Canción en multimedia: "Monster" Eminem ft. Rihanna
Él caminaba solo, como siempre.
Ambos se dirigían a un mismo destino, la estación.
¿Por qué allí?, no lo sé.
Él, definitivamente, no contaba con su presencia, ella simplemente aguardaba el momento adecuado.
Hacía mucho que no intercambiaban palabras, hasta ese día, un 20 de octubre condenadamente frío, al igual que sombrío.
Ella iba especialmente guapa, no por nada, simplemente tenía un presentimiento.
Él, desquiciado como estaba, llevaba puesto un chándal, y la barba de dos días que pueda tener un chaval de apenas 21 años.
Pero ambos coincidían en lo mismo, la sorpresa.
Él la miró y no vio a una chica normal, no, en ella vio algo más, en su pelo rubio como los que ya no se encuentran, en sus ojos azules que te absorbían si ellos querían, en su piel de porcelana; en todo ese maravilloso conjunto vio algo que no era una mera atracción, era algo que ni él mismo podría explicar.
Ella, en cambio, tardo un poco en darse cuenta de la presencia de aquel apuesto muchacho de ojos grises; no mucho, lo suficiente para que él pudiera cerrar la boca, que se le había abierto de la impresión.
Supongo que así lo quería el destino, o también puedo suponer que ella influyó algo, pero ambos, ese día, no iban a cruzar solo miradas.
Ella, sin rastro ninguno de miedo o debilidad, avanzó.
Él estaba congelado, no sabía cómo reaccionar.
En la cara de ella ahora se veía una preciosa sonrisa, de esas que jamás quieres dejar e observar, no tardó mucho en llegar a donde el veinteañero estaba congelado y, con una mirada cargada de amabilidad mezclada con una pizca de esperanza, le preguntó al ahora petrificado chico:
-Perdona, ¿nos conocemos de algo?, tu cara me resulta muy familiar.
-Em... no, creo que no.- dijo el chico pensándose bien la pregunta, pero era fácil, no habría olvidado a una persona así, o eso creía él.
Respecto a ella, la sonrisa se le había borrado del rostro, pensó que tal vez, solo tal vez...
"No importa", se dijo ella, "era una estupidez", pero, durante una diminuta fracción de tiempo estuvo deseando que no lo fuera.
Y, a pesar de que el chico había negado el conocer a la muchacha de al lado, cualquiera que pasara por ahí pensaría, tan solo con ver como se miraban el uno al otro, que llevaban enamorados más de una vida.
La chica intentaba que su postura no fallara, el chico conseguía ponerla nerviosa, tenía la piel de gallina.
Él intentaba que algo inteligente, astuto, quizás gracioso le saliera, pero ni su mente ni sus cuerdas vocales se ponían de acuerdo.
Al final, una señora con chaqueta azul acabó por dar por terminado aquel momento pidiéndoles paso, pues el tren estaba a punto de salir.
Ellos, simplemente, avanzaron.
Mi primera nove ¡Yei!
Espero que os guste (si alguien me está leyendo ;-;)
YOU ARE READING
Golondrinas
RomanceGolondrinas. Su historia, la del chico perdido, la de su ángel guardián. @MissDemogorgon