Muchas veces cuando somos niños nos dicen que nunca hay que mentir, que hay que decir la verdad, pero cuando creces te das cuenta de que en realidad no puedes decir todo lo que piensas.
A veces te lo guardas y piensas que es por educación, pero llega un momento en el que piensas que ya no puedes aguantar mas.
Comienzas a decir todo lo que piensas y te observas que en realidad estas solo y que nadie nunca va a estar contigo.