Game Over [Adaptación]

1.

-¿Porque tan asustada, Nayeon?- me acerque a ella. Me fascinaba ver el terror en sus facciones. 

-¿Que mierda haces aquí?- sonreí sarcásticamente ante su pregunta.

-Tu y yo tenemos un asunto pendiente, ¿No?- di 2 pasos hacia delante. 

-Tu y yo no tenemos nada de lo que hablar, Momo. Déjame en paz, ¿Porque no superas que Bam Bam nunca te quiso? Te hice un favor.- rodó los ojos. 

-¡Tu lo sedujiste! Fuiste la jodida culpable de absolutamente todo. 

-Entiende algo, Momo. Estas loca, ¡Loca!- grito. 

-¡No estoy loca, maldita sea!- saque mi arma y apunte en su dirección.-No estoy loca. 

-Si lo estas, Momo. Necesitas ayuda, y eso lo sabes.

-¡Por tu culpa! Siempre has alejado a los que mas amo de mi. Primero me quitaste a Mina y luego a Bam Bam.- lagrimas comenzaron a brotar de mis ojos. 

-Yo no te quite a Mina, Momo...-

-¿Me vas a negar acaso que no te acostaste con Bam Bam? - mis palabras comenzaron a temblar.- Los vi, Nayeon. Te vi montandolo mientras el gemía tu nombre.- empece a caminar hacia ella aun con la pistola en la mano. Esta por supuesto comenzó a caminar hasta atrás.- Lo recuerdo muy, muy bien. 

Llegaba a casa después de un largo día de trabajar en el café. Pense que tal vez debería hacerle una visita a Bam Bam, esos días había estado raro. 

Me dirigí a su casa y abrí la puerta con la copia que tenia. 

-¿Oppa?- lo llame, nadie respondió. 

Quizás no había nadie en casa. 

Escuche  unos ruidos en el piso de arriba, así que subí las escaleras. Quería besarlo y dormir junto a el como siempre hacíamos, o quizás algo mas, no podía saberlo. 

Reí ante el pensamiento. 

-Bam Bam....- mi cuerpo se paralizo ante ese ruido. Camine un poco y pude ver que la puerta del cuarto estaba abierta. Me asome y pude sentir como mi mundo se destruía en miles de fragmentos. 

Im Nayeon... esa maldita perra estaba encima de mi novio mientras este la penetraba de manera ruda. 

-Me encanta cuando te pones salvaje.- 

-Eres tan buena en la cama, Nayeon. Mucho mejor que la que tengo de novia.- el gimió. 

Las lagrimas bajaban por mi rostro ante la imagen. Mi novio, la persona que mas podía amar en ese mundo se estaba acostando con mi peor enemiga. le hacia lo mismo que me hacia a mi. 

No resistí mas y salí de ese lugar lo mas rápido que pude. 

Nayeon de nuevo me había arrebatado la felicidad. 

-¡¿Te gusto Nayeon?! Me imagino que si, porque gemías como una puta perra en celo.- cada vez el arma se acercaba mas a su pecho. 

-Bam fue el que se acerco a mi primero, Momo.- choco contra la pared.- Yo no sabia que tenia novia y menos que eras tu, hasta que, bueno, nos viste ahí.

-¿Y porque no lo paraste, ah? ¡¿Porque mierda seguiste?!- el cañón de mi pistola estaba sobre su frente.  

-Me complacía en la cama. Ademas, el decía que tu no lo dejabas satisfecho.- levanto los hombros.

-¿Estas consciente que te estoy apuntando con un arma?

-Si, y ya se que me mataras, Momo. Pero tranquila, ya deje mi nota de suicidio.-Sonrió.

-Eres tan malditamente estúpida, Nayeon.- reí bajado el cañón por su cuello. 

-¿A quien le importa, Momo?- susurro. 

-Nadie.- reí y junte nuestros labios en un beso hambriento. Sabia que Nayeon era una psicópata y eso me calentaba de ella.  

-Dios, Momo, eres tan caliente.- dijo mientras besaba su cuello.- Acostarme con Bam fue genial, pero jamas se compararía contigo.- saco un cuchillo de su falda y lo paso por mi mejilla, haciéndome un pequeño corte. 

-¿Como puedes hacerte la santa cuando eres un maldito demonio?

-Porque así es mucho mejor mi querida Momo.- rompió los botones de mi camisa y nos tiramos al suelo.- a Veces para conseguir lo que quieres debes saber jugar tus cartas.- puso sus manos en mi cuello mientras daba saltitos sobre mi. 

-¿Que pensaría Mark al saber lo que estas haciendo, Nayeon?- apreté su culo con mis manos. 

-Que soy una jodida desquiciada, y que me encanta serlo.- tomo el cañón y lo puso en su frente. 

La acerque a mi mientras nos comíamos la boca por ultima vez. Era tan caliente, iba a extrañar ese placer. 

-Bye  Bye Nayeon.- reí. 

-Nos vemos en el infierno, Momo.- lamió y chupo mis dedos antes de quitar el seguro de la pistola. 

-Guardarme sitio ahí, se llena muy rápido.- ambas reímos. 

-Lo haré momo.- y disparo. 

Nayeon había muerto.