ÁNGEL DE LA MUERTE

Una historia. parte 1

El universo trae consigo un sin fin de maravillas, muchos misterios y demasiados secretos, también historias de amor, de amantes prohibidos, de amor imposible y noches largas de silencio.

Pero, está no es una historia de amor imposible o de dos amantes amándose furtivamente. No. Esta historia es de una estrella, un amanecer y un corazón, y es mucho más interesante, ¿Por qué?
Pues bien, trae consigo un misterio, aventuras... bueno, aventuras no, pero si muchas incógnitas. Hay que empezar a conocer la historia, una historia muy interesante.

***

Ella.
Ella estaba hecha de varias partes. Partes únicas que formarían la acompañante del hombre del universo, Reyes de Reyes.

Si cabello estaba formado por el manto de las constelaciones, su cuerpo de las estrellas, sus ojos del sol y la luna, su corazón de la pizca del amor del Rey. Fue hecha sin medidas sino con deseo y amor, dos componentes que conformaban al hombre del universo.

Ella abrió los ojos, observó el decorado manto que los acobijaba, podía ver las estelas de cada parte del univsero, venían siendo como ver el alma. --Estiró la mano para tocar, sintió tibieza y muchas emociones.

- Es hermoso, ¿No te parece?

Dejo la mano extendida, mientras pensaba y admiraba la belleza. Ropa aparecía en su cuerpo, detrás de ella algo revoloteaba, brincaba por salir y sentir las caricias.

- ¿Cómo se llama? -Preguntó, ignoró el revoltoso sentir que tenía en su pecho- ¿Qué es esto?

- Se llama, alkun.

Alkun...

La risa de su padre sonaba suave y pacífica.

- Anjum. El universo será nombrado de diferente forma.

- ¿Por que?

Su mente fue inundada de muchas imágenes, todo giraba dentro de su cabeza.

- No hay un Porque, las maravillas no se explican, Anjum. Sólo disfrutalas.

Siguió el movimiento de cada estrella, de cada luz y esencia... respiro hondo para llenar su cuerpo, algo cálido lo recorrió dandole vida.

- Esto cambiará... lo hará... -Un sentimiento desconocido le llenó el pecho- Eso es... bueno y malo...

- Tranquila, Hija mía. Disfrutemos del ahora y luego de los tiempos venideros.

El tiempo pasaba y ella notaba a su padre pensativo, parecía sólo y triste. Desconcertada fue a sentarse junto a él, la belleza del alkun era divina e imperfecta, había luz jugando con la oscuridad, explosiones que lastimaban el manto de la vida pero también causaba nuevas estrellas, nuevas luces y estelas que buscan algo... algo faltaba.

- Algo falta... -Dijo- ¿Qué es lo que falta?

- Más estrellas y luces -respondió su padre-

Pero ya había muchas de ellas... pero recordó las imágenes en su mente. Oh... Esa luces y estrellas, esas faltaban.

- ¿Te sientes sólo? -Hizo la pregunta de una forma directa sin medir palabras-

- Estoy buscando lo que necesitamos, Anjum.

Acarició la estela y saboreo la luz y la oscuridad, lo acogía en el pecho y lo que latía dentro de el.

- ¿Lo has encontrado?

- Casi, casi estará listo.

- Eso estará bien. No estarás sólo.