Vamos a jugar al poker

30 6 4
                                    

¿Quieren que les cuente otra historia?
Me da que les estoy empezando a hartar, pero bueno se van a tener que aguantar, así de deprimente es mi vida.
Primer tono, segundo tono, tercer tono, cuanto tono y cuando creí que no me lo iba a coger, descolgó.
- ¿Si?
- Hola, soy yo.
- Lo sé.
- Entonces,¿Por qué respondiste como si no lo supieras?
- Por costumbre.
- Ah...ok. Bueno yo te llamaba para saber si podíamos quedar hoy, no sé para ver una peli o algo.- ya habían pasado varios días desde que nos habíamos visto en San Valentín y estaba impaciente por volver a verlo.
- Lo siento no puedo, hoy hay partida de poker y eso es sagrado.- dijo con humor- Aunque...¿Por qué no te vienes tu también?
- ¿Puedo?- parecía una niña pequeña, a la que estaban invitando a ir a un sitio y tenía que pedir permiso a sus padres.
- No creo que haya ningún problema.
- Guay -repito una niña pequeña.
- Vale paso a recogerte a las seis estate lista a esa hora. Ahh y...lleva bastante dinero te vamos a desplumar.
- No si yo les desplumo antes.
- Vaya...estas muy confiada, vamos a ver si luego lo seguirás estando.- dijo riéndose.
- Lo estaré,porque les voy a machacar.
- Eso espero.- y corto la comunicación.
Como ya se podrán imaginar no tenía puñetera idea de poker, sólo conocía lo más básico (que las cartas tenían simbolitos, no es broma). Y como siempre que no entiendo algo busco la respuesta en San Google y aprovecho para ver algunas partidas por YouTube. Estuve toda la tarde con esto así que sólo me quedo una media hora para ducharme,vestirme y arreglarme.
Cuando la puerta sonó ya estaba lista y apunto del infarto por el carreron que me había pegado (No sé si soy la única que se pega una media hora sólo para ducharme), abrí la puerta y después de tantos días de por medio por fin vi al chico del que no hubiera querido separarme.
- Hola, muñeca.
- Hola, preparado para ser derrotado.
- Espera a que lleguemos para afirmar eso.- yo sonreí, me estaba pegando una buena.
- Esperaré pero no creo que la cosa cambie- debería haberme callado.
En cuanto llegamos a la casa de los amigos, él lo primero que hizo fue burlarse.
- Buenas noches, chicos. Quería que supieran que al parecer esta chica hoy nos va a dejar sin pasta.
- ¿Así? ¿Y que vas a hacer preciosa?¿Sentarte a horcajadas encima de cada uno de nosotros y pasarte media hora en una habitación cada vez que alguno queramos?- se rió un moreno de ojos verdes, vale era atractivo pero ¿Cómo se pudo haber atrevido a decir algo así?
- Pues lo siento porque se nota que estas necesitado pero... no.- no me molestaba el insulto de aquel, bueno si que me molestó,pero lo que peor llevaba era el hecho de que aquel que para mi era especial,ni siquiera le hubiera dicho nada, simplemente se mantuvo ahí como si nada.- Jugaré al poker con ustedes.
-¿ En serio ? Y... ¿una pricesita como tú sabe jugar?
- Pues si, una princesa como yo es capaz de muchas cosas.- dije sonriendo.
- Seguro que si. ¿Y cuánto dinero te trajiste? Porque aquí jugamos con calidad y apostamos mucho.
- No me da miedo apostar y en lo referente a su pregunta traigo el dinero que a mi me parece necesario ni un centavo más ni uno menos.
- Bueno pues espero que no tengamos que prestarte nada, porque nosotros cobramos con unos intereses un tanto elevados,¿vale,princesita?
- Ok, princeso. Y no te preocupes que no les pediré.
Todos empezaron a reír según le dije lo de princeso y cuando me senté él ( aquel que yo consideraba mi chico)me dijo:
- Me gusta lo de princesa,te queda bien.
- No, no es cierto. Y no me llames así porque no me gusta.
- Bueno te guste o no te lo voy a seguir diciendo, princesa.- me susurro cosa que me hizo enfadarme muchísimo, pero debía comportarme, les iba a enseñar a jugar al poker.
