Es difícil empezar a escribir una carta, más si es de esta clase, es doloroso, pero increíblemente aliviador, ya lo entenderán, es que, por fin tener el valor de escribir estas lineas. Tantas veces he querido que llegue el momento que se a vecina en cada segundo y en cada palabra que me acerca al final de esta carta, no puedo evitar sentir un alivio temprano y unas ansias increíbles de poner punto final.
Seguramente nadie lea esta carta, pero si es que la estas leyendo lo mas probable es que me encuentre en descomposición, y lo mas seguro es que ni siquiera me conozcas y te invada esa necesidad de saber el porque.
No importa quien soy, ni de que vivo, para saber el porque. La razón de esto me lleva a muchos años atrás, en mi adolescencia, mi familia no tenia mucho dinero y mis padres hacían lo posible para traer el pan de cada día. Siempre me gustaba ayudarlos en mis ratos libres cuando no estudiaba, hasta que un día un muchacho de mi barrio me convenció de probar algunas drogas. Después de ese día todo cambio.
Deje de ayudar a mis padres, ahora cuando salia del liceo me iba directo al barrio con quienes en ese entonces creía que eran mis amigos; me la pasaba drogado y alcoholizado, pasando la mejor etapa de mi vida, sin preocuparme por nada haciendo lo que quería. Unos meses después mis notas en el liceo comenzaron a ir muy mal, no me preocupaba en nada relacionado a mis estudios, llegue hasta el punto de repetir el año.
Cumplí mis 17 y 18 años lejos de la enseñanza, escondiendo la verdad a mis padres para poder seguir viviendo bajo un techo y conseguir el dinero para comprar drogas.
El día que mis padres se enteraron yo ya había cumplido 19 años, y decidieron echarme de la casa. Sin saber a donde ir ni que hacer decidí robar una tienda para conseguir algo de dinero. La primera vez salio muy bien, pude comprar droga. Esta vez no era la de siempre, esta me producía una necesidad insaciable, y sabia que me iba arruinar mas de lo que ya estaba, pero no me importaba perder mas de lo que perdí para sentir de nuevo esa sensación.
La segunda vez que intente robar una tienda no salio como me lo esperaba, el hombre del mostrador tenia un revólver y yo tan solo un cuchillo, no intente escapar, no iba a lograr nada, mi vida era un desperdicio y entrar en la cárcel no cambiaría en el infierno que estaba viviendo.
Estuve preso durante 6 meses, fui golpeado, violado y hasta me apuñalaron. Ya no sabia discernir entre un infierno u otro, quizá nada de esto hubiera pasado si cuando era mas joven me hubiera preocupado por mis estudios.
Después de una semana de salir de prisión, estoy viviendo lo peor que cualquier ser humano podría vivir; soy pobre, drogadicto, alcohólico, mediocre, hace una semana que paso hambre, apenas tengo fuerzas para escribir esta ultima carta.
En estos últimos días me he dado cuenta del desperdicio que soy, nunca llegue a tener un titulo, una familia, una casa y mucho menos una buena vida. Espero que mi historia ayude a muchos como yo.
Tengo el revolver cargado y listo para terminar la carta.
![](https://img.wattpad.com/cover/138912661-288-k781080.jpg)