Capítulo dos

2.1K 89 0
                                    

—Me siento mierda—dijo Cristopher tocandosé la frente con la mano.

—Para que tomaste tanto entonces Cris?, recuerda estamos en una jodida universidad, no puedes hacerle eso a tus padres—Lo mire fijo y estaba hablando con una voz fuerte.

—ay, ya lo sé, déjame que todo está bajo control—hiso una pausa y me miró con cara de pervertido—Barbarita estará libre hoy día?—dijo en tono burlesco.

—Preguntale, yo no voy a ser quien se la tire—encojí los hombros.

—Es tremenda mujer,no?—subio sus cejas y con el brazo me hiso un leve golpe en el mio.

—Super, coje bien—cierro los ojos y recuerdo todos los momentos con Bárbara penetrandola.

Se me venía a la mente cuando la primera vez que la puse en cuatro, esos gritos tan fuertes que daba mientras la cogia del pelo con una mano y con la otra le golpeaba sus nalgas, que por supuesto eran súper grandes y morenas .

Al pensar en eso se me erectó el pene así  que tuve que acomodar mis piernas.

—Wow, que has hecho con Bárbara que hasta el recordarla ya se te erecta tu amigo.

—Callate.

—Voy a llamarla ,no te molesta?—preguntó.

—¿Por qué me molestaría?, no es nada mío y tampoco me interesa serlo, la relación de ella y yo, es solamente sexo y ya.

—Claro—agarró su celular y empezó a marcar el número.

—Hola Barbariña, estás libre hoy?—se paró de la mesa y siguió hablando mientras se alejaba.

También me paré y me fui del cuarto de los chicos, osea donde vivo en conjunto con algunos chicos que también van a la universidad.

Me dirijo a la cocina a tomarme un vaso de agua fría, hacía bastante calor.

De repente aparece mi mejor amigo con una sonrisa de oreja a oreja, al parecer viene a contarme que le dijo que si y que van a ir a tirar.

—Barbara dijo que si—dijo emocionado.

—Tienes condones?—pregunté con los brazos cruzados mientras me llevaba el vaso a la boca

—No.

—Y piensas hacerlo así nomás con ella?.

—¿Por qué no?—preguntó extrañado.

—¿Pero como tan idiota Cris?, Bárbara se a tirado a media universidad , que sabes tú si tiene alguna cosa pegada?—pregunté eufórico.

Me daba rabia , cómo era tan estúpido mi mejor amigo.

—Se me había olvidado eso—rió—pero ¿por qué tan serio?.

—me da rabia pues.

Sali de la cocina y fui al cuarto con los camarotes y de mi cama saqué unos condones que  me había comprado la semana pasada, que por cierto, eran los últimos que me quedaban, los había gastado todos.

Fui de nuevo a la cocina y se los pasé.

—Tres, por si se te rompen , son de sabor frutilla.

—Gracias compa, me abrazó y con la palma de su mano golpeó mi espalda un tanto fuerte.

—me voy, nos vemos—se separo de mi y se fué.

Amo su candor +16Donde viven las historias. Descúbrelo ahora