2. SOSPECHAS

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Sori estaba llegando a la oficina, mira el reloj y piensa: "Mierda, siempre llego tarde, el doctor Augusto nunca me dice nada pero, siempre se nota que le incomoda, Maldita Sea! Siempre tiene que pasar algo que me retrase, no en realidad no, en realidad siempre es mi culpa, ¡Sori deja de culpar a los demás, si tan solo tuvieras el 10% de la responsabilidad del doctor Augusto, serías alguien tan exitoso como él, debes cambiar, aunque tenga 38 años nunca es tarde para mejorar!".

El ascensor se abre, Sori respira resignada ya que debe aguantarse la mirada de desaprobación que Ameghino le hace todas las mañanas, su cuerpo se llena del mismo valor que está acostumbrada y da el paso inicial hacía su puesto de trabajo, observa hacía su derecha a la oficina de Ameginho para saludarlo, y para su sorpresa, ¡No está! Ella sorprendida revisa su reloj y revisa su celular para confirmarlo, es imposible en los 8 años que está trabajando en este lugar jamás había llegado tarde, y jamás había ido a su laboratorio hasta que son las 8:30 am en punto, ni un minuto más, ni un minuto menos, era el hombre más puntual que conocía, es más, cuando el salía de su oficina a su laboratorio, ella varías veces cuadraba su reloj cuando se le desconfiguraba, ella dejó rápido su cartera sobre su escritorio y se dirigió a la parte de atrás del piso donde se encontraba el laboratorio de Ameghino, lo más seguro es que por razones desconocidas fue a su laboratorio antes, Sori toca la puerta y un investigador de la empresa le abre.

-Hola Speeck! Disculpa, ¿sabes si el doctor Ameghino ya entró a su laboratorio?

-No, él no ha entrado, estoy acá desde la madrugada en una investigación que él nos confió, seguro que no está en el baño o en su oficina, es obvio que está en su oficina, por su personalidad extraña.. Tu sabes cómo es, tal vez se te escondió o algo por el estilo.

-No, estoy segura que no está en su oficina.

-Carajo! Eso si es grave, jamás él ha llegado tarde ¿será que le pasó algo?

-¿Será dices? ¡Por favor! Estoy segura que le pasó algo, es imposible, nunca ha llegado tarde en los 8 años que llevo trabajando con él.

Sori, asustada va hasta su escritorio, lo llama al celular personal, al hospital, a la estación de policía, nadie tiene razón de él, lastimosamente nadie le conoce amigos, familia o alguien cercano que pueda obtener respuestas, Sori sentía como una gota de sudor recorría su frente y se transportaba por su rostro en la parte derecha, su corazón latía con fuerza, ella no entendía porque, ¿estaba preocupada? Pero si él no ha sido el jefe modelo que digamos, era frio, arrogante, sabía que ella para él era un ser insignificante y que la necesitaba para tareas que él no consideraba su tiempo para realizarlas, nunca le asignaba tareas compleja, hasta dudaba de las más simples, eso demuestra que dudaba enormemente de su capacidad intelectual, pero, a pesar de todo, necesitaba el trabajo y de una u otra manera, ella ha sido masoquista, ya ha estado acostumbrada a los golpes de sus parejas y maltratos, así que se podía decir que sentía cariño por él, a su manera, ella recordó su entrevista con Ameghino, él le hizo unas preguntas rutinarias, pero le sorprendió una de tantas.

- A ver señorita Sori, tengo una pregunta personal para usted, espero no le incomode ¿usted es estéril?

- Pero, ¿qué clase de pregunta es esa? Con todo respeto doctor, ¿esto que tiene que ver con el puesto de trabajo?

- Solo es curiosidad, he investigado un poco su vida personal, sé que ha tenido constantes cambios de pareja, se que ha puesto 3 denuncias de maltrato a distintas parejas, tiene 30 años y nunca ha estado en un trabajo estable, no has tenido hijos y te has acercado a entidades gubernamentales para adoptar un niño, ahora, es deducible que es estéril, pero quiero escucharlo de usted misma, ¿señorita Sori, usted es esteril?

PaternidadWhere stories live. Discover now