1.

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─ ¡No me toques más!

En ese preciso momento en que se escuchó a sí mismo fue que cayó en cuenta de que no sólo lo había pensado, sino que lo había dicho, que lo había gritado, justo al frente de los otros 7 miembros, las estilistas, el mánager, y toda la gente presente en el camarín de EXO.

Solo al levantar la mirada y ver la mueca de dolor en los rasgos de JongIn, fue que se arrepintió profundamente, pero ya habían pasado unos segundos; segundos en los que JongIn con lágrimas en los ojos, había salido con pasos apresurados de la habitación, con la mano que Kyungsoo había golpeado, firmemente sujeta al centro de su pecho.

Silencio.

Sólo eso era lo que escuchaba Kyungsoo en la habitación. Podía imaginar los gestos en el rostro de cada uno de los chicos en éste momento, pero simplemente, a pesar de haber pasado unos minutos, no podía asimilar lo que había dicho.

¿De dónde había salido semejante grito? Bueno, quizás estaba un poco estresado con la serie de conciertos, sin embargo, ¿De dónde había salido esa frase?

¡Por Dios! Él amaba a JongIn, no le molestaba en absoluto su toque, sus caricias, incluso cuando se ponía en su faceta de niño mimado buscando entrelazar sus manos frente a las fans; aún en esos momentos, ansiaba que JongIn lo tocara.
Entonces... ¿Qué había pasado?

Lo único que tenía claro, es que ver esa expresión en el rostro de su amado, hizo que le doliera el pecho como nunca antes.

Todos en EXO sabían sobre el amor que se tenían, sabían que ciertas noches había que subir el volumen del televisor, sabían que nadie recibía tantos mimos de Kyungsoo como lo hacía su novio, sabían sobre la necesidad de JongIn de sentir las curvas de ese pequeño demonio, pero lo que no sabían ni comprendían, era lo que acababa de suceder.
Ver a un Kyungsoo gritar (cuando siempre era el que mantenía la calma junto con Xiumin), a un JongIn salir sollozando de la habitación con el Mánager detrás alegando que tienen que irse todos juntos a los dormitorios, un silencio abrumador, y finalmente, a un Kyungsoo inmóvil, con lágrimas silenciosas recorriendo las rosadas mejillas, que no dejaban de caer, y él no hacía el intento por detenerlas.

Baekhyun fue el primero en reaccionar, acercándose lo más sigilosamente posible para una persona tan ruidosa como él.

─ Hey, Kyungsoo ─ Sujetando con sus dos manos las mejillas del chico, le volteó el rostro para que lo mirara, para que saliera del trance en el que estaba.

─ Baek ¿Qué fue lo que hice? ¿Cómo fui capaz de gritarle así? ─ Murmuró Kyungsoo mirando a su alrededor, cayendo en cuenta de las miradas estupefactas de los demás.

De cómo Minseok lo miraba con ganas de abrazarlo, de cómo Junmyeon sostenía su celular donde se podía escuchar la voz de Yixing diciendo "¿Estás ahí? ¿Hola?", Jongdae sólo miraba al piso buscando la manera de aligerar el ambiente, Chanyeol tenía las manos en sus muslos donde anteriormente estaba sentado Baekhyun; y Sehun, él sólo quería ir detrás de su amigo, para aunque sea hacerle saber que su hyung estaba igual o peor que él, pero sabía que JongIn no lo escucharía, que en este momento solo necesitaba llorar; y el estaría justamente ahí.

─ Chicos, Kyungsoo, hoy JongIn no volverá al departamento.─ Dijo el mánager entrando a la habitación.─ Tiene permiso de ir donde sus padres hasta pasado mañana, así que si están listos, podemos irnos.─ Finalizando su aviso con una mirada de tristeza hacia un Kyungsoo con los ojos abiertos como platos, mucho más grandes de lo que por sí, ya lo eran.

─ SeungHwan hyung, dile que vuelva.─ Decía Kyungsoo con voz temblorosa una vez que se acercó al mánager.─ No puede irse, tengo que.. tengo que explicarle que fue un error... que yo no quería decir lo que dije.─ Alegaba a punto de estallar en lágrimas otra vez.

¡No me toques! ♡ KaisooDonde viven las historias. Descúbrelo ahora