- Pues vamos a jugar al poker.- dije, intenté mostrarme tranquila aunque creo que no me sirvió de mucho.
Empezamos la partida y le voy pillando el truco, conseguí  mantenerme con bastante dinero a pesar de que aposté en algunas partidas y al final no continúe.
- Todavía no nos has sacado ni un centavo, princesita.-dijo el moreno de antes.- ¿ Quiere decir esto que después de todo no nos vas a derrotar?
- Sólo estoy dejando que se confíen para luego arrebatarselo todo.- dije riendome.
- Por supuesto, princesita.- ya me hartaba ese mote.- Pero esta va a ser la última partida así que espero que te esfuerces.
- Eso está hecho.
- Oye chicos estoy un poco harto de que ustedes sólos se metan el uno con el otro y me estoy aburriendo, así que princesa ¿qué te parece si hacemos una apuesta?- dijo aquel que para que no se confundan les diré que se llama Michael, pero ya no puedo ni pensar en su nombre.
- ¿Qué clase de apuesta?
- Por ejemplo si yo gano la partida tú te teñiras el pelo de rosa.- se rió con ganas.
- ¿Y si gano yo?- pregunté intrigada.
- Pues si eso pasa,que lo dudo mucho, haré lo que tú quieras.
- Esta bien.
- Espera, espera- dijo el moreno,que se llama Eric.- ¿ Y qué pasa si gana alguno de los demás? 
- Ustedes no entran en nuestra apuesta,esto es algo entre ella y yo.
- ¿Y los demás que?¿Nos tiramos por un barranco?
- No,mejor saquense los mocos, así no hay que llamar a la ambulancia y no nos desconcentramos de la partida.- dije con mofa.
- Vete a la mierda.- dijo Eric.
- No, gracias. No quiero volver a encontrarme contigo.
Un gran "ohhh" sonó en toda la mesa y yo me reí.
- Vamos a jugar ¿Si?
Y entre risas volvimos a empezar. No me habían tocado malas cartas pero decidí cambiar dos. Cambié una vez más y me dije que esa era la buena, no lo mostré en ningún momento, como era obvio.
- Muy bien. - dijo Eric - Veo 10.
- Yo también los veo y subo otros diez-dije yo.
La cosa llegó rápidamente a cien y ya dos lo habían dejado, prefirieron no arriesgar. Seguimos hasta doscientos y otros dos fuera, trescientos y sólo quedábamos nosotros tres, era un ahora o nunca.
- Apuesto todo mi dinero.- silbidos de toda la mesa.
- Esta chica sabe lo que quiere- dijo uno que creo que se llamaba Josh, sonreí, si, sabía lo que quería.
- Lo veo - dijo Michael.
- Yo paso - dijo Eric y todos se burlaron.
- Muy bien, princesa. Enseñame lo que tienes.
- No, primero tú, ya sabes las damas primero.- dije,más burlas por parte del resto.
- Esta bien pero sólo por que quiero que te bajes cuanto antes. Aquí tienes preciosa un hermoso full de ases y reyes y gracias por jugar pero se acabó- dijo confiado y comenzó a recoger el dinero.
- No tan rápido,precioso. Aquí tienes una hermosísima escalera real y ahora me das mi dinero.- los chicos me vitorearon.
- No me lo creo.- dijo Eric - Al final si que nos desplumaste.
- Os lo dije.- estaba feliz y todavía no había llegado la mejor parte.- Y ahora que pasa con nuestra apuesta.
- Una apuesta es de las pocas cosas que siempre se respetan así que pide lo que quieras.
- Déjame que piense...ya sé, quiero que me etiquetes en Instagram como que soy la más hermosa e increíble chica que hayas conocido.
- Esta bien- Y lo hizo y lo mantuvo durante un tiempo ese fue uno de los motivos de mi alegría durante ese tiempo.
Lo malo de todo esto es que te das cuenta de que aveces los momentos más bonitos enseguida pasan y sólo nos queda el ahora, ni el pasado, ni el futuro, sólo el presente.
Ya no puedo pensar su nombre, ese mismo nombre que escribía antes en un enorme corazón, ahora es impronunciable. Ya apenas sonrió y casi no vivo, simplemente sobrevivo y sobrevivir no es vivir, es vagabundear sin sentir.

Y es que él jugó sus cartas
y yo jugué las mías
y a pesar de todo
fue el tiempo quien gano la partida.

Las palabras que nunca pronunciamosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora