–¿Es que no te callas nunca? – le dije casi gritando mientras cerraba la puerta del auto , hasta ese entonces no había levantado tanto la voz.
–¿Quieres que me calle? Vale, eso haré – dijo con enfado pero mostrando un hilo de tristeza en su voz.
Arranqué el auto y nos unimos a la carretera para regresar a casa, nos esperaba un viaje de al menos 45 minutos así que después de la discusión en el restaurante, ese viaje se convirtió en una escena incomoda.
Ambos seguíamos callados y no estableciamos contacto visual ya que yo manejaba pero veía de reojo que ella miraba por la ventana mientras su pelo negro se revolvía gracias al viento que chocaba con ella, mantenía sus ojos casi cerrados, ocultando casi por completo ese par de esmeraldas....
–Mierda, mierda, mierda... No ahora por favor – digo mientras el motor comienza a sacar humo y producir sonidos extraños –¡Estúpida chatarra! – enciendo las direccionales y poco a poco me acerco a la orilla de la carretera para estacionarme.
Una vez orillado y parado, golpeó mi frente contra el volante de el auto haciendo sonar el claxon, era un pequeño auto con solo 4 asientos y que había comprado hace poco a un precio que, en su momento, parecía barato, entonces recordé lo que mi madre siempre decia:"lo barato siempre sale caro".
Vee solo observa mi frustración hasta que dice – ¿que pasa con el auto? –
–No lo sé, iré a revisar – suelto las palabras cortantemente mientras me quito el cinturón de seguridad.
Antes de poder bajar a revisar el motor, siento la mano de Vee que sujeta mi brazo antes de que pueda bajarme.–Tony... Yo, yo lo siento, sé que no fue lo correcto, y quisiera hablar contigo – me dice con su tierna voz, es mucho más dulce que hace unos minutos.
La miro por unos segundos pero no puedo solo reprimir mi enojo, aun siento rencor y es injusto que ella pueda cambiar de opinión cuando ella quiera, así que solo digo:
–Ahora no. –Despues de darle un último vistazo y ver sus ojos verdes llorosos, salgo del auto y me dirijo al motor para ver qué anda mal. Abro el cofre y sale un humo muy gris y denso que me hace retroceder. Después de que se vaya el humo me acerco a revisar... Esto es un desastre, ni siquiera sé para que sirve la mayoría de lo que hay aquí, no creo poder repararlo yo solo.
–¡Mierda! – me acerco a la ventana donde esta Vee – tendré que llamar a un mecánico, podría tardar. –
–No importa, solo me interesa hablar Tony, solo necesito un minuto. –
–Ya te dije que no me importa – me alejo y saco mi celular para llamar a un mecánico.
–¡Solo un minuto Tony! Por favor ! – es lo último que escucho de Vee antes de voltearme dándole la espalda y fingir que hablo con alguien.
Solo necesitaba un minuto... Un minuto, un minuto pudo cambiar demasiadas cosas. Un minuto de silencio después, todo se ensombreció .
Una carretera grande. Un camión a máxima velocidad. Un conductor borracho. Directo al auto.
Lo primero que escucho es el ruido de las llantas de el camión a máxima velocidad, después escucho a lo lejos el ruido de metal contra metal, el camión ha chocado contra un automóvil delante de él pero esto no impide que mantenga una velocidad alarmante. A penas pude voltear y ver al gigantesco camión pasar demasiado rápido, todo pasa en cámara lenta.
Vee voltea hacia atrás desde el auto, después intercambiamos miradas al mismo tiempo.
Solo bastó un minuto para que pasara todo. Corro hacia el auto lo más rápido que mi cuerpo me permite pero ya era imposible, veo como el camión impacta directamente en la parte trasera de el auto haciéndolo avanzar bruscamente y este da una vuelta y se vuelca completamente, el camión sigue su camino dejando al auto volteado y destruido.
Solo bastó un minuto para que se fuera lo que más amaba.El auto está destruido, no sé si correr hacia él o ir en la dirección contraria y gritar ayuda, me encuentro en shock. Un grupo de policías y ambulancias llegan después para analizar todo. Aunque ya no hay nada. No queda ni un minuto.