PRÓLOGO

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Hace 20 años...

La Superior caminaba con paso firme hacia el recinto del Oráculo. Afuera, los Líderes de las Casas aguardaban en silencio. Ella evitó mirarles, especialmente a los de la Casa Roja, que durante tanto tiempo habían sido su hogar. No podía permitirse debilidades. Había luchado demasiado para llegar hasta aquí, sacrificando su vida, sus sueños, todo por convertirse en la guía de los yasnyy. Ahora, tras la muerte del antiguo Superior a manos de los Oscuros y el sacrificio del último spasiteli, el peso del mundo recaía sobre sus hombros.

Cuando cruzó las puertas, el eco de sus tacones resonó en la sala fría y oscura. El aire era denso, cargado de una energía antigua que parecía observarla. Cada paso la acercaba al Oráculo, la única conexión con los secretos del mundo místico.

Ella se detuvo. Por unos segundos, el silencio fue absoluto. Entonces, una voz gélida y gutural rompió la calma, haciéndola estremecer.

—Hay una nueva profecía que debes transmitir.

El Oráculo pausó, como si disfrutara del momento. Un sonido, entre un resoplido y una risa, se filtró desde las sombras.

—Curioso... Hace milenios que los humanos no nos ofrecen algo tan... interesante.

La Superior tragó saliva, su mirada fija en la penumbra.

—Un nuevo Salvador surge entre las filas humanas. Un hombre, más poderoso que cualquier spasiteli antes de él. Su nombre será leyenda, y liderará la batalla final contra los Oscuros.

La voz del Oráculo se volvió más grave, más intensa.

—Pero... —continuó— su destino cambiará cuando aparezca una segunda figura. Una salvadora inesperada. Ella portará tanto la luz como la sombra, y su presencia desencadenará un enfrentamiento que nadie podrá detener. Dos Salvadores. Dos fuerzas destinadas a salvar al mundo, pero cuyo choque lo llevará al borde de la destrucción. Las muertes serán incontables, y la Tierra misma sentirá el eco de su traición.

El aire en la sala pareció congelarse. La Superior sintió un escalofrío recorrer su espalda. ¿Una segunda figura? ¿Una spasiteli que camina entre luz y oscuridad? ¿Cómo podía alguien así salvar al mundo?

—No hay fuerza que pueda evitarlo. —La voz del Oráculo se suavizó, pero su tono era implacable— Solo uno triunfará, pero solo cuando comprenda que la fuerza no lo es todo. La elección de uno decidirá el destino de todos.

La Superior respiró hondo, intentando calmar el torbellino de dudas en su mente.

—¿Qué debo hacer? —preguntó finalmente.

El Oráculo guardó silencio por un instante antes de responder.

—Cumple tus votos. Recuerda los sacrificios que hiciste para llegar aquí. Si lo haces, tu nombre será recordado entre los nuestros con orgullo. Pero no olvides: no eres más que una yasnyy. Un poco más que un humano, pero igual de insignificante ante lo eterno. Decide tu lugar antes de que alguien más lo haga por ti. Y nunca olvides quién es el verdadero enemigo.

La Superior memorizó cada palabra de la profecía antes de marcharse. Pero cuando estaba por cruzar la puerta, la voz del Oráculo resonó una vez más, como un susurro cargado de intención.

—La Oscuridad acecha... Pero no todo lo que trae consigo es maldad. Ella será la clave. Ella lo cambiará todo...

Lo que trajo la oscuridadDonde viven las historias. Descúbrelo ahora