¿QUE SOMOS?

RUTINA

Mi nombre es irrelevante en esta y cualquier otra ocasión soy una chica de 24 años con un trabajo estable un departamento y una familia a la cual no acostumbro visitar.

Mi día termina siempre con alguien diferente en mi cama, si lo se dirán ¡qué vida de mierda tengo! y la verdad es que ya dejo de importarme siempre me paseo por barrios distintos en buscan de mi presa en el lado sur de la ciudad me esperan dos una llamada Laura y la otra de piel morena y senos grandes llamada Kika en el oeste otras tres al igual que en el este me esperan otras tres cada día es diferente Elizabeth, Elisa, Elena, Aurora, Ana, Kika, Laura, María pero siempre me aburro y termino buscando a alguien más que llene el vacío hasta el día de hoy sigo evitando algunos lugares como establecimientos cafeterías y plazas en los días festivos me refugio en mi departamento o en el cuarto de algún Motel barato con alguna de esas chicas que venden caricias.

Hoy me dirijo al norte en busca de carne fresca y he dado en el blanco encontré un barrio prometedor, pero ninguna de aquellas 20 chicas me llama la atención la mayoría tiene entre 30 y 45 años se ven tan cansadas de la vida y por un momento me identifico con ellas, de las sombras de un callejón una chica de unos 20 o 25 años aparece con un vestido lila que resalta cada curva de su cuerpo sonrió por encontrar a mi nuevo juguete.

Es principiante simplemente por la manera en que trata de conversar e incluso por el miedo que refleja su rostro cuando le tome y acomode un mechón de pelo detrás de su oreja, sin contratiempos y con un ambiente de nerviosismo por parte de ella llegamos a un Motel pedimos la habitación y comenzamos ella quito su vestido y aquella apariencia de inseguridad y nerviosismo se esfumó esta chica había cambiado justo después de cruzar aquella puerta cada posee cada caricia, sabia muy bien lo que hacía, esta es la primera vez que me quede toda la noche.

Los rayos comenzaron a molestar ella se encontraba ahí en la cama dormida me levante coloque mis prendas y tome una pluma y papel

GRACIAS POR LA NOCHE

Coloque aquel pedazo de papel en la almohada deje más de los 500 que ella pedía por toda la noche solo para dar la talla de la noche, eso es lo que siempre hago en la primera noche, aunque con ella deje dinero extra, me fui después de pagar la habitación. Llegue a mi departamento me di una ducha desayune y Sali en dirección al trabajo donde solo tengo que fingir que me alegra tener a un estúpido como jefe que solo se larga a jugar golf y me deja con toda su responsabilidad, en fin, el día termina y vuelvo al departamento para ducharse cambiarme y salir al barrio este donde tendré que sumar a Areli y Úrsula a la lista de diversión.

Hoy el día termino bien salgo con compañeros del trabajo a beber a algún bar donde siempre termino yendo a la barra a beber una tras otra copa hasta sentir mis mejillas rojas para volver a mi departamento y tumbarme en mi cama. Es fin de semana y acostumbro sentarme en el sofá con una taza de chocolate y un libro para pasar las siguientes tres horas metida en una historia donde el final ya está establecido y aunque lo intente cambiar el personaje principal nunca lo lograra, termine tomando del estante una botella de vino para encender la pantalla y ver alguna película.

Es domingo y salgo al barrio norte es temprano lo sé y estoy muy consciente de que tal vez no encuentre lo que buscó pero aun así me dirijo a ese lugar algunas de aquellas ya se encuentran con sus jugadas para ligarse a algún tío que pasa y ahí esta ella con el mismo vestido lila con un movimiento rápido en el volante logro estacionar cerca de donde se encuentra salgo del auto llevo un pantalón con una camisa Blanca y un saco negro ahora que lo pienso me vestir demasiado formal para solo pasar un rato con esta tía.

Decidí al momento de dirigirme a donde ella se encontraba ir a un lugar antes de pasar al Motel, hablamos por un corto momento le ayudé a subir al auto pasamos a mi departamento, las personas nos miraban algunos se reían otros se enojaban y otros solo movían la cabeza en desaprobación, no me importó abrí la puerta deje que entrara y me dirijo a la habitación saque un conjunto de ropa un poco más casual de lo que yo llevaba puesto se lo ofrecí al igual que una ducha con agua caliente al inicio me miro confundida y después de ofrecerle una toalla e indicarle donde se encontraba el baño ella acepto, hice el desayuno mientras ella se bañaba y cambiaba, al salir del cuarto le ofrecí un plato sírvete lo que quieras le dije mientras le ofrecía una sonrisa me dirijo a la habitación tome aquel vestido lila y lo guarde en un cajón debajo de la cama, al terminar de desayunar y tratar de conocer algo mas de ella salimos de compras ella se media cualquier blusa, vestido o calzado que le gustara para luego salir del vestidor y observarse en el espejo después de algunas prendas pude deducir cuando algo le gustaba y también cuando no en algunos momentos sus ojos se enfocaban en mí y yo sin saber en qué momento en mi rostro se formó una sonrisa ella se movía un tanto provocativa.

Pasaron las horas y nosotras regresamos a mi departamento prepare la cena acompañada de un vino y una película de las mas antiguas la noche paso, desperté en la madrugada y ella estaba a punto de irse me levante y le ofrecí llevarla si solo esperaba un momento tome las llaves ayude con las bolsas de ropa bajamos a mi auto, conduje por un rato llegamos al barrio entramos por una de las avenidas principales y abarque debajo de uno de los puentes ella me miraba fijamente y yo solo observaba el volante, quito los tirantes del vestido que llevaba y tomo mi mano para ponerla en uno de sus pechos yo no sabia que hacer ni siquiera recuerdo en que momento se había colocado el vestido por primera vez en largos años me sentí una basura y la mierda mas asquerosa de la tierra por solo jugar, ella se marchó con algunas bolsas le di algunos billetes pero no los quiso aceptar cualquier otra prostituta los hubiera aceptado sin titubear pero ella solo se dio la vuelta y perdió entre la oscuridad de la calle.