katniss y peeta ¿REAL OR NOT REAL? (una historia de amor como otra cualquiera)

CAPITULO 3.- ESA MISMA NOCHE

En esa misma noche nunca la olvidare, mi madre fue a descansar en otra de las casa de la aldea de los vencedores junto con los demás. Peeta y yo nos quedamos solos en la casa, tomamos un botella de tinto que Haymitch, había dejado en la mesa del gran salón, era demasiado rico es como tomar jugo de uva pero un poco mas fuerte como quien dice y era muy dulce, Peeta y yo platicábamos de lo que había sucedido, pero en un momento a otro cambio de tema.

-¿Qué tal si mañana vengo a cenar aquí con tigo o almorzar?

-MMmmmm… si claro – le conteste, aunque me siento muy caliente ¿me abre sonrojado? En fin me acerque a Peeta con la intención de darle un beso inolvidable y así fue. Me acerque poco a poco y el también, cuando nos dimos cuenta que estábamos tan juntos, dejo la copa en la mesa y me agarro el rostro, sus manos estaban tibias, sentí un escalofrió su mano derecha bajo hasta mi cintura y poco a poco me fue empujando hacia atrás y quede tumbada en el sofá, Peeta estaba encima de mí y me sentía incomoda por la forma que no estaba completamente acostada, así que me moví tan rápido y cuando lo hice, sentí que fue un gran error.

-¡espera!- me dijo con una voz de cansancio.

- si claro – le conteste y supe que fue un gran error. Pero en un momento a otro Peeta se levanto - ¿ya te vas?- le pregunte, no quería que se fuera.

-No. Pero si tú quieres que me vaya, me puedo ir.

-No quédate aquí con migo.

Peeta me levanto del sofá y me acerco a él cuando estábamos tan juntos, sentía su respiración que cada vez se aceleraba, fuimos caminando lentamente a mi habitación, solo que me sentí como una tonta no subí bien el pie que me tropecé en el último escalón y Peeta no puede aguantar sonrojarse y reírse de mí.

-¿Te agrado que me callera?- le dije en un tono molesto.

-No JAJAJA admítelo fue divertido- lo dice entre risas. Estamos en la puerta cuando la abro Peeta me carga y me lleva hasta el borde de la cama donde nos sentamos para admirarnos.

-“Estará bien que lo ágamos esta noche”- me pregunto dudando como siempre.

Peeta me acaricia el cuello con sus besos y cada vez baja un poco mas hasta que llega al cierre de mi pantalón y me desabrocha lentamente, mi respiración se acelera cada vez más pero la verdad es que es una sensación inexplicable.

Pasa la noche rápidamente cuando despierto veo a Peeta dormido, lo único que recuerdo de esa noche es que después que me desabrocho el pantalón decidió dormir con migo, creo que aun no estamos listos para semejante cosa, como tener relaciones tenemos diecisiete años y no tenemos nada de un compromiso de matrimonio , es mejor esperar.

Un rayo de luz atraviesa las cortinas, Peeta está despertando.

-Hola ¿Cómo le haces?- me pregunta Peeta.

-¿Qué?- pregunto curiosa.

-¿Cómo le haces? Para despertar hermosa.- me dice con una sonrisa en su rostro.