No es como si me gustaras

1.9K 65 13
                                    

Kirigiri se encontraba en la sala teatro, una sala demasiado espaciosa que con cada paso que daba se escuchaba alrededor de todo el lugar, se acercó a una pequeña radio portátil y presionó el botón de encendido.
Allí se escuchó una música suave y algo lenta, perfecta para un calentamiento de voz.

Podría decirse que era un tipo de chica diferente, nunca mostró interés por la música pero esta ocasión era especial, estaba practicando para una conferencia especial que se daría entre los altos cargos de detectives y al parecer su abuelo iba a estar presenciando todo.

Ya había pasado varios meses de no saber el uno del otro y quería mostrarle cuanto había madurado en el tiempo que no se habían visto, después de todo quería impresionarlo ya que, a pesar de que pasaría más tiempo con su padre no la convenceria de abandonar su oficio de detective.

Una vez leyó en un artículo que antes de cantar, los artistas preparaban su voz cantando un pequeño verso o tarareaban para mantener la garganta activa, como cualquier actividad lo mejor era calentar antes, si es que no querías hacer algún daño a su garganta.

Pensó que ambas situaciones eran parecidas, ya que un discurso puede durar lo mismo que una canción o aún más. Así que decidió poner en prácticas alguna de las tácticas.

Comenzó a tararear mientras movía el dedo índice como si formará círculos en el aire.

Justo por ahí pasaba Makoto Naegi, un compañero de clase de Kirigiri, a quien le tenía cierto "interés", se dirigía hacia la cafetería ya que se había perdido la hora de descanso por ayudar a un sempai, por lo que se le dio un permiso especial.

Estaba perdido en sus pensamientos hasta que escuchó una hermosa melodia que provenía por detrás de la puerta de la sala de teatro, se encontraba algo confundido ya que nadie pasaba por ahí a esas horas.

Se acercó a más a la puerta para poder escuchar mejor y oyó una voz hermosa y suave a la vez, era como las canciones que le cantaba su madre para que durmiera, tan dulce, tan tranquilo, tan familiar. Había pensado en Maizono pero ninguna canción se parecía a la que estaba escuchando en este momento.

Empujó la puerta y vio a Kirigiri, quien parecía muy concentrada y sin pensarlo abrió la boca.

-¡Hey! ¡Eso es bastante bueno!. -dijo alzando el pulgar.

Kyoko quedó en shock al oír su voz y no podía creer el hecho de que alguien estuviera allí o desde cuando la habría estado escuchando.

-¡¿Qué?! ¡Nadie te preguntó!. -dijo mirando a otro lado sonrojada.

-Tengo ahorrado un poco de amor que quiero gastar...en ti, pero nunca conseguiré la oportunidad de bailar ese romance contigo. -dijo jalando su brazo para se acercará más pero Kyoko lo empujó.

-Oh no, porque siempre me golpeas.

-¡Hiyah!. -expresó tirandole un cuaderno.

-Y me pateas.

-¡Hugh!. -tirando su estuche.

-Y tiras abajo.

-Ehehehe.

-Espero que no sientas lo que dices.

Pero veo que aún estás aquí, me quedo porque no puedo tener suficiente y me pregunto, "¿Cómo se sentiría tu mano entrelazada con la mia?"》. -pensaron ambos.

《Sin embargo, a partir de ahora》. -pensó estirando su mano para tocar la de Kyoko.

-¿Qué estás haciendo?. -dijo quitando rápidamente su mano.

¡No es como si me gustaras!Donde viven las historias. Descúbrelo ahora