Capítulo 50 - Amor a morir.

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Natsu vuelve a lanzarse contra Azazel, que parece haber quedado tan impactado que no se atreve a atacarle de vuelta.

Vuelve a centrarse solo en esquivarlo. Natsu parece haber perdido la cabeza, porque no deja de lanzar un ataque tras otro.

Su magia está desbordante.

Jamás había visto a Natsu con tal poder.

Su cuerpo tiembla de agotamiento, sin embargo, no se detiene ni un instante. Tengo miedo de que su poder le sobrepase.

Los miro con los ojos como platos. Observo a Azazel, está lleno de heridas y también parece fatigado, pero nada comparado con el pelirrosa.

La expresión del moreno no es de miedo, sino de preocupación. Algo parece atormentarle, pero... ¿De qué se trata? No parece temer por su propia vida, sino por algo ajeno. Algo incontrolable para él, y que, probablemente, sea lo que le esté torturando e impidiéndole luchar de vuelta.

Tras casi media hora más de batalla. El cuerpo de Natsu parece no aguantar más.

- (Natsu) - ¡¡¿¿POR QUÉ NO ME ATACAS??!! ¡ESTO ES UNA BATALLA! ¡NO TE COMPADEZCAS DE MÍ! ¡VOY A MATARTE!

El ego de Natsu sigue estando intacto. Sé que sabe que no hay forma de matar a Azazel, pero siempre le ha dado mucha rabia que lo consideren débil. Él trabaja mucho para ser el más fuerte, el más poderoso, así que, supongo que debe estar sintiéndose insultado de que su rival, haya conseguido esquivar todos sus ataques sin lanzar ni uno, estando él en su máximo poder.

Mis ojos tiemblan mientras lo miro fijamente. Esta obsesión suya lo va a matar.

Su cuerpo no puede más. Está apoyado sobre su rodilla izquierda, con su puño también en el suelo. Sus grandes nuevas alas se abren poderosas mientras vuelve a encender en llamas su mano derecha.

- (Natsu) – Te he dicho... ¡QUE ME ATAQUES!

Vuelve a lanzarse contra Azazel, que lo esquiva sin ninguna dificultad.

Natsu vuelve a mostrarse enfadado y comienza a lanzar golpes sin control.

Abro los ojos. Azazel es realmente rápido. Pero... ¿Qué ha sido lo que le ha hecho dejar de luchar, de repente?

Tras una serie de intentos otra vez fallidos, Natsu se desploma de rodillas, clavando sus puños en el suelo y relajando su cuello, dejando caer su cabeza. Está agotado.

Todo su cuerpo está totalmente herido. La sangre no deja de correr por su piel. Se está haciendo daño él solo.

Está gastando muchísima magia para nada.

Miro a Azazel de nuevo. Sigue observando a su rival totalmente alucinado, pero sigue ese aire de preocupación que me está perturbando tanto.

Ando unos pasos hacia ellos, no muy segura de que me vayan a dejar acercarme.

Azazel ladea sus ojos hacia mí.

Entonces su mirada se entristece totalmente. Las lágrimas comienzan a correr por mis mejillas de nuevo. ¿Por qué no pueden dejar esto?

- (Yo) – Azazel... - ando un poco más, y me vuelvo a detener. – Dime que hay forma de cambiar esto, que puedo dejar de absorber su magia y que podéis detener esto para que salgamos de aquí vivos, los tres... - Le suplico.

Los ojos eclipsados del moreno se entornan. Noto por su expresión que le encantaría decirme que sí.

- (Azazel) – Preciosa, yo... - Su voz me rompe el corazón.

El fuego de mi corazón.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora