Capitulo 1: Fuera del Establo

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“Por qué en el Establo Dos ningún pony entra y ningún pony sale”

Gris.

Las paredes de las salas de mantenimiento eran muy monótonos, siempre ese gris aburrido. La pared que estaba mirando tenía el mérito de ser de un gris muy claro. Los PipBucks eran notoriamente macizos y confiables, por lo que ser la técnica de PipBucks del Establo significaba tener que soportar largos periodos de nada que hacer.

— “Esta pared necesita un mural” — dijé

Me deje fantasear, imaginando que la Supervisora estaba de acuerdo y ordenaba a la mismísima Palette que convirtiera nuestra sala en una de sus brillantes de color obras maestras. Pallete era la más grandiosa pintora en el Establo Dos, y como cualquier artista habilidoso, la hacía un tesoro invaluable en el Establo. La vida en el Establo Dos inevitablemente comenzaba a carcomer tu espíritu “Naciste en el Establo, vivirás toda tu vida en el Establo y morirás en el Establo” y el curso de tu larga, larga vida en el Establo se hacía claro después de tu fiesta de Cutie Mark. Entonces la Supervisora insistió que una nueva canción fuera añadida al repertorio de la radio del Establo cada semana, que las áreas públicas fueran pintadas y adornadas con murales inspiradores y motivacionales, que fiestas fueran planeadas regularmente en el atrio del Establo…. Todo en un esfuerzo para distraer y evitar la depresión.

La realidad me atropellaba cada que miraba el eterno gris. El hacer más agradable las áreas de mantenimiento eran trágicamente una prioridad menor, y la sala de mantenimiento técnico de PipBucks era una de las menos concurridas partes del mantenimiento. Sentí mi orejas caer cada que me daba cuenta que estaba condenada a ver la misma pared gris todos los días por el resto de mi vida.

— “Oh querida. Esto está muy mal” — alguien mencionó

Y ahí estaba ella. Velvet Remedy la magnífica unicornio con pelaje carbón y rayas de color en su blanca melena y con una voz tan suave como la seda y rico como el mejor de los chocolates, estaba parada en la puerta de mi sala. Me sentí agradecida al haber limpiado la sala con anterioridad pero avergonzada al mismo tiempo al notar que aun así la sala no era digna de ella.

No podía creer que ella estuviera allí. La había visto en el escenario de encima de nosotros en las fiestas de la tarde; había escuchado todas sus canciones incesantemente y grabado cada nueva canción en mi PipBuck para que no tuviera que esperar a que la volviera a interpretar en vivo. Lo admito, me había enamorado de Velvet Remedy por años, yo y al menos otros trescientos ponys. Mi madre solía reírse de eso.

LittlePip” — diría, riendo con sus amigas — “La puerta trasera del granero de Velvet Remedy no se abre en esa dirección

Me tomó un par de años en entender lo que mi madre había querido decir con eso. Y me tomó varios segundos procesar que Velvet Remedy acababa de preguntarme algo.

— “¿Q-qu-qué?” — *Gran respuesta LittlePip, tan elegante*. Quería cavar tan profundo pudiera a través del piso de concreto y jalar los trozos por encima de mí.

Ella sonrió.

¡Me sonrió a mí!

Y con esa maravillosa voz:

— “Te veías con el corazón roto cuando entré. ¿Hay algo que pueda hacer?

Velvet Remedy se ofreció… a ayudarme… a ¡MÍ!.

Rápidamente traté de recuperar mis sentidos. Velvet debe tener alguna razón para estar aquí abajo. Alguna razón de PipBuck, no era como que ella solo merodeara alrededor del área de mantenimiento después de todo. Mirando a mí alrededor, me di cuenta de que era la única pony en turno. Mi maestro, como siempre, estaba dormido en su oficina.

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