Capítulo 50

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Camila POV

Volteé y fue entonces cuando repentinamente alcé mi mirada y me encontré con sus penetrantes ojos esmeralda.

Los ojos esmeraldas que siempre me han hecho sentir tantas cosas.

-Ahora, ¿me dejas con ella un momento? -Dice Lauren y Shawn sólo se va.

Sus ojos buscaron los míos y, atrapándolos, me sostuvo la mirada con una intensidad que me hizo contener el aliento.

Vestía con una camisa blanca, pantalones de color negro y por supuesto, su chaqueta de cuero.

Trajo consigo también, con su presencia su aroma. Un agradable olor a menta y cigarrillo.

Se veía tan bien. Tan, tan bien.

-Feliz cumpleaños, Camila. -Ouch.

Cómo dolía que me llamara por mi nombre. Antes siempre era un 'pequeña', acompañado de un beso.

Pero no podía exigir a que viniera y me llamara así. Y mucho menos que me besara.

"Si todo está así, es por ti. No por ella. ¿Por qué tiene que buscarte ella? Si quieres recuperarla, búscala tú. Pídele perdón. Pero no esperes que todo lo haga Lauren."

"No esperes que todo lo haga Lauren.."

Si tengo que hacer algo esta noche, lo haré. Pero tengo que demostrarle que no quería que esto acabara, que todo lo que le dije no lo sentí.

-G-gracias.

¿Cómo has estado? -Pregunta.

Mal. Bastante mal sin ti.

-Bien, muy bien. ¿Tú? -Miento.

-Muy bien. -Dice, sonriendo.

Y ella no miente, claro.

-Buena fiesta, Cabello. Todo esto me huele a Justin. -Ríe y por Dios, Su sonrisa era delirantemente atractiva.

"Bésame, bésame, bésame." Gritaba mi mente.

-Pues no te equivocas. -Pensé en mi hermano al instante y me asusté- Creo que no es buena idea que estés aquí, -Oh, sí. Me encanta que estés aquí- Justin te puede ver y...

-Siempre preocupadas por Justin, ¿no? Me trae bastantes recuerdos. -Ríe- Pero tranquila, él me pidió que viniera.

¿Qué? ¿Justin le pidió a Lauren que viniera? ¿De qué me perdí?

-¿Justin..? -Ella cortó mi frase.

-Sí, dijo que estarías feliz de verme aquí.

Sentí mis mejillas arder. No puedo creer que Justin hizo eso, tendré que hablar con él.

-¿Es eso verdad? -Pregunta y me saca de mis pensamientos.

Sí. Estoy feliz de que estés aquí. Pero estaría mucho más feliz si sólo me pones contra esa pared y me besas.

-S-supongo. -Digo y bajo mi mirada.

-Creo que dejaré las preguntas incómodas. Ya estás lo suficientemente sonrojada. -Sé que mis mejillas se tornaron mucho más rojas.

Genial.

Lauren volteó y empezó a mirar a la gente bailar, hasta que su mirada se centró en sus amigos.

No. No. No te vayas. No te vayas, por favor.

-Entonces, ¿hablamos después? -Pregunta y siento que ni siquiera puedo mover mis piernas.

ERES MÍA, PEQUEÑADonde viven las historias. Descúbrelo ahora