Lo días iban pasando y haciéndose más pesados, para Adrien y Marinette todo se había vuelto un martirio, un infierno del cual deseaban liberarse pero no iba a hacer tan fácil para ambos, tenían que ser pacientes, esa misma noche en la que ambos sellaron su promesa con un beso, planearon varias formas de escapar; era evidente que no lo lograrían al instante además de ello necesitaban dinero para escapar; no residirían en París sabiendo que Gabriel Agreste haría cuanto pudiera para encontrarles en la ciudad inclusive en el país, escaparían lo más lejos que pudieran, de preferencia fuera de Europa.
Tal y como lo había demandado Gabriel, Adrien no dirigió ninguna palabra a Marinette, le ignoraba y se alejaba de ella con el fin de obedecer a su odiado progenitor; ciertamente sufría cuando hacía eso, cada día era una tortura al no poder abrazarle, acariciarle, besarle e incluso decirle lo mucho que la amaba. Pero quien más sufría era Marinette quien ahora se había convertido en una criada de la casa, dos días después de la muerte de Amanda, ella había perdido su derecho a comer en el comedor a dirigirse con insolencia a Gabriel a poder divertirse e incluso poder tocar algo de música, el dueño de la mansión le había impedido el acceso al salón de música incluso para limpiar, esa tarea se la había dejado a otra empleada que se turnaba junto a Marinette en los deberes de la casa. Tuvo la fortuna de poder sacar su amada guitarra y esconderla en su nueva habitación, la cual estaba más alejada de la de Adrien e incluso era más pequeña casi del tamaño de un cuarto de lavado, solo que este se encontraba en la planta de arriba, aquella habitación tenía un pequeño ventanal en el cual Adrien podía entrar a veces, pues esa era la manera en que soportaban todo su sufrir, aunque no fuera seguido algunas noches el rubio salía por su ventana y se deslizaba por el tejado y las orillas de la mansión con el fin de ver a su hermosa chica. Aquellas noches ellos quitaban su tensión con besos y caricias, risas, conversaciones; algunas veces llegaban a llorar por un mal día o por el recuerdo de la mujer que tanto les amó.
Adrien se detestaba por no poder hacer nada o decir algo cuando Gabriel trataba mal a Marinette cuando le ponía a hacer tareas imposibles; era un cobarde eso es lo que él era; ¿ por qué no podía revelarse de nuevo y darle una lección a su padre? Por otro lado Marinette se sentía desesperada, algunas veces miraba a Adrien quien mostraba deseos de lanzarse contra Gabriel, al parecer su mirada era suficiente para hacerlo entrar en razón y no actuar, tenían que apegarse al plan. Marinette se sentía en el cuento de la Cenicienta, donde Gabriel hacía el papel del malvado pero a la vez hacía el papel del rey, dejando a Adrien como su amado príncipe por quien sería capaz de hacer todo pero cuyo amor por él no podía ser mencionado en voz alta; aun, solo quería acabar con esta pesadilla de una vez por todas.
Los días se convirtieron en semanas, las semanas en meses y los meses en años. Todo ello sin que ninguno de los residentes de la casa se diera cuenta de lo rápido que pasaba el tiempo; Gabriel seguía haciendo la vida imposible para Marinette y Adrien, pero él aún no sabía ni un poco del amor que su hijo profesaba en secreto con la azabache. Marinette ya tenía dieciocho años de edad mientras que Adrien ya había cumplido los diecinueve años ambos se habían desarrollado increíblemente, crecieron para ser sumadamente atractivos. Adrien había crecido más en cuanto a tamaño, los rasgos infantiles de su rostro desaparecieron, su cuerpo se había vuelto más fornido, su espalda y hombros se habían vuelto más anchos, sus pectorales y abdomen eran marcados todo por el trabajo constante que había tenido que realizar pues desde hace tiempo se había convertido en el modelo de la empresa de Gabriel, sus caderas eran estrechas, sus piernas eran fuertes al igual que sus brazos musculosos que lo habían vuelto el centro de atención para la chicas de la ciudad de París, al igual que de los medios. Eso dificultaba que se pudiera mover libremente, lo que pospuso el plan de escape con Marinette. Por otro lado Marinette era más alta, su cuerpo terminó por volverse más fino, pechos y trasero moderadamente voluptuosos, cintura bien definida, caderas redondas, piernas bien definidas al igual que su abdomen, sus rasgos infantiles habían desaparecido de su rostro, era completamente una mujer que robaba la atención de los hombres con solo pasar a un lado de ellos.

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Last Song [Two-Shot]
FanfictionLa vida es algo curiosa y eso no es algo que podamos negar. Cada día puede llegar a ser grandioso y podemos pensar que nuestra vida es como un cuento de hadas y no siempre es así, Marinette será testigo de ello pasando por el peor de los casos para...