Una historia, Parte 3

816 78 3
                                    

Acarició el rostro de Abimalec, el amor y la necesidad de que nada la faltara a su hijo le quemaba a fuego lento, no entendía cómo podía uno sentir tal nido de emociones hacia otro ser.... era tan... desconcertante, abrumador.

Su habitación no tenía paredes, sólo eran los pilares que sostenían el firme techo de mármol blanco, el universo los acobijaba, la cama de dosel en mitad de la habitación, las cortinas de encaje se movían por el viento, una docena de velas flotaban dando un poco de luz y calor, había envuelto Abimalec en una enorme sabana, pero su hijo acababa envuelto en todas las sábanas sin dejarle una a ella.

- Llegarás a ser el mejor, serás amado y odiado, amaras y sufriría. -Le dijo a un Abimalec dormido- como todo en la vida. Pero sabes, eso es los que nos hace ser lo que somos, porque que somos perfectos e imperfectos, y desearía que esa sombra oscura no tocará tu futuro... Pero tiene que pasar, tiene que suceder. -Beso la frente de su hijo- no me agrada la idea de compartirte ni que tú me cambies...

Hizo silencio, cada poro de su cuerpo se puso en alerta, alguien había entrado a sus dominios. Acomodó a Abimalec en la cama y después beso la base de aquella cabecita de cabellos plateado casi tirando a blanco, bajo de la cama con cuidado para no despertar a su hijo, colocó un sello de protección para que nada ni nadie le hiciera daño a Abimalec. Salió, observó todo el patio exterior, todo parecía estar normal, el suelo de mármol estaba impecable y no había nada en lo que un enemigo pudiera esconderse, todo estaba vacío.

Movió la cabeza sonriendo, se hizo la desatendida, conocía cada detalle de su territorio y si creían que con esconderse bajo una burbuja de nube iba a darles ventaja, estaban equivocado. --Soltó un largo suspiro-- se puso en marcha, bajo los escalones e invocaba su espada, Infinity. Desplegó sus alas y alzó el vuelo, empuño con fuerza y sintió la esencia de su espada en su mano, el calor y el chispeante energía, el fuego celestial comenzaba a arder lleno de sed, de destruir... perforó el pecho de Nandel.

La burbuja que lo mantuvo invisible iba desapareciendo, el rostro de Nandel estaba marcado por la sorpresa y el horror. --Enterró más la hoja en el abdomen de su hermano-- ¿había creído que no haría nada? Saco la espada y aquel grupo de Ángeles había firmado su sentencia, mato a cada uno, perforando sus pechos, abdomen, decapitándolos... Su lustroso suelo se volvía un pequeño lago de sangre y miembros; sus pies se encontraban completamente rojos, sus alas de igual forma, camino por el río de sangre, aplastó un corazón con uno de sus pies, ¿Porque no tenía un igual en poder?
Fue arrastrando su espada por el suelo hasta que enterró en la cabeza de Nandel, se agachó para después arrancarle los ojos, robó sus recuerdo para luego quemarlos, escucho a Abimalec levantarse, miro el desastre y pensó ¿qué haría el concejo?. Realmente no le importaba, riéndose se levantó y fue hasta donde estaba su hijo, que la veía a ella, manipuló la imagen para que viera el impecable patio y no la carnicería.

- Mami... ¿Porque estas manchada de rojo?

- ¿me veo mal? -Sonrió y encogía los hombros- creo que un gran bote de pintura se derramo sobre mí.

- Te vez graciosa. -Abimalec iba bajando los escalones, si llegaba al último iba a mancharse de sangre.

- Abimalec, ¿puedes ir a buscar un pañuelo? -Sonrió- para que limpie mi rostro y así no te rías de mí.

Su hijo obedecía, le vio desaparecer por dentro de la habitación detrás de la suya, extendió su espada haciendo que el fuego comenzará a crepitar, tocó el río de sangre con la punta de la hoja, el fuego celestial comenzaba a devorar todo dejando todo a como estaba. Listo.

Sonriendo bailo tarareando una canción de muerte, cambio de vestido a otro blanco, visualizo un par de trenzas, lista volteó a ver a su hijo que venía corriendo, le hizo señas para que corriera más rápido. Lo abrazo y comenzó a bailar con él.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Sep 03, 2019 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

ÁNGEL DE LA MUERTE Donde viven las historias. Descúbrelo ahora