Soy. O estoy. No lo sé. Estoy. Mi cuerpo se mueve solo, yo estoy en otro lado, muy lejos de aquí.
...
Un mes antes...
No termino de creerme lo que me está pasando. Me pregunto si me voy a despertar de un largo sueño. "¡No, Iara, esta vez tú eres la protagonista!"—me digo como para terminar de convencerme de que es verdad, de que esto me está pasando a mí. Morocho, voz grave, y está enamorado de mi. Son tres cosas que antes jamás me habían pasado, por lo menos todas juntas. Siempre me he enamorado de la persona equivocada, no como mi hermana mayor, que desde los quince años se puso de novia con el chico más lindo de la secundaria, y se casó con él. Yo nunca he tenido esa suerte. Cada vez que me fijaba en un chico, yo era la última que él elegiría. Llenaba los cuadernos de corazones, iba a los bailes con la esperanza de bailar con él, pero nunca sucedía. Pero ahora finalmente sucedió. Es real, y no estoy soñando.
Estábamos con Mariana, mi mejor amiga en un recital de rock de mi banda favorita, sentadas sobre el césped. Todas gritábamos enfervorecidas cuando salió al escenario el vocalista, bailábamos sin parar. Él, mientras cantaba hacía movimientos tan sensuales con las caderas... Esa imagen salvaje nos tenía totalmente deslumbradas. De pronto, sentí un tirón. Alguien me alzaba por los aires y me subía al escenario. ¡Él había elegido mi mano entre miles de manos! El no dejaba de moverse y de cantar, conmigo a rastras. De pronto, antes de que me diera cuenta y sin que yo pudiera hacer nada me comió la boca. Aquello no era posible. ¡El líder de una banda de rock me había elegido a mí para besarme! Los de seguridad me bajaron y yo volví a mi lugar junto a Mariana. Ya tenía lo qué contarle a mis nietos. Cuando nacieran, claro. Cuando terminó el recital, y nos dirigíamos con Mariana hacia la salida, una voz me detuvo:
—¿Señorita?
Volteé y se trataba de uno de los tipos de seguridad. Yo no entendía nada. Él, como entendiendo mi expresión de desconcierto dijo:
—Ciro quiere hablar con usted.
¿Ciro? ¿Ciro Cox? ¿El vocalista de mi banda favorita? Aquello no me estaba pasando.
...
Ciro y yo llevamos casi un mes juntos, ¿qué más puede pedir una chica como yo? Mi morocho me lleva de la mano a todas partes, me ha presentado a todos sus amigos, ha conocido a papá y a mamá, la cosa va en serio. Al fin soy la protagonista de mi historia soñada. Ciro me pasa a buscar todos los días por la uni y todas las chicas se lo quedan mirando. ¡Me siento una diosa! Siempre me ha dado vergüenza tomar la iniciativa. Mariana dice que soy una especie de mojigata posmoderna, quizá yo sea un tanto "chapada a la antigua". Si a Mariana le gusta un chico, ella no espera que él le preste atención. Es de "las que van para adelante". Lo busca en Facebook, y lo invita a salir. Yo jamás podría hacer una cosa así. Con Ciro las cosas no podrían estar mejor excepto...
¡Excepto que no hemos tenido sexo! Mariana dice que soy una boba, que si fuera ella ya se lo habría metido en una cama, en la más cercana que hubiera encontrado. Yo no me veo haciendo eso. ¡Claro que me muero de ganas! ¿Cómo no voy a morirme de ganas si estoy enamorada hasta el caracú? Pero Ciro hasta ahora, no me lo ha propuesto. Cuando le dije a Mariana que esperaba una propuesta casi se hace pis. "¿Una propuesta, Iara?" "¿En qué siglo vives?"
...
Hoy cumplimos un mes juntos. Luego de habérmelo pensado una y mil veces he decidido tomar el toro por las astas. Sorprenderé a mi chico. Los días en que no tengo uni Ciro me pide que lo pase a buscar por los ensayos. Pero hoy no me lo ha pedido. Le dije a Mariana que me parecía raro y nuevamente me regañó: "Pero Iara, tu sí que eres boba. A ver; ¿qué día es hoy? ¡Hoy es el día que te va a sorprender!" Fue cuando le dije a Mariana que el sorprendido sería él.
No se puede decir que no me haya esmerado. He decorado mi habitación con velas, tengo champaña en el refrigerador, y me he puesto un conjunto de Victoria's Secret color rojo, toda una novedad para mí, jamás tuve bragas rojas. Y jamás he usado bragas tan pequeñas. Todo sea por mi chico. Reviso por última vez mi habitación, todo está en su justo lugar, y me dirijo hacia el ensayo de mi amor.
Aparco frente al local de los ensayos mi VW escarabajo. Me sorprende no ver luces, hoy toca ensayo. Golpeo a la puerta pero nadie responde. La puerta está abierta. Esto es muy extraño. ¿Habrán asaltado el local? ¿Y si le ha sucedido algo a Ciro? Muerta de miedo entro a pesar de la oscuridad. Camino a tientas, debo de ser una inconsciente, pero si le pasa algo a Ciro yo me muero. Camino y camino. Tengo fuertes palpitaciones. Comienzo a oír voces a lo lejos. ¡Parece la voz de Ciro! ¿Estará en peligro? Oigo otra voz pero no puedo distinguir mucho más. A medida que me voy acercado me doy cuenta de que se trata de Ken, el baterista, Ciro me lo ha presentado. O yo estoy muy nerviosa o se oyen risas. ¿Qué diablos sucede aquí? Ya casi estoy. Las voces vienen desde detrás de la pared del patio. Me siento absolutamente intrigada. Doy al vuelta a la pared...
... y ellos se están besando.
Huyo. Ni se han percatado de mi presencia. Conduzco como una loca mi coche. ¿Cómo pude ser tan tonta? ¿Cómo no me he dado cuenta de las señales? ¡Me han tomado de estúpida!
Las lágrimas corren por mis mejillas. Entro en mi casa. Abro el refrigerador y me sirvo una copa de la maldita champaña. No estoy acostumbrada a beber. Me la bebo de un saque. Me sirvo otra. Me la bebo. Acabo con la botella entera.
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Escrúpulos
RomanceUn hombre que no sabe de escrúpulos. Un hombre al que todos temen. Un hombre a quien nadie le dice "NO". Un hombre sin emociones. Un hombre perverso. Un hombre sádico. Un hombre peligrosamente atractivo. Un hombre que no se detiene ante nada... ...