Capítulo 32 - Magia negra.

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El día siguiente me alcanza, habiendo pasado una noche repleta de sueños extraños. Comienzo a abrir los ojos lentamente. Los froto. No recuerdo nada realmente, pero sé que me han dejado una sensación agridulce.

Me doy cuenta de que estoy sola en esa enorme cama. Azazel ya debe haberse despertado. Me levanto y me cambio de ropa.

Cuando salgo de la habitación, oigo jaleo en el salón. Bajo las inmensas escaleras y entro con los demás arrastrando los pies. Miro a mi alrededor, todos están allí ya, pero no hay rastro de Azazel.

- (Yo) – Buenos días a todos. – digo sonriéndoles mientras me acerco a Natsu.

Me responden al unísono. Mi guapo pelirrosa está sentado en uno de los sofás con su inseparable amigo Happy, y con Lucy. Trago saliva. Recuerdo la escena que les monté ayer.

- (Yo) – Hola... - digo algo avergonzada.

- (Lucy) – Hola _______, buenos días. – me responde sonriente.

- (Yo) – Siento lo de ayer... Me puse como una loca sin motivo, no sé qué...

- (Lucy) – No te preocupes, no te preocupes. – me dice rascándose la cabeza, sonrojada. – Creo que soy yo la que debería disculparse. No sé como llegué a ese estado.

Sonrío. Lucy es una chica muy dulce. Entiendo que sea tan cercana a Natsu y que le importe tantísimo.

- (Yo) – Aun así, lo siento.

- (Lucy) – Olvidemos lo ocurrido, no ha pasado nada. – me guiña el ojo.

Nos reímos juntas.

Ladeo mis ojos para mirar a Natsu. Se ha mantenido en silencio todo el rato, ni si quiera me ha saludado. Le sonrío, intentando despertar alguna mueca en su rostro. Me mira fijamente y me devuelve el gesto.

- (Yo) – Buenos días para ti también. – le levanto la ceja, rechistándole su silencio.

- (Natsu) – Buenos días _______.

- (Yo) - ¿Cómo estás?

Natsu me sonríe abiertamente.

- (Natsu) – De puta madre.

Lo miro feliz. De repente una voz nos corta, llamándonos a todos. Me doy la vuelta para mirar a Erza, que intenta que le prestemos atención.

- (Erza) – A ver, chicos. Ya hemos descansado suficiente. _______ ha encontrado sus respuestas, y parece encontrarse estupendamente ya. Deberíamos organizarnos para continuar con la misión. Ese hombre sigue por ahí, y tenemos que derrotarlo cuanto antes. – Gira su cabeza en dirección a todo el grupo. - ¿Propuestas?

- (Natsu) – No nos vamos a ir de aquí.

Todos nos giramos totalmente sorprendidos para mirar a Natsu, que ha contestado sin dudar un instante. Jellal se cruza de brazos y asiente en silencio. Una vez más, parece que solo ellos dos se comprenden.

- (Lucy) - ¿Q-qué dices, Natsu? – dice poniendo su mano sobre el muslo de Natsu. – Tenemos que encontrar a ese hombre...

Sin dejarla terminar, se levanta de su sitio bruscamente y anda hacia al lado de Jellal. Ambos se miran fijamente. Parecen estar diciéndose algo con la mirada. De repente, Natsu vuelve a darse la vuelta para mirar a todo el grupo.

- (Natsu) – Nos vamos a quedar en esta casa un tiempo. La misión acaba aquí.

Se hace un silencio momentáneo. Nadie parece estar comprendiendo por qué está diciendo eso.

El fuego de mi corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora