Desaparecido

I

La puerta de la habitación rechinaba mientras Ana abría la puerta lentamente y con sigilo, observó de un lado a otro con un ligero movimiento horizontal de los ojos, la habitación de Dayann se encontraba con un desorden total como si un camión de basura hubiera llegado y regado toda la basura por su habitación, a duras penas se podía visualizar un pequeño sendero que partía desde la puerta de entrada de su cuarto hacia el baño. <<Es normal que un adolescente de 17 años tenga su habitación así de desordenada>>.

Ana se abrió camino por el pequeño sendero de la habitación desordenada de su rebelde hijo. Observaba a su alrededor mientras caminaba como si estuviera recorriendo una ciudad en ruinas y desolada. Se dirigió lenta y cuidadosamente hacia el baño al llegar ahí abrió totalmente la puerta ya que esta se encontraba semi-abierta, las viejas bisagras de la puerta emitieron un pequeño sonido de rechino pero de igual forma Dayann no estaba ahí entró al baño y notó que el espejo se tornaba pañoso, Ana sintió un pequeño bochorno. La bombilla empezaba lentamente a oscilar mientras el corazón de Ana empezaba a latir rápidamente como un bombo tocando una canción rápida. Levantó la mirada y al ver la bombilla esta oscilaba más rápido, luego bajo la mirada y observó el espejo que lentamente se limpiaba solo, dejando solamente una palabra aquel espejo, aquella palabra era...

-¡Ana! ¡Ana! ¡Ana! Despierta.

-Se despierta algo confundida- ¿Qué? ¿Qué pasó?

-Ana ¿Estás bien? ¿Por qué gritabas?

-Tranquilo Jos, era una pesadilla- Lo miró y trató de sonreír aunque no lo consiguió.

-¿De nuevo? Es la cuarta de esta semana, Al parecer aún no logras asimilar lo que pasó ¿Verdad?

-Suspiró-Entiéndeme es muy difícil para mí, No puedo superar esto de la noche a la mañana.

-Lo sé es difícil, también lo es para mí -Rodeó su brazo por los hombros de Ana- pero pronto lo encontraremos y seguiremos con nuestra vida.

-No Jos, eso no me tranquiliza, Un pronto todo estará bien no hace que me calme, debemos buscar nosotros a nuestro hijos, porque esos cerdos policías no hacen nada, solo se sientan en sus patrullas a comer y charlar que tal la pasaron con su amantes los fines de semana. Debemos buscar e investigar por nuestra cuenta solo así encontraremos a nuestro hijo. –Se quitó y se hizo a un lado-

-Ana solo ha pasado un par de semanas, las investigaciones llevan su tiempo, hay que esperar. Es más hoy van a interrogar a los compañeros de clases de Dayann.

-¿Hoy? ¿Hablas en serio Jos?

-Sí, me lo dijo el abogado García.

-Sus ojos se iluminaron por momento- Bueno, espero que hablen con la verdad.

-Espero lo mismo, ¿Qué hora es?

-Tomó su celular ubicado en el velador al lado de la cama y observó el reloj- Son las nueve de la mañana.

-Bueno iré a ducharme-Se levantó de la cama y la cama, se dirigió hacia donde Ana para darle un beso en la frente-

-Gracias Jos-Lo abrazó- Luego vio a Jos alejarse mientras se quedó sentada al filo de la cama junto al velador. Encendió la televisión.

Canal 7 "Somos los primeros en dar las noticias" a continuación los titulares: La tasa de desempleo aumenta en un 2%, 10 hectáreas de un bosque fueron consumidas por las llamas debido a una fogata que no fue apagada totalmente, ¡noticia de última hora! informamos que el presidente destituye de su cargo al vicepresidente y bla bla bla...

Aburrida apagó el televisor, En ese momento se le cruzó el incómodo recuerdo de aquel espejo del sueño.

La ansiedad se empezó a apoderar de Ana, un frío cosquilleo recorrió su columna vertebral, acompañado de un incómodo y horroroso dolor de estómago. Trató de pensar o traer algún otro recuerdo para olvidarse por momento de aquel sueño, así que recordó el día de su graduación, el bello recuerdo de aquella tarde junto a Jos y sus compañeros de clase, todos vistiendo su toga con birrete fue un bello momento en ese entonces y aún lo recuerda como aquello, poco a poco la terrible sensación de ansiedad fue desapareciendo hasta llegar a la tranquilad.