¿Y si jugamos? (Calamardo x Bob Esponja)(yaoi)

¿Pocky?

Narradora :3

Era un día lluvioso en la ciudad, con unas fuertes ventiscas en toda el lugar. Mirando hacia las nubes se podría notar los resplandores causado por las descarga eléctrica, relámpagos cayendo en distintas partes, hasta el momento no había afectado a nadie, las gotas de agua caían frenéticamente, la mayoría de la gente estaba resguardada en sus casa esperando que terminara esta pequeña tormenta. Podría ser un día para tratar de convivir con sus familias, pasar un rato con sus personas queridas.

Pero eso no era lo mismo que pensaban un par de personitas que estaban en una casa color amarillo cremita.

En esa casa se encontraban dos chicos sentados en distintos lugares; uno de cabellos azulados sentado cerca de la venta, con su cabeza apoyada en sus brazos colocados en la pequeña barra acolchonada de color blanco, observando sin mucho interés las pequeñas gotas que caían en la venta, viendo cual gota caeria primero a la vez que el cristal se empezaba a empañar por el calor que había dentro del hogar, mientras cierto rubio estaba sentado en el sofá, jugando nerviosamente con sus dedos con la mirada agachada y su cara algo sonrojada, sintiendo como su corazón empezaba a latir fuertemente.

Reinaba el silencio en ese momento, ningunos de los dos articulaba tan si quiera una palabra, solo se podría escuchar el sonido de la lluvia callendo.

Esto no podría empeorar, pensaba Bob, lo que nadie se esperaba, y como toda persona dice eso, mágicamente a unos metros de la casa de Bob, un relámpago había caído en un transformador, haciendo que tronara  estruendosamente, quemando el fusible de varias casa en la colonia en donde vivia, incluyendo su casa.

Bob tan solo apenas escucho el gran estruendo dio un grito que se podía escuchar a kilometros de distancia, saltando de su lugar y corriendo a donde estaba Calamardo lanzándose literalmente hacie él, tirándolo de donde estaba sentado. El subdicho tan solo sintió como un peso algo menor lo había tumbado, cerrando los ojos al sentir la caída, logrando que estuvieran cerca uno del otro, abrió los ojos para poder visualizar que era o mas bien quien era el causante de lo que  hayan tumbado, ya tenia una idea de quien era, Bob, quien mas seria, sabiendo que nada mas se encuentran ellos dos.

El pudo ver mas de cerca el rostro de Bob, haciendo mas notorio el sonrojo que tenia el de cabellos rubios, veia detenidamente aquellos ojos azules que le fascinaba ver cada día, pero nunca se lo diría, su orgullo ante todo, su tan linda cara que para Calamardo pareciera de porcelana y sus tan tiernas pecas que lo hacían ver lo mas adorable.

Tan solo bob al darse cuenta en la posición que ambos se encontraban, se levanto lo mas rápido posible, su cara estaba toralme te roja, que hasta se podría decir que pareciera un tomate, haciendo que su corazón tratase de salir de el.

-L-lo si-siento mu-mucho-decía bob y ofrencionde le su mano para poder ayudar lo a que se levantara del frío piso. Calamardo solo acepto la ayuda que le ofrecían, una corriente eléctrica se hizo presente cuando ambos se tomaron de la mano, recorriendo los por todo sus cuerpos.

-No te preocupes Bob-decia ya estándando levantando, con un leve sonrojo que el otro no pudo percibir.

-Y-ya que no habrá luz p-por un buen rato, iré a t-traer unas velas que están en la c-cocina- nerviosamente decía dando se la vuelta rápidamente para que Calamardo no notara su sonrojo.

-Yo te acompaño-dijo con una sonrisa pícara, lo cual nuestro querido Bob no había notado, tan solo asintió con la cabeza.

Estándo ambos en la cocina el de ojos azules busco por unos cajones las dichosas velas, pero no estaban las cosas, el a aseguraba que estaban ahí, alzo su vista y pudo ver las velas que se hayaban arriba de la alacena, así que trato de buscar con la vista la pequeña silla que usaba para poder alcanzar las cosas que estaban en partes altas, pues que digamos su estatura no pasa de 1.60. Se le dificultaba poder ver cosas en la oscuridad, y dejo de lado en encontrar su banquito. De puntitas estaba ahora Bob tratando de poner alcanzar aquellas velas, pero por mas que se estiraba no podía alcanzar las.
Por otro lado nuestro querido Calamardo trataba de no reírse por aquella escena que esta viendo.