Capítulo 2

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CAPITULO 2

Me levanté como cualquier otro día, era bastante temprano y ya se escuchaban bastantes sirenas en las avenidas, también había un flujo bastante anormal de helicópteros, parecía que yo era el único en mi familia que le tomaba una preocupación sería a lo que anunciaban en las noticias, al salir de la cama, recorde el toque de queda habia sido impuesto y las grandes plazas estaban prohibidas al público así como el centro histórico, tampoco estaba permitido el andar en las calles después de las 7 P.M, asi que no había mucho que hacer. Tampoco había escuelas. Creo que "el problema leve" ya era bastante serio. Pero casi nadie le tomaba la importancia debida, la gente sin estaba por las calles como si toda esta ola de violencia fuera algo común, algo aceptable; como cualquier otro día en mi vida, me había despertado para ir a entrenar y luego poder ir a trabajar. Desayuné y prepare todas las cosas que solía usar en mi día a día, Toppers con mis comidas, agua, cosas de uso personal. Tenía la costumbre de comer en la calle, ya que no tenía tiempo para comer en casa.

Llene las botellas con agua y desvíe la mirada al comedor, en el, estaba colocado un bastón retractil de defensa personal, hace un par de días, mi hermano lo había traído, junto a varias cosas más, algunas eran para mi padre, otras para mí madre y las demás, para mis hermanas y su mujer, pero mi madre había tomado muy mal esa idea, no aceptaba el hecho de tener cosas tan peligrosas en casa, en parte la entendia. Pero también venían a mi cabeza las imágenes de aquel video y un hilo frio, recorrió mi espalda, dudoso, tome el bastón retractil que mi hermano había traído a la casa como regalo para mi. No sé en qué parte de su vida se había vuelto tan paranoico.
Tanto él como mi padre siempre habían sido hombres muy confiados.

Eso en parte fomentó mi miedo a esta situación.

Mi hermano fue un miembro del ejército. El mejor que nadie, sabía que algo estaba pasando. Pero se negaba a decirme las cosas.

Sólo hablaba con papá y lo hacía a escondidas, como si no quisiera a toda costa que los demás en la familia supieran algo.

Hace varios días traído varias armas de fuego a la casa.
No era algo tan común tener armamento en casa.

Nos dijo que en unos días nos iba a llevar a todos a tomar un curso rápido en la defensa nacional, para saber usarlas. Un curso express, pero otra vez mi madre se opuso a esa idea y mi padre fingió el apoyarla, esta situación causó una ligera sensación de inconformidad en la casa.

Después, de que el miércoles, mi hermano y papá y mamá , pasaron unas algunas horas encerrados en el cuarto de mis padres, terminaron por acordar que el fin de semana iríamos a un curso express sobre cómo usar algunas armas de fuego.

El fin de semana iba a enseñarme a usarlas. Moria de la emoción.
Aunque mamá , por dentro,estaba totalmente en desacuerdo con el. Ella estaba renuente.
Pero al final de cuentas, accedió.

¿Por qué lo habría hecho?

En fin, el hecho era de que mi familia iba a estar más segura.

Ese día, también recorde los días en los que sin que nadie más que mi hermano y yo lo supiéramos. Yo ya sabía usar un poco la pistola 9mm , ya que años antes me había enseñado a escondidas de mamá.
Desde muy chico me había vuelto fanático de las armas y no deje de molestarlo hasta que para mí cumple número 17, me enseñó el como manipular y disparar un arma.

Sonreí tras recordar esos días.
No me había dado cuenta de que seguí haciendo mis cosas mientras me sumia en mis recuerdos.

When The Death ArrivesDonde viven las historias. Descúbrelo ahora