Capítulo Dos

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Jackie cae dormida debido a que los efectos del estimulante que estaban comenzando a pasar. El sujeto la cargo hasta llevarla a otro lado. Donde Jeren y Randall no pudieran encontrarlos.

Caminó hasta encontrar un buen lugar fuera de la entrada de una cueva. Dejo a Jackie suavemente en el pasto para quitarse su mochila de campar y sacar su bolsa de dormir y una cobija.

Desenrolló ambos, puso la bolsa de dormir como base, volvió a cargar a Jackie para dejarla sobre esta y finalmente le colocó la cobija encima cubriéndola desde los pies hasta el cuello.

—Listo —Dijo el sujeto—. Ya estas sana y salva.

Los ruidos del bosque comenzaron a escucharse. Aullidos de lobos a lo lejos. Un búho que se resguardaba de los depredadores en una rama de los pinos comenzó a chuchear.

—Debería hacer una fogata —Se dijo a sí mismo.

Sacó un frasco con líquido de su mochila y lo vertió alrededor de Jackie. Volvió a guardarlo en su mochila y de esta sacó una hacha.

Se encaminó hacia la oscuridad del bosque dejando sola a la inconsciente Jackie junto con su mochila.

Caminó y caminó hasta por fin encontrar un pequeño árbol que recién está creciendo. Este se veía con un gran tronco a pesar de tener poco tiempo. El sujeto se animó al verlo. Que se acercó y comenzó a talarlo con su hacha.

El sujeto estaba yendo y viniendo con mucha madera. —Creo que es suficiente —Se volvió a decir a sí mismo.

Del montón de madera que había cortado, sacó una rama que se vía fuerte para romperse y un pedazo de tabla de madera que se había encontrado. Tomó unas hojas del suelo y las colocó sobre la tabla para después poner el pedazo de rama y frotarlo sobre estas dos.

El fuego se hizo en la fricción y rápidamente lo alimentó con oxígeno. El fuego creció poco a poco, entonces el sujeto lentamente lo colocó debajo de todas las ramas para que así comenzara a encender e iluminar el área.

—Perfecto —Pensó viendo como el fuego iba consumiendo poco a poco la madera.

Su estómago gruñó. —Creo que debería conseguir un poco de comida —Se levantó y caminó hacia la cueva para tratar de encontrar algo de comida.

—Ahhhhh —Jackie respiró profundamente tras haberse despertado por fin—. ¿Dónde estoy? —Se preguntó levantando su torso y girando su cabeza a todos lados—. ¿Jeren? ¿Ran...? —Un pequeño flashback llegó a ella rápidamente: su vaso de soda de cereza, así mismo a Randall con una sonrisa malévola y a Jeren con gesto de preocupación. —No, debió ser una broma —Se dijo tapándose la boca con su mano y mientras que sus ojos se llenaban de lágrimas—. No Jeren, no él.

—Todo está bien Jackie Lynn Thomas —Dijo el sujeto entrando en escena con dos pares de ratas atadas a su cintura—, no pasó nada.

Jackie se exaltó volteando a ver al tipo desconocido. — ¿Quién eres tú? No te me acerques —Dijo echándose hacia atrás con sus pies y manos.

—Soy yo —Dijo el sujeto quitándose la cachucha—. Marco Díaz.

— ¿Ma...? ¿Marco? —Dijo Jackie frunciendo su ceño—. No, tú no eres Marco. Éramos de la misma edad... —Agregó lo barría con la mirada—... tú estás viejo. ¿Quién eres?

— ¿Puedes ver esa luna? —Dijo mirando hacia el cielo—. Eso me recuerda al mayor temor de todos: que estamos solos en este pequeño mármol azul, flotando en la extensión infinita del universo, arrancado desde el centro y expulsado a un vacío negro sin razón alguna —Hizo pausa—. Jugadores en el escenario de lo absurdo. O debería decir... media sandía.

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⏰ Última actualización: Feb 17, 2018 ⏰

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