Creo que todos en algún punto anhelamos el amor. El de un apersona, el de un animal, el de la familia. Yo lo anhelaba hasta que me di cuenta que el amor puede ser tan hermoso como destructor, tan efímero y para algunas tan inalcanzable. Pero también están aquellos que no se preocupan ni siquiera en sentirlo a mi parecer esas personas son inteligentes, pero también se paga un precio, la soledad. El sentirse querido y amado puede ser algo que no todos tienen y es cuando ese sentimiento aparece como una sombra algo que antes no estaba ahí pero que de a poco va cambiando tu vida y al final es difícil salir de allí sin que alguien te saque.
Yo me consideraba como una persona que lo anhelaba, lo quería y hasta lo buscaba y como no, si al crecer nos hacían ver todas esas películas de Disney en las que el amor siempre triunfaba y te engañaban con que los obstáculos que atravesaban en el camino eran fáciles de superar. Pero esas películas y cuentos son fantasías no todos es fácil y no siempre accesible.
En estos momentos de mi vida pienso que crecemos con una burbuja donde todo parece simple y perfecto, donde nada puede lastimarnos, pero en un punto aparece una pared, un obstáculo tan alto que no queda otra que golpearse contra ella. Algunos ni siquiera la esperamos, en mi caso, otros saben lo que se avecina y algunos ni siquiera han despertado del golpe.
