Como todo comenzo

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La princesa de Liones se encontraba sentada,contemplando en una banca la vista de su reino pensado como podria salvar a su amado Meliodas de él mismo.
A lo lejos caminando hacia la banca de la princesa esta Diane en su tamaño humano junto al caballero de la sobras

-Elizabeth, todo esta casi listo para poder ir a Camelot.- Dice la gigante al llegar con su amiga pero nota que no le esta prestando ni la mas mínima atención

-Elizabeth, ¿Estas bien? Estamos preocupados- el cerdito se acerca al regazo de la peliblanca, haciendo que salga del trance en el que estaba

-Si estoy perfecta- les dirige la sonrisa más grande que pudiera tener

- Entonces ¿Porqué estas aqui apartada de todos?- pregunta la pecado sabiendo que esta mintiendo

-Pienso, necesitamos detener a Meliodas y encontrar una manera de romper nuestra maldicion, sin que se convierta en el proximo Rey demonio. Todo en menos de dos dias- suspira Elizabeth frustrada por no saber que es lo que les esperaba

-Encontraremos la solución Eli, los pecados estamos contigo, ahora eres nuestra lider-Diane le toma la mano a la princesa para poder animarla

Sin decir nada la renaciada diosa abraza a Diane sabe que haran hasta lo imposible para poder lograrlo.

- Eli, perdon por la pregunta se que no es un buen momento pero ¿Cuál es tu historia con el capitan?- pregunta la pelicafe curiosa y emocionada por saber la respuesta

-¿Historia?- Elizabeth pregunta un tanto confundida

-Si, ¿Cómo es que una diosa termina enamorada de un pervertido?- Hawk pregunta intendando comprender como es que eso fue posible

-¡Jaja! No siempre fue un pervetido- responde Elizabeth divertida

-¡Porfavor Eli cuentanos!- los dos interesados se arrodillan frente a ella para que la princesa se decida a narrar la historia

-Esta bien, Esta bien- sede la diosa ante tal accion

Flashback

(Elizabeth pov)

Hace 3000 mil años la guerra santa se extendio más de lo previsto, hace mas de 2 años que habia sido enviada por mi madre para ponerle fin.
Cada estrategia reliazada terminaba en mas perdidas y dolor, aunque unas batallas fueran victoriosas.
¡No sortaba más! Todos sufriamos por algo tan vano, como lo era la magia, había suficiente para todos los clanes, no entendia por que solo un clan tenia que apoderarse de ella. Estaba decidida en la proxima junta del consejo intentaria hacer la diferencia.

Annabeth: Elizabeth el consejo solicita tu presencia para poder dar inicio a la reunion.

Elizabeth: Gracias por avisarme ahi estare.

Sali de la habitacion y me dirigi a la dichosa reunion con Annabeth. Ella era una semidiosa, mitad demonio mitad diosa. Un experimento fallido de la diosa Athena buscando la forma de porder destruir a los demionios, se convirtio en una hermana para mi, al ser rechazada por el clan, encontro consuelo conmigo y mi madre quien la adopto como su hija. Fuimos entrenadas juntas para convertirnos en grandes guerreras, como lo eramos.

Ludoshel: Lady Elizabeth, la hemos estado esperando para darle inicio.

Elizabeth: Siento haberme retrasado

Athena: Bueno ahora que ya estamos todos. Ajustemos el plan de revancha por nuestros hermanos caidos, en la Batalla del rio.

Me sente y guarde de silencio, solo escuchaba como se llevaría acabo el siguiente ataque. Seguramente no nos trairia ningun otro resultado de los que ya habiamos optenido.

Ludoshel: Entonces los arcángeles...

Elizabeth: ¡Basta!- lo interrumpi antes que puediera continuar- ¿Alguien me puede explicar que es lo que estamos haciendo? ¡Estamos pensando en una revancha sin sentido! Así la guerra nunca acabara. Dejemonos de tonterias, hay que empezar a ver un tratado de paz en el que todos los clanes estemos veneficiados.

Sariel: Propones ¿Qué tengamos aliados?

Elizabeth: Si

Athenea: Me parece una excelente idea.

No lo podia creer. Lo habia logrado, los convenci. Oh eso fue lo que creí.

Athenea: Tengamos aliados para poder derrotar a los demonios para siempre

Elizabeth: Espera ¿Qué? No me referia a eso.

Tarmiel: No piensas que haremos la paz con los demonios ¿o si?

Elizabeth: Claro que si

Tarmiel: Jajajajaja Lady Elizabeth usted es muy graciosa

Ludoshel: Por su puesto que lo es Tarmiel hermano. Lady Elizabeth no podemos tener el tratado con esas bestias no merecen estar en Britannia o en el mundo, son un peligro. ¡Necesitamos exterminarlos!

Elizabeth: ¿Pero que estas diciendo? Los demonios no son diferentes a nosotros o a un hada, son seres que tambien necesitan magia

Athenea: ¡No discutan mas! Ludoshel tu y los arcagenles vayan hablar con el Rey de la hadas, Annabeth tu y Elizabeth vayan con el Rey gigante.

Elizabeth: Pero Athenea

Athenea: ¡Es suficiente! He dado una orden. ¡Cumplela!

Me sentia frustrada yo no quería que esto empeorará y fue lo unico que logre.

Annabeth: Eli, partire esta noche

Elizabeth: ¿Cómo que partiras?

Annabeth: Si para poder cumplir la mision. Iré sola. Es más que obvio que no quieres que esto ocurra, asi que no te involucrare.

Elizabeth:¿ De verdad? Gracias hermana eres la mejor. Te debo una

Annabeth: Claro que si, aun asi tiene que salir del castillo o sospecharan de insubordinacion. Hasta luego.

Mi hermana tenia razón no podia quedarme ahi o por lo menos no por esa noche. Tome mi capa y salí volando.

Me dirigia hacia donde fue el ultimo desastroso evento la Batalla de río.
La imagen era desgarradora cuerpos alrededor, de toda clase animales, demonios, dioses, hadas incluso niños. No pude contener mi tristeza las lagrimas comenzaron a recorrer mis mejillas me sentia hipotente. Mire hacia enfrente y pude notar un cuerpo que se arrastraba hacia el rio.

Corri para poder alcanzarlo y lo que vi fue un demonio gravemente herido y asustado por mi precensia.

Demonio: ¡Alejate de mi! Maldita diosa

Elizabeth: Tranquilo no te hare daño, te ayudare pero necesito que dejes de moverte.

Sin pensarlo dos veces comence con la sanacion, poco a poco el demonio recobraba su fuerza

Elizabeth: Listo, puedes irte

Demonio: ¿Por que lo hiciste?- lo note muy sorprendido

Elizabeth: Estabas herido por eso lo hice. Ahora vete y no digas quien te ayudo.

Demonio:Gracias- no podia mirarme a los ojos y salío corriendo

Apartir de ese momento comprendí que si no podía ayudarlos de una forma encontraría otra manera. Así que cada noche iba en busca de heridos o de alguien que necesitara ayuda. Talvez por unica vez podría hacer la diferencia





3000 Años Atras (Meliodas y Elizabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora