No tengo miedo de morir, si es protegiendote...porque te amo Naruto.-Hinata.
Ya había pasado un tiempo desde mi boda con Sakura, hay tantas palabras para describir estas emociones que inundan mi corazón, pero por más que buscó alguna no puedo encajarla, es demasiado grande este sentimiento.
Apenas había terminado la guerra cuando Sakura me declaró su amor y aceptó mis sentimientos. Desde ese entonces nada podía ser mejor, pero claro le dije que debía esperar para ser algo más por las perdidas de la guerra y que en cuanto terminara todo me uniría a ella en un amor puro y justo.
Ahora me encuentro aquí, en mi casa, con mi nueva ropa de misión y preparándome para salir, sin antes despedirme de mi querida esposa.
-supongo que ya me voy-la abracé por la espalda y la pegué a mi cuerpo-
-¿seguro que llevas todo?no sería la primera vez que olvidas algo-me dijo burlona pegando su cachete al mío-
-no olvidé nada, no me tengas tan poca fe-reí-
Ella se volteó y sujetó mi rostro entre sus manos, sus labios rosas me hicieron acumular saliva por lo dulce que se veían y antes de que ella me pudiera besar, yo le robé ese deseo y la estrechó contra los mios, dándole un cariñoso y apasionado beso.
-vamos, ya debes irte'shannaro-me dijo en mis labios-
-okay!ya me voy'ttebayo-le dije dando un fugas beso y caminado hacía la puerta-te amo!-grité antes de cerrar la puerta de salida-
No alcancé a escuchar su respuesta, pero no me preocupó, ya me había correspondido, me a dicho incontables veces que me ama y me lo a demostrado. Todo el tiempo, desde que volví del entrenamiento con ero-sennin hasta la guerra, más bien, desde su confesión pensaba que amaba a sasuke, tantas lagrimas que derramó por él, significaban algo más que un simple apego de amistad. Pero lo olvidaré totalmente, ahora tenía una misión de reconocimiento y buscar información sobre un grupo de sujetos no identificados que parecían ser aliados de zetsu negro, o más bien, eran parte de el plan de Madara, pero era algo menor.
Al llegar distinguía a mi equipo muy claramente. Estaba Shikamaru, Sai, Sasuke y Hinata. Esta última mostraba un semblante algo deprimido y serio, como si no estuviera en su actitud normal.
Durante todo este tiempo que conozco a Hinata siempre actuó tímida conmigo, sus ojos siempre me evitaban y sus mejillas siempre estaba rojas cuando yo me acercaba, era realmente extraña, pero después de su encuentro contra neji, la destrucción de la aldea y la guerra, Hinata se había vuelto a mis ojos una persona realmente fuerte y firme a su palabra y se volvió una gran amiga.
Aún así, después de la guerra empezó a cambiar y se a vuelto una persona muy apartada y triste, lo cual no me parece nada divertido y siempre he pensado que es por la muerte de Neji.-bueno Naruto, que bueno que llegas, nos iremos rapidamente-ordenó shikamaru con su voz perezosa-
-también me alegra verte-dije sarcástico-
Sonreí, me voltee al ver a Hinata al sentir sus ojos sobre mi y de inmediato desvío su mirada hacía otro lado con desdén.
Recordé el día de mi boda por alguna razón, Hinata iba vestida con un vestido formal y un peinado alto, se veía muy bien, pero su mirada siempre era triste y opaca, recuerdo que oí a sakura decirle que no se veía muy bien, pero no era por su rostro.
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Aunque me cueste la vida
Fanficone-shot. al finalizar la guerra, después de sólo dos meses, Naruto se casó con sakura, su corazón no podía estar más felíz, ya que por fín, había sido correspondido. la única destrozada es Hinata, la chica que siempre amo a nuestro héroe.