—Descuide, el chico es joven y fuerte como todo alfa, solo tiene heridas leves y uno que otro hematoma que se irán con el tiempo y medicamentos para el dolor —informó el doctor.
—¿Estará bien? —insistió con preocupación.
El hombre mayor hizo una mueca irritable pero al apreciar la preocupada expresión del omega y sus temblorosas manos, suspiro.
—Su hermano está bien joven Ahn, lo prometo. Fue solo una tonta pelea de adolescentes, unos días en reposo tomando sus medicamentos a las horas indicadas y todo estará bien —prometió con una sonrisa amable el doctor—. Puede pasar a verlo si gusta, por mientras voy a tramitar los papeles para darle de alta, no creo que sea necesario que se quede pero hay que esperar por unas radiografías que le hicimos para estar más seguros —anuncio alejándose después de señalar hacia donde estaba su hermano.
JiHun respiro profundamente antes de cruzar la puerta, pasando las otras camas que había en la misma habitación, el castaño se detuvo en la que le señaló el doctor. Corriendo las cortinas con lentitud, apreció a su hermano sentado en la camilla flexionando su brazo izquierdo como si comprobara que tanto lo podía mover.
Al percibir la presencia de JiHun, el joven bajo el brazo y le sonrió alegremente al omega.
—¿Quieres impresionar a algún chico o una chica que aún no te colocas tu camiseta? —pregunto JiHun, acercándose al menor.
No pudo ocultar su mueca de dolor al apreciar los hematomas en las costillas, alzando sus ojos observó que la mejilla derecha estaba un poco inflamada y había un pequeño corte en una de las cejas, pero aparte de eso no veía algún otro daño en su hermano.
—Sabes que no, Hyung —sonrió intentando borrar la expresión entre culpable y preocupada del mayor—. Estaba esperándote para que me ayudaras.
—Aigoo, ¡Junnie quiere ser mimado! —intentó bromear, atrapando con suavidad el rostro de su hermano.
—¡Yah, hyung! —se sonrojó quitando con suavidad las pequeñas manos del omega, frunció el ceño en un intento de parecer rudo que solo causó más ternura en el mayor.
Colocándose frente al alfa, JiHun lo rodeó cuidadosamente con sus brazos por miedo de lastimarlo más. Podía sentir un pequeño rastro de miedo en el aroma del menor que le provocó remordimiento por dejarlo solo sin haberle advertido sobre las amenazas de los cobradores, si le hubiera dicho, tal vez Jungho no hubiera salido y no lo hubieran atrapado.
Y JiHun sabía que el dañar a su hermano únicamente había sido una advertencia hacia él para que pagara pronto. Esos malditos sabían que Jungho era su punto débil.
Suspirando, inhalo profundamente enterrando su nariz en el cuello de su hermano, percibiendo como el aroma a roble y arándanos era muy fuerte debido a las recientes emociones del alfa. Inmediatamente liberó su aroma tratando de calmar a Jungho, todavía sintiendo su adrenalina rondar su cuerpo.
Jungho alzó uno de sus brazos y rodeó la cintura de su hermano, sintiendo como su cuerpo se relajaba poco a poco a medida que el dulce aroma del omega invadía sus sentidos.
—Lo siento... —murmuró el omega con tono culpable, alejándose un poco.
—No es tu culpa Hyung... —negó con su cabeza—. Además, yo soy muy fuerte, debiste haber estado ahí para ver cómo dejé a los otros —sonrió tratando de calmar a su hermano que aún reflejaba la preocupación en su rostro.
Pero Jungho realmente estaba aliviado de que lo hubiera atrapado a él y no a JiHun, su hermano no hubiera sido capaz de responder y defenderse como él lo había hecho.
Aún preocupado JiHun sonrió y estiró su pequeña mano para acariciar la maltratada mejilla de su hermano. No importaba lo que le dijera Jungho, el omega sabía que solo era su culpa por no advertirle y por no tener el dinero.
Ya no había nada que pensar, ya no había más dudas, JiHun entendía que tenía que hacerlo por el bien de su hermano y por él. No iba a permitir que lo volvieran a lastimar nunca más.
—De acuerdo hombre de pecho peludo —bromeó sacándole una ligera risa al menor—, espérame unos segundos para hacer una llamada y ver si el doctor ya tramitó tus papeles de alta para irnos. Por favor, no rompas los corazones de las inocentes personas mientras tanto.
—No es mi culpa Hunie —se defendió.
