En tu boca traes el aroma de las flores
Quiero ser el dueño de tu mirada cuando cierres los ojos
Siento el ruido de la luna entre los árboles
Y tú iluminas este paraíso feliz.
Tus ojos están escritos con el brillo de las luciérnagas
Cuantos días han pasado
y aún queda el sabor de tus labios
Aún queda la suavidad de tu piel entre mis manos
Y hoy busco la néctar de tu jardín entre mis brazos
Hoy busco las mañanas en que juegas con tu pelo al viento
Y tus ojos iluminados abren y florecen los más tristes jardines
Y te busco entre las flores entre el vuelo de las aves
hay Cipreses ardiendo que nacen de tus labios
Tu boca aún no se despide de mi cuerpo
Aún siento tus labios sobre mi pecho
Aún siento el calor de tu mirada y de tu cuerpo
Mujer indómita
resplandeciente
En tu mano tienes mi mundo como a una mariposa azul
Hay una noche inmensa atrapada en tu pelo
solo veo destellos que nacen de tu piel
tu pupila cae profundamente, hundida en mi corazón
Y me desnudas
la simplicidad de tus mejillas frágiles y tiernas
hacen florecer los más hermosos valles
Mis ríos adornan tu cintura
Mujer hecha paloma
en tus alas llevas mensajes de paz y belleza
La armonía de tu vuelo me lleva a la danza que formas en tu andar
Y dos luciérnagas se escapan de tus ojos
Y apareces por las noches como un pequeño ángel herido
con sus propias flechas
y las alas rotas de tanto tocar los cielos
Y me llevas en tu último vuelo
Basándome para despertar
Sobre tus brazos
y tú pareces dormida
