Omega capítulo : 2

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Yoosuk contempló un momento el camino que el extraño había tomado y luego siguió como si nada hubiera pasado hasta llegar al amable secretario y amigo, quien observaba con expresión preocupada sobre su hombro, específicamente hacia la entrada.

—¿Qué pasa? —pregunto confundido, siguiendo su mirada.

—Nada... Creo... —sacudiendo su cabeza levemente volvió su vista hacia el alfa con una amable sonrisa—. Yejoon hyung te espera arriba —aviso.

Asintiendo con la cabeza, Yoosuk se adentró al ascensor. Su vista se posó en la entrada recordando el delicioso aroma del menudo chico, no sabía que la lluvia y las flores silvestres podían ser tan atrayentes y calmantes, aunque debía de admitir que los ojos del pequeño, seguramente omega, le habían atraído y preocupado al mismo tiempo por el miedo que distinguió.

Observó sus manos, aun teniendo la sensación del pequeño y delgado cuerpo, tan cálido.

Llegando a la oficina de su mejor amigo Yejoon, entró sin tocar como acostumbraba a hacer cuando le visitaba. El alfa contrario lo miró enseguida con la esperanza de que fuera el joven omega que había vuelto, al reconocer a Yoosuk no pudo evitar bufar mientras volvía a recargar su espalda en el respaldar de la silla, cruzando sus brazos sobre su pecho.

—Si, yo también estoy feliz de verte a-mi-go —ironizó sentándose frente a él.

—¿Qué no podías llegar unos minutos antes? —se quejó.

—Joon, vine en cuanto pude —frunce el ceño—. Salí a mitad de una reunión que yo mismo pedí incluso porque me llamaste diciendo que era urgente.

—Si era urgente —suspira—, encontré un omega perfecto para ti y Soomin, tenía todo lo que me pediste.

—¿En serio? —preguntó cambiando su malhumor al escuchar aquello—. ¿Y dónde está?

—Se fue hace unos minutos —suspira—. No sé si fue debido a que sucedió algo, ya que estaba viendo su móvil o porque yo le asuste al decirle que posiblemente ya le tenía a alguien. No se veía del todo convencido en su decisión y tal vez yo... Fui algo intenso —explicó.

El alfa junto sus cejas con expresión pensativa—. ¿Era bajo, de cachetes grandes y apretables, labios gruesos y de cabello castaño claro? —pregunto describiendo al chico con el que había chocado—. ¿Y su aroma de lluvia y flores silvestres?

—¡Sí! ¡Es él! —asintió repetidas veces con su cabeza—. Aunque lo del aroma no estoy muy seguro, solo distinguí la lluvia porque estaba muy nervioso como para distinguirlo del todo. ¿Lo conociste?

—Choco conmigo antes de salir, se le veía asustado y alterado —indicó—. Seguro y lo asustaste, alfa tonto.

—No lo asuste... Creo... —hace una mueca, dudoso—. Bueno, de todas formas estoy seguro de que va a volver, se le veía algo urgido a pesar de todo —explicó entregándole la información de JiHun.

—Sí, es lo que buscamos con Soomin —dijo revisando el informe, detallando las facciones de JiHun—. ¿Crees que realmente vuelva? —pregunto—. Dijiste que no se le veía seguro de su decisión.

—Seguro o no, es algo que tengo que hacer —repitió las palabras del pequeño omega—. Creo que sí lo hará, solo espero que esta vez funcione para ti y Soomin.

—Sabes que si lo hará —aseguró devolviéndole la carpeta con la información—. Años que hemos querido tener un cachorro y sabes la razón por la cual no hemos podido, ya le dije a Soomin que no era culpa suya pero... Ya sabes como es de terca —suspira con cansancio.

—Lamento lo de Soomin, pero siendo sincero contigo... No creo que sus peleas acaben solo por tener a un cachorro en camino, tener un hijo es una gran responsabilidad —dijo con tono serio.

—Sé que es lo que necesitamos y con esto seguro estaremos más unidos —aseguró tercamente.

Yejoon negó con su cabeza—. Contigo no se puede —suspira—, te llamaré por si JiHun me confirma.

Yoosuk sonrió y salió de la oficina, en la puerta giratoria no pudo evitar pensar en el pequeño omega y su aroma, estaba seguro de que su cachorro sería hermoso gracias a él si decidía aceptar.

Sacudió su cabeza con una pequeña sonrisa, solo pensar en que por fin podría ser padre era motivo de celebración. Tenía que decirle a su pareja la gran noticia.

(****)

Al llegar a su casa, lo primero que hizo el alfa fue buscar a su pareja, su beta, Soomin. Yoosuk siguió el perfume de rosas artificiales, muy fuerte para su gusto, hasta la cocina. Inmediatamente apareció la espalda de su pareja mientras esta hablaba por móvil.

—Soomin, tengo una gran noticia que compartir contigo, amor —exclamó sin poder ocultar la felicidad en su tono.

La beta se sobresaltó ante la repentina voz, pero al reconocer a su pareja no dudó en cortar la llamada y girar con una gran sonrisa antes de lanzarse a los brazos del alfa.

—¡Yoonie llegaste!

—Si amor. Sé que aún es temprano pero Yejoon me llamó y me dio una buena noticia que sé que te alegrará tanto como a mí y no quise esperar hasta esta tarde para compartirla contigo —sonrió abrazándola con fuerza. Yoosuk solo no podía con toda la emoción dentro de él.

—¡Dime! ¡Dime! ¡Dime! —exigió como una niña pequeña, cambiando su tono de voz a uno mucho más chillón que molesto de cierta forma al alfa, pero aun así no dijo nada.

—Yejoon encontró a un omega con las características que pedimos, por fin seremos padres, Soomin —anunció—. Bueno, tal vez falta que confirme pero... La probabilidad de que lo haga es alta —explicó.

La beta podía sentir lo feliz que estaba su alfa, prácticamente podía verla debido a la forma en que hablaba y se expresaba el contrario pero ella... No sabía cómo sentirse realmente, quiso excusarse con que estaba recibiendo una gran noticia por su falta de motivación.

Pero viendo tan feliz a su pareja, no dudó en fingir una gran sonrisa para complacerlo.

—¡Soy muy feliz! —grito sonriendo contra el cuello de Yoosuk.

Yoosuk no podía estar más acorde con su pareja, al fin los problemas se irían, no habría más mentiras o discusiones.

—Hay que esperar a que Yejoon nos llame pero te juro que el chico era hermoso y tenía exactamente lo que pedimos entre los dos.

—¿Es un chico? —pregunto confundida.

—Dijimos que tenía que ser omega, no importaba si era hombre o mujer y este chico es el indicado, me lo aseguró Yejoon —respondió seguro, dejando de abrazar a su pareja.

—No debería de creer todo lo que te dice Yejoon amor, ya sabes lo que pasó la última vez —Soomin dijo con voz suave mientras rodaba los ojos.

—La última vez no fue su culpa —defendió frunciendo levemente el ceño—. Fue un problema con la inseminación —le recordó, ya cansado de volver a la misma discusión de siempre.

—Ya bebé, no te alteres —levanta sus manos de forma inocente—. No obtenemos nada con discutir al respecto, solo habrá que esperar al famoso omega que venderá su vientre —espeto con descuido.

—Soomin, no lo digas así, suena feo y realmente no creo que ellos lo hagan por las razones tan malvadas que cruzan por tu mente —regañó con cierta molestia—. Además, te debo de recordar que gracias a ellos vamos a poder tener un cachorro —pronunció con voz dura.

Odiaba a las personas que juzgaban y maltrataban a los demás, no importaba su posición o dinero, la gente debía respetarse entre sí, eso era lo que más valoraba Yoosuk.

—¿Prefieres defenderlos a ellos? —cuestiono algo irritada—. Son simplemente personas sin dinero que harían cualquier cosa por ello —reclamó cruzando sus brazos mientras le daba la espalda al alfa—. Yo no soy mala Yoonie, no soy la única que piensa así.

—No quiero discutir sobre eso, no quiero pelear contigo por algo así —pidió soltando un suspiro frustrado—. Solo... No le digas nada hiriente al chico cuando lo conozcamos, parece que era su primera vez en algo así, según Yejoon.

—Bien —respondió cortante mientras salía de la cocina.

Yoosuk gimió internamente ante el comportamiento de la beta.

—Amor... No te enojes por eso ¿si? —le siguió intentando mantener la paz.

—Ajá.

—Tendremos un cachorro, ¿no estás feliz? —pregunto bajando el tono de su grave voz, provocando un escalofrío en su pareja.

Soomin mordió su labio inferior con picardía.

—¡Dios Yoonie! ¡Sabes que si! ¿Quieres practicar tener uno ahora? —pregunto coqueta mientras meneaba exageradamente sus caderas.

—Mm... ¿Por qué no? —respondió el alfa siguiéndole el juego a su pareja, podía sentir cuán excitada estaba la beta mientras la besaba sensual y demandante.  

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