Save Me Once Again. (Kelliver).

Capitulo 3:

Oliver y Kellin se miraban risueños por la sorpresa de volver a verse, los pequeños compañeros de la infancia al fin se habían vuelto a reunir despues de tanto tiempo.

-Cuentame pequeño. ¿Como has estado? ¿Que te trae por mi empresa? -Dice el castaño rompiendo el silencio.

Kellin se remueve en su asiento cuestionandose si contarle a Oliver que pasaba o no.

-Pues...- Dice el pequeño pelinegro nervioso. -Estoy buscando empleo por que acaban de echarme de uno. Es el tercero de el que me echan por reducción de personal. -Dice jugando con sus dedos y con la mirada baja.

-Oh fuck... -Dice Oliver y justo tocan la puerta, era Jordan.

—Cafe y donas café y donas. Donas donas ricas donas para usted para usted. —Canta Jordan entrando a la oficina y Oli y Kellin lo observan extrañados.

—Uh... Yo... No sabía que tenías visitas. —Jordan ríe nervioso, deja el café y observa a Kellin con una mirada asesina para luego irse.

Kellin había notado ésa mirada pero decidió no prestarle atención.
Por supuesto Oli también la vio pero no le dio importancia, estaba demasiado enfocado en observarba Kellin. Le dio un café a éste el cuál tomó éste con mucho gusto y le pasó el azúcar.

Kellin recordó en ése momento que no había desayunado nada.

-¿Como has estado tú Oli? —Dice risueño sosteniendo el café entré sus manos para luego soplar éste.

—Eh estado bien. Hace rato no te veía pequeño. —Dice el castaño dando un sorbo a su café.

—Pues... Eh estado buscando trabajo simplemente. Nada nuevo.

—Ya no busques más pequeño, estás contratado y aquí nadie te echará por reducción de personal. —Dice Oli risueño.
—Desayuna rápido, comenzarás a trabajar hoy. Te advierto que soy bastante exigente. Serás mi asistente. —Agarra una dona y le da una mordida.

Kellin da un sorbo más a su café y lo deja en el escritorio. Oliver sale de la oficina y le hace un ademán para que lo siga. Kellin lo sigue con paso lento ya qué sus piernas eran más cortas que las de Oli.

—Apresurate pequemon, vas a tener que conocer a todos y mañana te quiero puntual aquí. —Dice el castaño llegando a un punto alto que había ahí.

Kellin se quedó abajo y observó a Oliver.

—¡Hey todos! ¡Prestenme atención! —Dice Oliver con una expresión severa.
—Bienvenidos a Drop Dead, espero cumplan bien sus funciones de la empresa aquí, lleguen puntuales y disfruten de el trabajo que hacemos. Sepan que somos muy exigentes en ésta empresa, así que el empleado que vea haciendo la ley de mínimo esfuerzo será despedido inmediatamente de aquí. No titubeare ante las decisiones que tenga que tomar por salvar la empresa, también sepan que en Drop Dead hacemos fiestas rave para promocionar nuestra ropa, así que no todo es severidad entre tanto los empleados hagan bien su trabajo. Sin más preámbulos. A trabajar.

Todos los empleados observaban a Oliver, a algunos le llamaba la atención el castaño con tatuajes y expresión arrogante, a la mayoría los intimidaba ya que Oliver parecía bastante severo con su discurso. Jordan, Vegan, Matt y Lee asentían ansiosos. Amaban la idea de comenzar a trabajar y diseñar. Matt tenía más ganas de fiesta que cualquier cosa. Aún que daría lo mejor de él por la empresa.

Kellin observaba a Oliver nervioso, sabía que era demasiado torpe y tenía miedo de que su amigo de la infancia haya cambiado, por que eso parecía. El niño que conocía ya no era más un niño, sino que ahora era un adulto más fuerte y admirable de lo que ya era antes. Kellin se dispuso a dar lo mejor de él en ése trabajo para contentar a él amigo que una vez más estaba salvándole el cuello. A pesar de todo el tiempo que había pasado se preguntaba si Oliver seguiría sintiendo que eran cómo hermanos, cómo cuándo solían estar en el orfanato. 

Oliver pasó la mano tres veces por enfrente de el rostro de Kellin para sacar a el pelinegro de sus pensamientos.

—¿Kells? ¿Hola? ¿Ya te moriste de parálisis cerebral? —Le dice a el pelinegro riendo.

Kellin sacude su cabeza repetidas veces y ríe ligeramente.

—Joder, lo siento. ¿Que pasó?

—¡A trabajar! —Dice Oli sonriente. Hoy al parecer estaba de muy buen humor, y es que sí lo estaba.
Había extrañado mucho a su pequeño amigo de la infancia y a menudo lo recordaba. Era demasiado maravilloso para él verlo en su empresa justamente ahora trabajando para él.

Oliver y Kellin comenzaron a apilar una fila gigante de papeles que Oliver tenía que sellar, a Kellin Oliver le dio un teléfono de línea que utilizarían para contestar las llamadas importantes de la empresa, contratos, fotografías, pedidos, etcetera.

Oli y Kells se lanzaban miradas a menudo y se sonreían risueños, se habían extrañado demasiado.

Para el final de el día los dos amigos se quedaron hasta cerrar la empresa.

—Pequeño, ¿Te gustaría ir a comer? —Oli le pregunta a Kells.

—Ehm... Sería buena idea. Pero no tengo dinero para pagar la cena.

—Oye... Yo pago, no te preocupes. Yo invitó. —Dice guiñandole el ojo a Kellin.

Pasaron dos horas y Oliver decidió cerrar Drop Dead temprano por ser el primer día y por estar ansioso por cenar con su amigo.

Luego de cenar, Kellin y Oliver volvieron cada uno a sus casas.

Oli volvió con una sonrisa risueña en sus labios a su casa por haber reencontrado a su mejor amigo de la infancia. Subió a su habitación sonriente y se acostó para dormir, aún que sabía que posiblemente se levante temprano, ya que no solía dormir demasiadas horas.

Kellin por otro lado había vuelto sonriente pero al encontrarse con un papel de que lo iban a desalojar en su puerta su sonrisa se desvaneció dejando de nuevo una mueca de tristeza en su rostro. Entró a su casa y el pequeño se fue a acostar, sin nada más que hacer. Aún que fueron vanos intentos los que hizo por dormir, ya que no pudo pegar un ojo en toda la noche.