| Cinco |

16 6 0
                                    

A la mañana siguiente de nuestra pelea, fingimos que no había pasado nada. Porque todo es más fácil cuando estás pretendiendo que los problemas no están ahí, ¿cierto?

Me dijiste que tenías que irte más temprano de casa porque ibas a sacar una fotocopia de unos apuntes, algo así.

Cuando me acerqué para darte un abrazo de despedida, tus brazos no se movieron. Yo era el único que estaba abrazando al otro, vos simplemente estabas parado ahí, inmovil, supuse que deseando que te suelte. Así que lo hice.

Me saludaste haciendo un gesto con la cabeza y te fuiste; como si fuéramos desconocidos, como si te hubieses olvidado de quién soy, como si ya no fuesemos nosotros.

Y en el momento en que cerraste la puerta, dejando nuestro hogar atrás, fue el momento en el que me di cuenta de que ya no podía pretender más. Y empezó a llover a cántaros.

Nieve.Where stories live. Discover now