasta que ella soltó una risa, una risa que me había dado más vida que cualquier otra persona jamás, ella tenía algo, no se pero simplemente no podía dejar de pensar en ella, de por sí ya era bastante complicado para mi que ella viviera en otra ciudad, pero nada detendría la revolución que se estaba causando en mi corazón.

Un Crush Por TiDonde viven las historias. Descúbrelo ahora