One Last Time-Kirikami- OneShot

One Last Time

Fuertes eran los secos impactos en los casilleros, las respiraciones agitadas y las miradas llenas de deseo, no muy lejos, escondido entre los casilleros se encontraba un rubio viendo la escena.

Permaneció callado, tapó su boca para evitar que algún sonido saliera de ella. Sus ojos no podían creer lo que veía, temblaba del miedo pero más por la impotencia ¿Por qué?

Ambos chicos, Kirishima Eijirou y Bakugou Katsuki, se estaban besando frenéticamente en los vestidores. El único que podía presenciar tal acto era el joven Denki Kaminari, que había olvidado su toalla en los casilleros, pues su profesor los saco al patio para un entrenamiento.

El rubio eléctrico no entendía el porqué tenía que ser precisamente él y no otro el que observara esas cosas, ¿obra del destino? Últimamente estaba teniendo sentimientos extraños con respecto se trataba del pelirrojo, ver esto le ayudó a consolidar lo que sentía y además de eso, sentir un odio y desprecio mezclados hacia el rubio cenizo. La verdad no lo entendía, se suponía que eran amigos, o así al menos consideraba a Katsuki.

Sus piernas dejaron de temblar y empezaron a moverse con velocidad, estas reaccionaron cuando las dos primeras lágrimas bajaron por sus mejillas. Corrió lo más que pudo, sin observar a quien se topara por su camino. Su mente estaba muy confusa como para continuar con la clase, asi que solamente corrió hasta los dormitorios y se encerró en su habitación. Se tiró en su cama e irrumpió en llanto, acallando su voz con la almohada.

Los chicos pararon de besarse, ya que escucharon los pasos de Sato.

-Aizawa Sensei me mandó a buscarlos ¿Denki no está con ustedes?-Preguntó curioso, pues ellos dos, Denki, Sero y Mina siempre estaban juntos.

Ambos se miraron los rostros y alzaron sus hombros, pues no lo habían visto en todo el día. Sato suspiró pidiendo paciencia y todos se fueron al patio. Sato le comunicó a su profesor que no tuvo éxito en la búsqueda de Kaminari, así que todos prosiguieron con la clase.

Bakugou, Kirishima, Sero, Mina y por supuesto Denki tenían un escondite propio; es decir, tenían un lugar donde podían descansar y pasar momentos divertidos alejados de sus demás compañeros, en pocas palabras estaban debajo de las gradas de la escuela. Allí podían hacerse retos, escuchar música, bailar, jugar y un montón de tonterías mas. Llegada la tarde, todos los días el grupo de jóvenes caminaba hasta su escondite en sus horas de descanso, solo que esta vez, Kaminari no apareció.

-Qué raro, no he visto a Kaminari-Kun en todo el día-Habló la única chica del grupo, Ashido, quien le parecía extraño, pues el chico era muy energético y no se perdía ninguna junta.

-Quizás está enfermo-Dijo muy relajado Sero, que se acomodaba en uno de los pupitres viejos y oxidados que tenía la escuela. En especifico ese lugar servía como una especie de depósito, era amplio y abierto lo cual proporcionaba un fácil acceso. Sin embargo nadie bajaba pues todo el público se centraba en las gradas. De hecho, ellos eran los únicos que podían decir que ese lugar tenía unos muy buenos ángulos para ver cada juego, batalla o entrenamiento que se presentara en el patio.

-Yo tampoco-Dijo desanimado Eijirou, sentía que últimamente no compartía mucho con él y la verdad además de estar siempre en grupo, también pasaba mucho tiempo con Bakugou.

Antes los tres eran inseparables, a Kirishima siempre le pareció Katsuki una persona muy admirable, a pesar de ser muy enojón, grosero y con un fuerte carácter. Más detrás estaba Kaminari, que después estrecho lazos con el pelirrojo y más tarde con el rubio cenizo. Los tres se metían en problemas y formaban un gran equipo en cuanto se trataba de combate.Ashido y Sero se dieron cuenta de esto, la actitud de Katsuki, el espíritu de Eijirou y lo divertido que es Kaminari, hacían de ellos momentos realmente inolvidables y debido a esto no duraron mucho para también unirse al grupo.