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- Hyung, debería de decirle a Jimin.

Sabía perfectamente que Hoseok no me iba a dejar sólo, mi gran amigo siempre me visitaba al hospital, hasta en las últimas no me dejó de visitar haciéndome reír. Pero siempre me recordaba que hice mal el no haberle dicho a la persona que más amo.

- No tiene caso Hoseok. Ya pasó mucho tiempo de eso.

- Pero usted lo ama, hasta me manda a cuidarlo sin que él lo sepa.

- Después de lo que le dije no creo que el me ame Hoseok.

- Debería decir...

- ¡NO! Hoseok ¡No!- respire profundo para tranqilizarme.- prefiero que me odie... No es fácil ver morir a una persona que amas... No quiero que sufra... No más de lo que ya lo hice.

Ni espere la semana de que terminamos y ya estaba saliendo con alguien más, fingiendo que no me dolía la separación con Jimin, y todo para que Jimin ya no me buscará más logrando mi objetivo.

- Siendo sincero lo que hace no es lo correcto.- y antes de que yo dijera algo se despidió rápidamente de mi con una sonrisa y se marchó.

Mi situación fue empeorando, sabía que no me quedaba mucho tiempo y cada día desde que Jimin se fue de mis brazos mi tormento era desmedido.

No sabes cuanto deseaba que estuvieras ahí, que nunca me hubiera pasado esto y estuviera riendo una vez más contigo, mi cachorro.

La vida se me iba poco a poco, las ganas de comer y levantarme se extinguieron de mi cuerpo y mis ojos apagaron su luz.Yo ya no era ese cuerpo muerto.

Pero... ¿Qué seguia haciendo aquí? ¿Por qué regrese? No entendía nada de lo que estaba pasando, soy transparente y nadie me ve... ¿acaso tengo que pagar una condena?

Toda la escuela se enteró de mi muerte, para mi infortunio Jimin también se había enterado y fue a pedirle explicaciones a Hoseok el no aguanto más su tristeza y le contó todo, entendía perfectamente que él también iba a necesitar apoyo moral para esto. Derrepente Jimin corrió con todas sus fuerzas, a ¿verme?; pero sus lágrimas no dejaban de caer y no le permitían la vista clara. Maldición Jimin ¿aún con todo lo que hice me seguías amando? Pero detente por favor, no, no quiero que me veas, no así, yo ya no soy ese cuerpo.

Corriste y corriste y yo trataba de alcanzarte para detenerte.

De pronto, en un instante tu cuerpo salió volando callendo sobre el duro pavimento, y al igual que la sangre la gente no tardó en rodearte.

Me quedé inmóvil. No era verdad.... No era posible... lloré a todo pulmón y fui a tu lado, te habían atropellado y yo no podía hacer nada, trataba de tocarte, trataba de gritar que llamarán una ambulancia pero yo ya no existía, me desesperaba y todo por mi culpa, por mi maldita culpa tu te encontrabas en esa condición.

Me fui, corrí lo más lejos posible. No podía con eso no podía ver al amor de mi vida así era la peor tortura que me tuvo que pasar. El alma me dolía, era un dolor tan inmenso y tan inexplicable, sentía que ardía y quemaba a grandes grados.

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Era un alma en pena, no sabía que debía hacer todo era un asco pues ahora ni morir era una escapatoria.

La gente pasaba por mi, iban y venían, niños, adultos, adolecentes y nadie me veía me la pasaba vagando sin sentido alguno; el tiempo transcurría y cada segundo sentí que fui olvidado por dios.

Todo se me fue un segundo.

Pero por alguna extraña razón volteo enfrente al otro lado de la calle y veo al ser más reluciente y esplendido de todos, mi omega tan bien lucido y perfecto... Pero... ¿me estabas viendo a los ojos?

Antes que sintiera vivacidad, mire hacia atrás para ver si no mirabas a través de mi y al no ver nada volví a conectar mis ojos a los tuyos, me sonreiste risueño y tiernamente. Sin ningún sentido estabas ahí mirándome y burlandote de mi confusión, paraste porque tus padres te habían hablado dejándome verte marchar de nuevo.

Una lágrima cruzó por mi transparente piel del pomulo¡PODÍAS verme! en ese instante una gigantesca felicidad atravesó mi pecho, estabas sano y salvo, haciendo que un nuevo llanto comenzara al igual que unas preguntas.

Con el paso de los años me dediqué a verte y protegerte, me sentía un acosador pero también me sentía enormemente alegre estar cercas de ti, pero creció ese bendito cuando te mudaste y por fin pude aparecerme frente a ti inventando que yo vivía en ese apartamento y aunque al principio te costó trabajo me fuiste aceptando. Pude protegerte y cuidarte de nuevo.

Pero no todo era color pastel, ya nada era como antes. Al parecer tus padres te cambiaron de escuela, olvidaste la mayoría de cosas cuando recibiste ese choque incluyéndome en esas, al igual que a Jin, Namjoon y Hoseok los cuales les prohibieron volverte a hablar y al parecer tu sufrias una enorme depresión.

Entonces me propuse hacerte feliz todos los días y animarte a seguir con tu sueño de ser bailarín, aunque costó trabajo y mucho tiempo lo fui logrando, comprendiendo muchas cosas y algo dentro de mi me decía la razón de estar aún aquí, debía y queria cumplir la promesa de hacerte feliz como segunda oportunidad que me dieron pero a la vez mi condena era verte y hacerte feliz y amando a alguien más.

Volví a ver tu hermosa sonrisa que hacía desaparecer tus ojos, al amanecer como despertaba hinchados tus ojos y tus pequeños y abultados labios, tu y tan sólo tu eras mi maravilla del mundo. Que importaba si no me recordaba, te tenía aquí junto a mi de nuevo y era lo mejor.

Me culpaba de que sufriste ese accidente y aunque no lo logre mi condena por una última vez te pude sentir en mis brazos de nuevo sin que las lágrimas dejaran de fluir.

- Siempre te ame Jimin, mi Minnie...

P A R 💗Donde viven las historias. Descúbrelo ahora