—Oh claro que no —negó rodando sus ojos—, solo eres un chico de diecisiete años, alfa, con buen rostro y cuerpo que sabe de sus atributos y los usa a su favor —Jungho se encogió de hombros con fingida indiferencia mientras sus orejas adquirían cierto tono rojo ante la vergüenza en las palabras del contrario.
—Yo no hago nada Hyung, solo respondo lo que me preguntan —argumento—. Si ellos se hacen ideas, ya no es culpa mía.
—Ya, claro. Espérame —negó sonriente mientras volvía a correr las cortinas en su lugar antes de salir de la habitación, saludando de paso a las otras personas en el cuarto.
Estando del otro lado de la puerta y fuera de la vista de Jungho, borró su sonrisa y tomó su teléfono móvil.
Solo fueron como máximo cuatro tonos antes de que contestaran su llamado.
—Buenas tardes habla con Im Taewook secretario de IAE, ¿en qué puedo ayudarle? —contestó el omega de manera respetuosa y profesional.
—Hum... ¿Taewook? Soy yo, JiHun... —pronunció mordiendo su labio inferior, de pronto dudando de que el joven recordara su escasa conversación.
—¡JiHun! —exclamó obviamente recordándolo—. ¿Cómo estás? ¿Qué sucedió? ¿Estás bien? ¿Necesitas ayuda? —cuestionó de manera rápida—. Ay, estoy siendo muy entrometido ¿cierto? —se preocupó causando una pequeña sonrisa en el contrario.
—Está bien no importa, me alegra saber que puedo contar contigo como un amigo a pesar de que nos conocemos hoy solamente —rió bajo.
—Eso es porque eres muy tierno y es bueno tener más amigos omegas.
—Así que solo me quieres por mi apariencia tierna —afirmó el JiHun con indignación fingida.
—¡No! ¡Si! ¡No! ¡Digo! ¡EISH! —JiHun rió sueltamente, contagiando al contrario—. Eres malvado por dentro, Hunie... —susurró avergonzado al entender que el contrario solo lo molestaba.
—Tú eres el cayo en la broma, Wookie —canturreo más relajado.
—Ya verás cuando entre en confianza... —refunfuño.
—Claro... Taewook, ¿me puedes contactar con el doctor Young Yejoon? —volvió al punto inicial.
—¿Con el jefe Yejoon? Espérame un segundo en línea —pidió amable mientras marcaba un botón.
JiHun suspiro y se recargó en la pared. Mientras esperaba, ayudó a un niño llegar hasta el baño y luego volvió a entrar en la habitación cuando percibió la voz de su hermano.
Cuando corrió las cortinas nuevamente, el doctor hablaba con Jungho. Ambos voltearon a verle ante su presencia.
—¿Todo bien? —preguntó acercándose a su hermano, dejando olvidado su teléfono móvil sobre el colchón de la camilla.
—Le comentaba que las radiografías no mostraron ningún daño por lo que ya se pueden retirar —explicó entregándole unos papeles al omega—. Necesita firmar esto.
Recibiendo los papeles de vuelta, el hombre se deslizó rápidamente con el siguiente paciente sin perder el tiempo.
—¿Qué sucede, Junnie? —preguntó volviendo su atención hacia el menor.
—Hyung, no me puedo colocar la camiseta —gruño frustrado con el ceño fruncido y una pequeña mueca ante el dolor que provocaba el moverse, sabía que pronto comenzaría a sentir el efecto de los medicamentos así que sería cosa de tiempo para no sentir más dolor.
JiHun sonrió entre divertido y enternecido mientras ayudaba al joven alfa a colocarse su camiseta. Soltó una risita al apreciar el cabello desordenado del menor, con sus manos ordenó un poco el cabello y este se dejó, disfrutando de las caricias proporcionadas por su hermano mayor.
—¿Hunie? —se escuchó la voz en el móvil, pero el omega estaba más concentrado en peinar a su hermano.
—Hyung, te hablan —pronunció relajado el alfa.
JiHun juntó sus cejas confundido y luego recordó que supuestamente seguía en línea esperando.
—Perdón —respondió apenas colocó el móvil contra su oído—. Me distraje y olvidé la llamada —dijo apenado.
—Está bien Hunie, pensé que me habías cortado —sonríe—. ¿Estás con alguien?
—Sí —suspiró observando a su hermano que cabeceaba mientras se movía más cerca de él, buscando más caricias.
JiHun sonrió internamente, aunque no lo admitiera, Jungho era un joven muy mimado cuando quería.
—El jefe Yejoon te espera en línea, ¿aún quieres hablar con él? —preguntó.
—Si por favor —pidió.
—Espero poder verte otra vez —pronunció antes de conectarlo con el alfa.
—¿JiHun? ¿Ahn JiHun? —preguntó Yejoon, escondiendo su emoción tras un tono calmado.
—Sí, soy yo —afirmó—. Yo... Sobre lo que me dijo hoy... —balbuceo sin entender por qué le costaba tanto decirlo cuando ya había decidido hacerlo.
—No es necesario apresurarse —interrumpió amable—. Si te sientes más a gusto esperando un tiempo lo puedes hacer —propuso, sabía que Yoosuk podía esperar un poco más de ser necesario.
—¡No! —chillo y carraspeó algo incómodo por su explosiva respuesta. Jungho se alejó un poco frunciendo el ceño—. Yo... me gustaría juntarme lo antes posible con ¿su amigo? —prosiguió ignorando la pregunta en los ojos del menor.
Yejoon alzó su puño en señal de victoria sin emitir ningún ruido.
—Sí, Yoosuk es mi amigo y es de entera confianza —prometió sin poder ocultar su sonrisa—, no tienes de qué preocuparte. Si gustas, le puedo decir a mi secretario que mañana programe una cita aquí mismo.
—Por favor —aceptó el omega—. Mientras antes, mejor.
—Bien, no te preocupes él estará feliz de escuchar esto, ha estado esperando por esto —comentó.
—Bueno, muchas gracias. Mañana estaré allí... ¿A qué hora? —preguntó.
—Mi secretario Taewook se comunicará contigo confirmando la hora —prometió.
—De acuerdo, gracias —pronunció antes de cortar.
Ya no había vuelta atrás, eso JiHun lo tenía más que entendido. Ahora solo faltaba conocer la pareja y ver si podían pagarle lo que les pediría. Eso, con lo que ya tenía juntado, estaba seguro de que conseguiría llegar a la cifra requerida y pagar la deuda de su padre.
—Hyung ¿vamos a casa? —preguntó el alfa sintiendo los medicamentos surtir efecto para su alivio.
—Primero vamos a pasar a una farmacia para tus medicamentos y luego directo a la cama —pronunció ayudándolo a levantarse de la camilla.
—Hyung... ¿Puedes dormir conmigo? —pidió mientras salían de la habitación.
—¿Alguna razón en especial? —cuestionó arqueando una ceja.
—Quiero que tengas mi olor mañana que vuelvas a ir a ese lugar —dijo decidido, sacándole una risa al omega por lo protector que podía ser su hermano menor.
—¿Escuchaste mi llamada? —preguntó agitando su mano hacia al niño que había ayudado y este le respondió de la misma forma más una enorme sonrisa.
Jungho sonrió y luego abrazó a su hermano, sacándole la lengua al niño de forma burlesca, este le respondió con el mismo gesto.
—Algo —dijo desinteresado—. Vas a dormir conmigo, Hyung. Muchos alfas andan detrás de ti por tu aroma —murmuró gruñendo a las personas que se giraban a mirar su hermano.
JiHun resopló—. Como quieras Junnie, tu aroma me ayuda a mantenerlos lejos a pesar de no tener la marca —concordó el omega, recordando todas las veces lo había salvado el aroma de su hermano.
Era una suerte de que este fuera un alfa, aunque fuera celoso y protector siempre respetaba sus decisiones al final del día.
—¿Quieres que te acompañe mañana, Hunie? —preguntó observándolo.
—No Junnie, el doctor pidió absoluto reposo —reprochó—. Confórmate con prestarme tu aroma para mañana como una forma de darme apoyo, así no me sentiré solo.
—Como quieras Hyung.
—Y deja de gruñirles a las inocentes personas que se giran a verte —regaño algo divertido.
—¡No me miran a mi Hunie! se giran para verte a ti —refunfuñó.
El omega rodó sus ojos ignorando los comentarios de su hermano. JiHun no tenía baja autoestima pero era algo ingenuo en algunos temas, en especial en cosas del amor y parejas, por lo que estaba seguro de que las personas miraban a su guapo y varonil hermano que a pesar de ser joven, todo en él gritaba alfa.
De vuelta a casa, JiHun recibió un mensaje de Taewook dándole la hora y avisándole que ese era su número verdadero para que lo guardara y así podrían seguir hablando más cómodamente.
Al menos con toda la situación, había ganado a un amigo.