De festivales y subastas

1.4K 176 90
                                    

La preparatoria para varones Konoha era una de las escuelas más prestigiosas de la zona, pero también era conocida por las extravagancias en sus festivales. En ocasiones parecía que por el hecho de que todos sus alumnos eran hombres se atrevían a realizar actividades más estrafalarias. Precisamente se acercaba un nuevo festival escolar y Uzumaki Naruto, el Presidente de su clase, se encontraba reunido con su Vicepresidente, Nara Shikamaru, para evaluar qué clase de actividad realizaría su grupo.

-Todos los lugares para obras de teatro están ocupados –enumeró Shikamaru-, ya hay varios puestos de comida, una casa del terror y ya nos ganaron la idea de realizar un café cosplay.

-Esa era la mejor idea que teníamos –suspiró Naruto-. Estaba convencido de que lograríamos juntar bastante dinero para nuestro viaje escolar.

-Pues tendremos que pensar en otra cosa porque falta poco tiempo.

Naruto se quedó observando la ventana del salón cuando de pronto recordó algo que vio en una película la noche anterior. Se puso de pie sonriendo radiantemente, lo que le dio un mal presentimiento al Vicepresidente.

-Ya tengo la idea perfecta, Shikamaru.

Los alumnos del grupo de Tercero C habían llegado a la conclusión de que tal vez su primer gran error fue elegir al hiperactivo Uzumaki Naruto como Presidente de su clase, de otra manera no estarían presenciando su brillante sonrisa mientras en el pizarrón colgaba el letrero sobre su gran plan para el festival escolar: una subasta. Y no una subasta cualquiera, ya que su gran idea era "ofrecer" a los chicos de la clase. De inmediato las protestas y reclamaciones se dejaron escuchar, pues no les gustaba el hecho de que cualquiera pudiera comprarlos. Shikamaru podía sentir un dolor de cabeza aproximarse, así que antes de llegar a ello intervino para callar el alboroto.

-No vamos a subastarlos a todos –aclaró-. Si hubieran dejado que Naruto terminara de explicar, les habría informado que únicamente se subastarán a los más populares de la clase.

-Exacto –siguió el rubio con emoción-. Shikamaru y yo investigamos, hicimos encuestas y determinamos que estas serán las diez personas subastadas.

Pegó otro letrero donde enlistaba a los afortunados, o mejor dicho, desafortunados cuyos servicios serían vendidos al mejor postor. Entre ellos se encontraban Shimura Sai, Sabaku no Gaara, Yuki Haku, Hyuuga Neji, Inuzuka Kiba, Nara Shikamaru e incluso Uchiha Sasuke, quien ciertamente era el chico más popular de toda la escuela, pero resultaba ser también el novio del Uzumaki.

-Un momento –habló el Vicepresidente-, ¿qué hace ahí mi nombre?

-Sé de muy buena fuente que varios pagarían bastante por ti, Shikamaru –respondió el rubio-. Eres el estudiante más listo de Konoha, después de todo. Hay que hacer sacrificios por el bien de los demás.

-¿Ah, sí? ¿Entonces por qué no está tu nombre anotado en esa lista?

-Soy el Presidente de la clase y quien dirigirá el evento, por lo tanto no puedo ser subastado. Pero sé que juntarán mucho dinero incluso sin mí. Hasta Sasuke está dispuesto a participar en todo esto.

-¡Debes estar bromeando, idiota! –reclamó el mencionado- ¡En ningún momento preguntaste mi opinión!

-Vamos, según nuestras investigaciones, con todos ustedes podríamos recabar suficiente dinero para poder ir a más lugares durante nuestro viaje escolar –insistió Naruto-. Siempre nos hemos distinguido en Konoha por ser un grupo muy unido, ¡pues este es el momento para demostrarlo!

Los discursos del rubio eran legendarios por la emotividad que podía transmitir, pero en esos momentos los que serían "subastados" no estaban nada convencidos de ello. Sin embargo el resto, al ver que estaban a salvo, comenzaron a reflexionar y empezaron a apoyar la idea.

De festivales y subastasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora