Me levante de un sobresalto. De nuevo la misma pesadilla. Miro mi reloj: 3:00 am, pienso '' esto no podría ser peor'' creo que ya era suficiente con tener que ir al psicólogo y que todos en la escuela me miren con lastima. Espero siempre que cada día valla a ser mejor, pero... mis expectativa se van de un golpe cuando solo pienso en esos cuatro peores días de mi vida,
Todo empezó hace un par de meses y debo admitir que lo que me paso no es algo que desearía que le sucediera a nadie por mas mala persona que sea. Era una chica como cualquiera, a tan solo poco tiempo para terminar la Universidad, con la única diferencia de que mi familia tenia mucho dinero y mi padre era un reconocido empresario, músico y humanitario, y hago incapie en la parte de humanitario. Por otro lado mi madre... no era la mejor pero ahora mismo no tocare ese punto.
En una tarde cualquiera, estaba de camino a casa y por alguna razón que desconozco totalmente: mi auto se averió, lo cual me pareció muy extraño ya que era una Mercedes-Benz de los nuevos, me lo regalo mi padre junto con mi abuelo por mi cumpleaños... Era muy raro que se averiara, de alguna forma me resultaba escalofriante. Estaba en medio de la nada, mi casa estaba a tan solo un par de millas... Pero como cualquier otro día ese ''atajo'' como yo lo llamaba; estaba desierto, no había ni un alma a la que pedirle un teléfono, pues el mio se quedo sin batería, o pedir alguna ayuda. Cuando de la nada apareció un coche, era muy extraño, ya que, en lo que a mi respecta, creo ser la única persona lo suficientemente desinteresada por la vida como para tomar este camino.
Del coche salio un hombre: alto, de un metro ochenta podría decir, su cabello no era muy largo y podía verle algunas canas. Había en su rostro algo de preocupación, pero de pronto todo se fue cuando en uno de sus movimiento para acercarse a mi, vi la punta de una pistola. No creí que fuera un policía, por lo que de inmediato entre a mi coche y de la guantera saque un arma. Mi hermano mayor Tom es parte de la unidad especial del FBI, igual que mis otros dos hermanos. Así que me obligaron a llevar una y a saber dispararla, lo cual no me agradaba mucho.
En cuanto gire para ver donde estaba el hombre. Ya estaba encima de mi, me tomo del brazo derecho y me lanzo. En cuanto caí al suelo las pistola salio de mi mano, quedando fuera de mi alcance. Intente alcanzarla; pero en ese momento sentí un fuerte dolor en mis costillas: me había dado un punta pie que me dejo sin aire.
El hombre me tomo del cabello y tiro hacia arriba obligándome a levantarme y para cuando me doy cuenta de que hay un segundo hombre; ya todo se veía negro. El hombre me había dado un golpe con el mango de su arma...
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Todo era borroso, no podría decir con exactitud donde estaba, pero si sabia que no estaba sola. Al menos habían unos 5 hombres; discutían de algo, pero no alcanzaba a oír. Uno de ellos se acerco a mi, echándome encima agua helada para que despertara, lo cual hizo efectivamente. Tenían sus rostros cubiertos, así que no podía verlos.
Intentaba moverme pero algo que me lo impedía, aparte de que sentía como si mis costillas se quemaran; estaba colgando, con las manos atadas por encima de mi cabeza.
Otro de los hombre se me acerco , recuerdo que dijo; que mientras mi padre cooperara, todo saldría bien para mi. Pero, de eso no estoy segura; ya que estos tipos sonaban mas peligrosos de lo que aparentaban con sus pasamontañas.
Si algo me enseño el trabajo de mis hermanos en el FBI, es que este tipo de situaciones no solían salir bien... Y la mía, podría decir, que era una de esas...
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Strong
Mystery / ThrillerSipnosis Mackenzie una chica algo "peculiar" con un gran sentido de la moda, además de una gran voz. Tenia una vida genial, como la chica popular de la escuela con todo lo que cualquier chica podría desear. Hasta que su vida dio un vuelco inesperado...