Capítulo 5

72 8 6
                                    

Esta vez no pude dormir.

No sabía si era por la culpa, porque ya había dormido en el autobus o porque ver a Harry dormir era hermoso. O, claro, porque debería acostarme como un captus, con las manos hacia arriba. Tenía como misión futura pensar más antes de hacer locura y pensar menos antes de juzgar.

Me apoyé sobre mi codo y aparté su cabello lejos de su rostro. Ahí estaba esa sonrisita que aparecía cuando lo tocaba, y viéndolo con tanta atención se notaban ligeros hoyuelos en su mejilla. La tentación de picarlos con mis dedos era grande pero posiblemente se despertaría si lo hacía.

Así que preferí recostarme y pensar. Harry había vivido en esta casa hacía muchos años atrás, cuando era un niño y su padre vivía. Era una casa bonita, abajo tenía una sala, una cocina, un comedor y un baño extra bajo las escaleras. Arriba, dos habitaciones y algo que estaba lleno de cajas, así que suponía era un "almacén". El sótano tenía un lavadero y cientos de telarañas con sus dueñas dispuestas a atacar.

Según Harry, cuando se sentía abrumado de trabajo y de, su ahora ex, novia, venía aquí a relajarse. No había mucho pero era mejor que caos y dramas. Y como, al parecer, se sentía abrumado la mayoría del tiempo, Harry tenía una valija repleta de ropa, un congelador hasta arriba de comida congelada y leños para la chimenea. La casa estaba preparada para la estadía de un hombre, ya que los únicos productos de higiene eran escasos y masculinos notablemente. Pero, ¡No estoy quejándome! Era lindo oler como Harry, aunque si me cansaba siempre podía sentir su aroma, ¿Cierto?

—Jessica, ¿Qué hora es? ¿Por qué no duermes?— preguntó de repente, con voz ronca y supe que encender la luz no había sido buena idea.

—Es tarde, será mejor que tú duermas.— lo evadí, apagando la luz y con suavidad, Harry me aproximó a él, besando un camino por un lado de mi rostro.

—No intentes engañarme, quiero que duermas, más tarde debemos ir a una clínica a que te revisen, podrías tener astillas de cristal que no podemos ver.— susurró, comenzando con el otro lado de mi rostro también.

—No puedo dormir como un cactus recostada boca arriba, Steel, esto es difícil e incómodo.— balbuceé, disfrutando de que hubiese acabado el camino en mi mentón con una ronca risita y subiera de poco a mi boca.— Harry...

—Cariño, cuando me duermo sobre ti si puedes dormir boca arriba y con tus brazos como captus.— murmuró, besándome del cuello hacia abajo esta vez.

—Esas veces me agotas y además a veces duermo con mis manos abrazándote el trasero.— bromeé, rápidamente mientras sus hábiles dedos abrían de a poco la camisa que llevaba puesta.

—Déjame "agotarte" entonces...— susurró una última vez, cuando la camisa ya estuvo abierta por completo y se lo dejé.

Eso funcionó, muy bien.

La próxima vez que abrí los ojos, una televisión realmente vieja estaba encendida frente a mí y Harry reía con la boca repleta de tostada. Fruncí el ceño de confusión, ¿Acaso no nos habíamos dormido horas antes? ¿Cómo podía él estar tan despierto?

—Bombón, buenos días, ¿Te desperté?— preguntó Harry, bajando el volúmen del televisor con un mando a distancia mientras me veía.

—No, solo desperté, ¿Qué hora es?— pregunté, intentando sentarme aunque las palmas de mis manos me ardían. Harry sorbió de una taza y me entregó su dulce sonrisa de "Algo estoy ocultando".

—Como las cinco de la tarde, es sorprendente que hayamos dormido tanto, ¿Tú no despertaste antes?— preguntó, ofreciéndome la taza y la acepté con cuidado. El calor del chocolate dolería incluso entre las vendas.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Feb 16, 2018 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

¡It's not easy! (Crazy Little Things #2)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora