Encuetro

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Meliodas Pov

2 semanas después de la Batalla del rió, soldados que creía muertos comenzaron a regresar sin si quiera un rasguño, después de cada batalla a la que se enfrentaban.

Zeldris: Hermano algo extraño esta pasando. Al parecer hay un ser curando a cualquier soldado herido, pero no he podido averiguar más. Se rehúsan a revelar si quiera de que clan era.

Meliodas: Ya veo ¿ Cual es el plan? ¿Sacarles la verdad bajo tortura?- se dirige a su hermano de forma sarcástica y orgullosa

Zeldris: ¡Esto es serio Meliodas! Podría ser una trampa. No sabemos si es un hechizo de posesión y cuando menos lo pensemos nuestros hombres nos traicionen y eso marcaría una clara desventaja.

Meliodas: Vamos hermano, estas siendo exagerado para mi no es mas que un pobre idiota que no entiende la escala de lo que esta provocando

Zeldris: Solo averigua que es lo que ha estado ocurriendo. Eres el comandante es tu responsabilidad.

No quería escuchar más al inquisidor, salí volando en busca de respuestas. No sabía por donde empezar durante la guerra de suscitan demasiadas batallas al mismo tiempo, decidí empezar por los campos de batallas mas lejos del bosque y me iría acercando poco a poco.
Cada vez que llega a los campos todo era igual, cuerpos regados sin vida, sin señales de aquel supuesto ser que cura.

Llegue al bosque y comencé a sentir una presencia con una magia muy poderosa, la seguí al profundo del bosque. Me llevo a la criatura estaba cubierta por una capa y sanaba las heridas de un demonio azul quede sorprendido ¿Porqué alguien haría tal cosa? Debía de averiguarlo de cualquier modo.

Elizabeth pov

En el bosque encontré varios soldados que se encontraban heridos, uno por uno por fui curando. Cuando alguien me roba la atención

-¿Que haces?- eso fue lo que escuche, volteo bruscamente mi capa descubre mi cabeza y me topo con este ser al que todos temen

Meliodas: Eres una diosa ¿Que es lo que pretendes?- me apunto su gran espada y lo único que pude hacer fue salir corriendo.

Narrador
La diosa corría entre los arboles para poder perder al demonio que la perseguía. Se profundizo aun mas en bosque y se encontró con un lago, en ese momento tuvo que detenerse para poder recuperar el aliento, al parecer la velocidad de Elizabeth superaba al sucesor del Rey Demonio, pero no estaba completamente a salvo. Unos lobos creados por Athenea para destruir demonios, pero como cualquier experimento debía de haber fallas: no distinguían entre un clan de diosas y uno del clan de demonio, cuando uno de este ultimo estaba cerca.

Rodearon a Elizabeth y estaban listos para atacar pudo defenderse de algunos cuantos pero eran demasiados para ella, cualquiera pensaría que era su fin.

Desde los arbustos Meliodas sale para salvarla, combatía con su espada con todos al mismo tiempo era imposible salir ileso, hasta que uso gran parte de su poder y pudo ahuyentarlos.

La ojiazul quedo asombrada. Hizo todo eso para poder salvarla, tenia que agradecerlo, si no hubiera sido por él hubiera muerto.

El brazo de Meliodas sangraba, así que Elizabeth procedió a curarlo.

Meliodas: ¡Ah, eso duele! - grito contra la diosa

Elizabeth:¡Si te quedaras quieto, no te dolería!

Meliodas: ¡Si no hubieras salido corriendo, no estaría lastimado! - lo dice de una forma sarcástica creyendo que había ganado esa pequeña discusión

Elizabeth: ¡ De no haberme asustado no habría corrido! - comenzaba a exasperarse

Meliodas: ¡ Tú no debiste meterte con mis hombres! - decía cualquier cosa aquella mujer no se quedaba callada.

Elizabeth: ¡ Y tú deberías controlar tu mal carácter!- le dirigió una mirada firme al sucesor del clan demonio.

Meliodas se quedo sin palabras ya no notaba la mirada de miedo en esa mujer que hace unos instantes tenía hacia él, fue algo extraño jamas alguien lo había mirado así.

Elizabeth: Gracias por salvar mi vida
- se lo dijo con la mayor calidez posible, mientras terminaba de curarlo.

Meliodas: ¿Por que lo haces? ¿Por que salvas a los de mi clan?

Elizabeth: No nada más curo a los tuyos, ayudo a cualquiera que lo necesite por que estoy harta de una guerra sin sentido, que solo nos llevara a la destrucción y esta es mi manera de terminarla.

Meliodas: En la guerra se pierde todo o se gana todo.

Elizabeth: ¿A que costo? ¿Porque no se busca equilibrio?

Meliodas: ¿Equilibrio? - le pregunta curioso y piensa que es la diosa o ser más rara que ha visto.-
Pretendes que todos vivamos es armonía- se responde así mismo-
Eso es imposible- niega con la cabeza

Elizabeth: El mundo esta rodeado de opuestos y se necesitan los unos a los otros, por ejemplo la oscuridad
-señala a Meliodas- y la luz -se señala a ella misma- el día, la noche y muchas otras más. No pueden vivir uno sin el otro. Si no mira los humanos son el claro ejemplo de opuestos.

Meliodas: Los humanos son escoria - dice con un tono burlón .

Elizabeth: Esas escorias podrían ser fascinantes, déjame demostraterlo y te darás cuenta que todos podemos coexistir en Britannia.

Meliodas pov

Nunca había conocido alguien así, quede hipnotizado por sus palabras y su belleza que era más que evidente.

Elizabeth: Esta amaneciendo, se hace tarde. Entonces que dices ¿Me darás la oportunidad de hacerte cambiar de opinión?

Meliodas: si - Respondí sin si quiera pensarlo, quería volverla a ver, saber quien era.

Elizabeth: Te veré en dos días, en el mismo lugar a primera hora.

Se alejaba volando con sus alas de ángel.

Meliodas: ¿Cual es tu nombre? - alcance a gritar, antes de perder la de vista.

Elizabeth: Te lo diré, hasta volverte a ver.

Y así se alejo, tendría que esperar dos días para averiguar más sobre aquella mujer que pudo cautivarme.


3000 Años Atras (Meliodas y Elizabeth)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora