"Perder tu alma nunca había resultado más tentador..."
▪ Primera parte de la serie "Fall into darkness".
▪ SeBaek (as always)
▪ +18 [Contiene escenas de sexo explícitas]
👑 GANADOR EN LOS K-POP AWARDS CUARTA EDICIÓN, CATEGORÍA ERÓTICO.
➡FINALIZ...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Fall into darkness #1
~Mine~
(SEGUNDA PARTE)
Antes: Diez años atrás
Oh Sehun curioseaba por las calles de Seúl, era gracioso lo mucho que cambiaba el mundo de los humanos cada vez que decidía subir a dar un paseo. Habían pasado varios años desde la última vez que el demonio dio un paso en la superficie, así que prácticamente todo a su alrededor llamaba su atención. En especial los teléfonos móviles, antes su única función era "hacer llamadas", ahora incluso podías tener tu computadora ahí dentro. O al menos eso es lo que alcanzó a comprender mientras compraba uno.
Mientras caminaba, algo cautivó su atención.
Una voz.
Difícilmente una voz llamaba lo suficiente su atención como para realmente querer escucharla. Pero esta —aunque lejana— hacía que sus oídos se llenaran de manera sumamente placentera, era suave, compleja y, pese a la lentitud de la canción, agonizantemente intensa. Salvaje y a la vez dulce. En sus más de dos mil años nunca había escuchado algo que le fascinase de tal modo.
Podría escucharla por siempre.
Pero, de un momento a otro, se detuvo.
Su cabeza se movió de lado a lado, enfocándose únicamente en encontrar el lugar de donde había provenido aquella melodiosa obra de arte. Elevó su vista al cielo y finalmente lo encontró.
Un avión.
Guiado por su curiosidad, Sehun cerró los ojos y se proyectó dentro de la cabina.
Cuando los abrió estaba parado en el pasillo junto a una linda azafata, cuyo cabello rubio pálido se encontraba escondido detrás de su oreja.
Si no tuviera otras cosas que hacer, hoy habría sido tu día de suerte. Pensó.
Sehun miró por la ventana. Una bruma de total oscuridad rodeaba el avión. La gente sentada en los asientos cerca de él murmuraba frenéticamente mientras miraban afuera.
Estaban asustados.
Y... no era de si incumbencia.
Caminando entre las cabinas, volvió a concentrarse en buscar aquella voz.
Unos cuantos minutos después, el avión comenzó a estremecerse violentamente y los asistentes de vuelo corrieron por el pasillo, ordenando a los pasajeros que abrocharan sus cinturones de seguridad. A continuación, se apresuraron a sus asientos y abrocharon los suyos.
Hubo un fuerte chasquido, seguido por un chillido de metal desgarrándose. Gritos llenaron aquel espacio y máscaras amarillas cayeron del techo.
