T R E I N T A.

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Aries ladeó la cabeza un poco.

– ¿Entonces qué?

– Ya sabes. –Le miró directamente, pero segundos después volvió a mirar a otro lado.

– Uhh, no, no sé. –Soltó risas satisfactorias al ver la expresión frustrada y al escucharlo suspirar.

– Somos como...¿Pareja?

– No Tauro, toda esa confesión de amor fue una mentira, ¡Por supuesto que somos novios, pacman!

El más bajo por pocos centímetros miró a Aries, principalmente sorprendido por el cambio de vibras tan drástico, hasta se habia tomado la libertad de llamarlo con un apodo, cuando hace unos minutos no podia ni con sus propias palabras.

Rió un poco con aquellos pensamientos, posando nuevamente sus brazos sobre los hombros de su, ahora, novio, y plantó un pequeño beso en sus labios.

– Cállate, cabeza de menstruación.

– ¿A QUÉ VIENE ESO? –-Preguntó con fingido enojo, pero en realidad no podía estar más feliz.

– No lo sé, ¿A qué crees tú? –Bromeó, empezando a caminar dando la vuelta al todo el jardín para salir de la institución.– ¿Vienes?

– Voy...-Lo siguió riendo igualmente, al llegar a su lado rodeo su hombro con un brazo.– Asi quéeeeee...¿Te gusto? –Pinchó la mejilla del pelinaranja sonriendo de lado.

- No molestes o te juro que me arrepiento.

- No, no ya, perdón

Una vez más, ambos se mantuvieron en silencio, pero esta vez uno más cómodo y confortable hasta que el pelirrojo habló.

– Oye, por cierto, ¿Cómo sabias que estaba aquí?

– Ah, Sagitario me lo dijo. –Le respondió en un tono aburrido, recargándose en el hombro de este.– ¿Por?

– No, nada... –Contesto con una pequeña sonrisa, ahora no sabia si debía matar a Sagi o agradecerle con todas su fuerzas

n o t e s ;; [AriTau]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora