El secreto de Pledis Ent.

» Capítulo uno «

-POV Mingming-

La música comenzó a realizar un eco en el cabaret, todo ser humano que estaba ahí se había quedado callado para darle lugar a aquella canción llamada Miniskirt de AOA. Las luces se prendían y apagaban, además de que cambiaban cada 5 segundos de color aproximadamente, pero claramente se podía distinguir a las 6 chicas que se encontraban en el centro del escenario, daban la espalda al público, sólo podíamos ver sus largos y sedosos cabellos, sus casi largos vestidos de color rojos con detalles negros haciendo que estos resaltarán sus delgadas y altas figuras.

Hey, hey, hey Seventeen, hey, hey, hey, brave sound (Drop it)...

¡Joder, maldita sea! No podía creer lo que mis ojos estaban admirando.

Eran seis hermosas chicas, en especial una, bueno al menos para mí. En serio, era perfecta ella.

En el momento que empezó a cantar aquella chica que captó mi atención, supe de inmediato que no era la verdadera voz de ella sino que era la de "Jimin" la que se escuchaba a través de las bocinas, pero nadie parecía reclamar sobre ello, a juzgar, podía decir que el show de verdad valía sumamente la pena. Cuando las chicas se dieron la media vuelta dejando ver la parte de enfrente de sus hermosos vestidos que lucían, haciéndolos tan llamativos por los pequeños brillos que llevaban éstos, provocando que las luces los hicieran destellar aún más; la mitad de sus rostros estaban cubiertos por una pequeña máscara de color negro pero con detalles rojos haciendo juego con sus vestidos. Éstas tan solo dejaban mostrar el color de sus rasgados ojos y sus labios estaban también coloreados de un tono rojizo sangre.

¡Maldita sea! Estaba en el paraíso...

A mitad de la canción, de cada costado aparecieron dos chicas más, una de ellas era Lizzy, la chica que conocimos hace apenas unos 10 minutos atrás. Lucían tan iguales las ocho chicas debido a sus vestidos que traían puestos.

Hubo un instante en que la canción cambió y comenzó la de Abracadabra de Brown Eyed Girls, y sin más las faldas de las chicas fueron arrancadas de sus lugares, dejando al desnudo las esbeltas piernas que éstas poseían cubiertas con medias de red y unas botas negras casi hasta la altura de sus rodillas. Los corsés que usaban ajustaban a la perfección sus delgados cuerpos haciéndolas lucir sumamente delicadas y más hermosas, pero más aquella chica que se había robado por completo mi atención.

-Ellas son lo más preciado de este lugar, son nuestros ocho grandes diamantes únicos, ellas son Seventeen. - Una masculina voz habló mediante las bocinas, supuse que era el Dj o algo parecido sobre este lugar, provocando que la multitud se volviera loca mientras las chicas seguían su presentación. Dinero fue arrojado al escenario. Cuatro de las chicas bajaban del escenario para caminar por medio de la multitud a recoger las propinas que los clientes les daban personalmente.

Todos las adoraban, algunos hombres las deseaban, mis amigos habían quedado fascinados e inmóviles pero yo... yo no creía lo que acababa de ver, en especial no creía que aquella chica de rasgos chinos, cabellera larga y castaña, con ojos cafés fuera real. ¿En serio era real?

A pesar de ser chino, siempre había soñado tener a alguien con la misma altura que yo como mi pareja. Mi chica perfecta era ella, ¡joder! no podía creer que al fin la había encontrado y mucho menos en un lugar como éste. ¿Por qué no vine antes? Ah, sí, lo recuerdaba bien.