Capítulo 3: ¿Y Phillip?

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Mis hermanos se miraron asustados.

-Bueno… Yo me voy a dormir.-dije bostezando falsamente.

-Sí, eso todos a dormir que hoy ha sido un día largo…-ordenó mi madre acunando a Peter en sus brazos.

Obedecimos a mama y subimos para acostarnos. Ya metidos en la cama y con la luz apagada, se empezaron a oír ruidos procedentes del piso superior. Me levanté y me fui asomando a las habitaciones. Mis padres dormían al igual que Peter y Jack, pero al asomarme al cuarto de mi otro hermano, él pegó un grito asustado.

-Tranquilo soy yo -le susurré calmándole mientras me acercaba- ¿qué haces aún despierto?

-No puedo dormir… ¿acaso no oyes esos ruidos?-me decía en un tono casi inentendible.

-¿Cómo no los voy a oír? Retumba en toda la casa…-dije mirando por la puerta.

-¿Qué es lo que suena?-preguntó nervioso.

Me encogí de hombros y miré a Phillip decidida.

-Vamos a descubrirlo –le cogí la mano y le levanté de la cama dirigiéndome al principio de las antiguas escaleras.

Él me seguía temeroso, sus piernas y brazos temblaban a cada paso que iba dando. Empezamos a ascender oyendo cada vez más alto el sonido que nos había mantenido despiertos. Al llegar al principio del pasillo, podíamos observar que bajo la puerta que teníamos al frente relucía un pequeño resplandor verde. Mi hermano estaba demasiado asustado como para moverse. Su cuerpo no reaccionaba pero el mío, por desgracia, tampoco.

Seguimos parados ahí, frente a la puerta cuando el resplandor verde cesó. Decidí llamar a mis padres pero al intentar andar hubo algo que no me dejaba continuar mi camino. Retrocedí unos pasos hasta chocarme con Phillip y caer al suelo encima suya. Me levanté tras pedirle perdón y decidida abrí la puerta del baño para ver que se encontraba en el interior y que desprendía aquel color. Al girar el pomo y empujarla suavemente pudimos ver con la escasa luz de la farola que se encontraba en la calle que el aseo se encontraba en perfecto estado, sin ningún rasguño en los muebles, sin ningún resto de cualquier sustancia que expusiera ese tono esmeralda.

Pasamos unos 20 minutos comprobando todos los cajones y lugares de la pequeña habitación asegurándonos de que no había nada raro. Regresamos a nuestras respectivas habitaciones pero ninguno de los dos conseguimos conciliar el sueño hasta tarde.

A la mañana siguiente, me levanté sobre las doce y media por el ruido de varias personas hablando. Me duché rápidamente poniéndome unos vaqueros negros rasgados y una camiseta de Nirvana. Cuando estuve presentable para recibir visita bajé al salón donde se encontraban todos los miembros de mi familia excepto Phillip hablando con unos policías. Mi madre lloraba sin cesar y mi padre estaba sobre un sillón recostado y con los ojos cerrados.

-¿Qué hacen estos aquí?-pregunté a mi hermano mayor refiriéndome a los policías.

Siento que este capítulo no haya sido muy largo pero estoy con exámenes :$$$$

Comenten y voten me ayuda mucho para seguir haciendo la novelaJ

Gracias y besoos:33

Carlota.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora