capitulo 2

0 0 0
                                    

El aire fresco de Septiembre que paseaba por el lugar, era el ambiente favorito de Luna, estar a campo abierto, un lugar sin límites donde Odín podía correr asta a
El cansancio, el día era perfecto tanto para la chica como para el caballo.
Mientras Odín se incorporaba a un grupo de caballos que corrían por el lugar, Luna no dejaba de pensar que era afortunada al tener esa vista, se adentraba en sus pensamientos, en todo aquello que tuvo que pasar para llegar ahí, y en qué tal vez no se merecía gozar de tal agradable paz, tan absorbida en su mente se encontraba, que no se dio cuenta de cuando comenzó a sonar esa dulce melodía a través del campo, las cuerdas de una guitarra que la seducian para encontrarla.
Luna siguió caminando y habiendo llegado atrás de las caballerizas se encontraba ahí Axel, tocando para ella la dulce melodía, y lo que más disfrutaba Luna, era que Axel no se había dado cuenta que ella lo observaba, que era ella la primera oyente de su arte musical. El chico se inmutó al verla,dejando de tocar, reacción que le ocasionó ternura a la chica.

-Porfavor, continua- dijo dibujando una sonrisa en sus labios.

-Luna, hace cuánto llevas ahí?- respondió un tanto avergonzado.

-Lo suficiente para querer seguir escuchando- le sonrió el chico- donde aprendiste?

-Es la guitarra de mi padre, el... El la tocaba para maya y para mí cuando éramos unos niños, sabes? Él era un músico excepcional, no he vuelto a escuchar a alguien tocar así...

-Tu tocas bastante bien.

-El lo haría mucho mejor...desde el día del...

-Accidente?- dijo ella

-si...desde entonces, la música dejo de existir en este lugar... Después de su funeral, comencé a tomar la guitarra de entre sus pertenencias, tocaba pésimo, lo que hacia que mi madre me callase por sus frecuentes dolores de cabeza... Sigo creyendo que no era por lo mal que tocaba en ese entonces, si no más bien por su mal estado emocional-.

-Entonces comenzaste a tocar en las afueras del campo?

-Si, y por lo general cuando ella estuviera fuera, en el pueblo, con los clientes, fue así como he ido aprendiendo.

-Pues te ha dado resultado, con esa pieza que has tocado has acariciado mi alma.- avergonzada por su resiente honestidad, agachó la cabeza sin decir más.

-vale...em... gracias- respondió el joven un tanto sonrojado- y tú Luna?

-yo que?

-dime, siendo de origen italiano, como aprendiste español? Cómo llegaste asta acá? Lo único que se de ti es que maya te encontró en el pueblo una tarde de lluvia, justo cuando buscamos a alguien que nos ayudara con la veterinaria.

-Oh, bueno... Pues...tuve maestra de español, desde niña...y bueno, mi padre había viajado unas veces para acá y por eso decidí venir a conocer... coño, he dejado mucho tiempo sin supervisión a Odín, es mejor que me vaya...

-Vale, te veo luego.

-Si- Se alejó de ahí lo más rápido posible, buscaba con la vista al caballo blanco, caminó un poco más y lo encontró hechado en el lugar donde lo dejó.

A la tarde, justo cuando Axel y Luna habian terminado los quehaceres, al fin llegaron la Sra. Salazar y su hija para hacer de cenar.

-Como os ha ido?- pregunto amablemente el Joven

-hay un mar de personas en el pueblo- dijo quejándose su hermana- nos habíamos olvidado por completo que hoy llegaban la primera ola de turistas de otoño... Es por eso que nos hemos tardado, todas las tiendas estaban llenas, casi no podíamos avanzar.

-Vale, y has podido hablar con Luca?- pregunto Luna

- Si, hablamos de eso luego...- dijo Maya con aire de tristeza.

-vale, basta ya de pláticas deprimentes- dijo su madre- mejor os cuento, que he visto a un hombre en el muelle...

-y lo sedujiste con tus intentos de flirteo...- bromeó el chico haciendo que las jovencitas rieran por lo bajo

-calla Axel, deja que continúe-le dio un golpecito en el hombro a su hijo.

-ya ya, y que sucedió?- pregunto maya

-Vale, que me ha pedido mi número y me ha pedido que salgamos

-Y lo harás madre?- pregunto Axel

-No.. no se, hay muchas cosas por hacer en el campo, la veterinaria, los animales no se cuidan solos hijo, además ni lo conozco.

-pero madre, como conocerás a alguien si no te das el tiempo para conocerlo?!?- refutó Maya- dale una oportunidad, ademas, se de quién hablas, lo vi cuando se acercó a ti, es un hombre de buen parecer.

-No lo se, lo pensaré.- dijo la Sra. Salazar.
Después de una charla amena y una cena deliciosa, todos se retiraron a dormir.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 10, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

La huella detras del tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora